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10 aperturas de éxito que quieres (y debes) incluir en ...

10 aperturas de éxito que quieres (y debes) incluir en tu lista de propósitos de 2014

Arallo: Galicia en plan ‘hardcore’

ARALLO

 
  
 

COCINA

GALLEGA FUSIÓN

PRECIO POR PERSONA

30-35 € (con cerveza y cóctel)

 
  
 

♥︎ ♥︎ ♥︎

 

¡Alerta foodie! Se dice, se oye, se rumorea que ha llegado a Madrid una barra que va a dar mucha guerra (y, sí, mucha gloria). Cuentan las “buenas lenguas” que allí se cuece, se brasea, se fríe y se goza, la cocina gallega “contaminada” de Anxo García e Iván Domínguez (Alborada), que ha decidido jugar a mezclar con descaro y sin pudor el producto fetén de su tierriña con los sabores del mundo. Hemos estado allí (dos veces) y -palabra de eat&love-: no mienten. Te invitamos a encaramarte con nosotros a la larga barra de Arallo (C/ Reina 31, metro Gran Vía) y a disfrutar, por qué no, de Galicia “en plan hardcore” -Susana dixit-. ¿Vamos?

 

 

No es porque Fabio sea de allí, pero Galicia mola. El marisco, el Ribeiro y el pulpiño ‘de toda la vida’ ya nos habían robado el corazón hace mucho tiempo, pero la cosa no se quedó ahí. A las marisquerías y restaurantes con la cocina clásica de siempre (Alabaster, La Penela, Los Montes de Galicia…) ahora se han sumado una oleada de nuevos locales gallegos: diferentes, con puntazo, cañeros. Barra Atlántica, Furtivos y ahora, Arallo, son sólo algunos de esos nuevos restaurantes que nos han enganchado con sus propuestas divertidas y frescas, pero respetuosas con la esencia de Galicia.

Arallo es la apuesta más arriesgada de la gente del grupo Amicalia (antes Alborada). El concepto nació con exitazo en Coruña y de ahí llegó -de la mano de Anxo García y el chef Iván Domínguez – a Madrid (lo tienes en pleno centro, a una patada de Gran Vía) y, en breve, a Mallorca. La barra de cocina gallega más gamberra de Madrid se esconde tras una pesada puerta de acero ilustrada con un rostro con una máscara de gas. Allí te espera un local de líneas industriales sin concesiones dominado por una inmensa barra construida frente a una espectacular cocina abierta que es un perpetuo show. Aunque también hay mesas bajas, nuestro consejo es claro: encarámate a la barra y disfruta del espectáculo. Merece la pena ; )

 

 

Ahora que ya te hemos puesto en situación, vamos a hablar de la “cocina contaminada” de Arallo. “Y eso, ¿qué carallo es?”, diría cualquier buen gallego (y dirás tú). Nada más y nada menos que la combinación entre productazo gallego y técnicas, sabores e influencias de otros lugares del mundo. Todo presentado en platos desenfadados con un aire muy street food que, ya lo sabes, es nuestra debilidad.

La carta viene en un papelito “a lo 100 Montaditos” (dicen que si mencionas esto en voz alta no te vuelven a dejar entrar) con sus casillas para que marques cuántas raciones quieres de cada plato. La decisión no será fácil y te tendrá con el lápiz bailando una sardana en los dedos un buen rato: aquí todo tiene pintaza, por suerte, siempre puedes preguntar a los cocineros (todos majísimos) para que te ayuden a salir de dudas. Los platos se dividen según su técnica en frío, al vapor, fritura y brasa con horno Josper. Los locales del grupo Alborada son archifamosos por sus pescados y mariscos, así que pedir alguno es casi imperativo divino: encontrarás, por ejemplo, lomos de xarda a la brasa sobre patata machacada con jalapeños; sargo con sopa de miso y citronela o el nigiri de merluza curada sobre croqueta, uno de los hits del local. Con todo, hay que decir que la carne es un puntazo también, con platos de aúpa como la costilla de vaca cocinada durante horas o su tartar de ternera con tuétano al Josper. ¡Ah! Suelen tener platillos fuera de carta: ¡pregunta!

¿Se te hace la boca a agua? ¿Mueres por ir YA? Ojo porque en Arallo no admiten reservas (aunque por ahora no suele estar muy lleno) y, aviso para los fanáticos del dulce (como nosotros): no hay postres. Por suerte el déficit de azúcar se compensa con una interesante ‘Carta líquida’ en la que además de cervezas artesanales y vinos gallegos encontrarás buenos y originales cócteles con los que rematar la cena.

Te contamos, como siempre, nuestra experiencia “con platos y señales”, yeah!

– ARALLO, PLATO A PLATO –

Volandeira agripicante

Cuando la cosa empieza a este nivel, es que promete. Dos carnosas volandeiras (un molusco parecido a la zamburiña) curadas en agua de mar con una viciosa salsita entre dulce, agria y picante que combina de lujo.

 

Aguacate y galo pibil

Un homenaje al hermanamiento entre México y Galicia con una atrevida fusión de aguacate con carne de auténtico gallo celta macerada al estilo de la cochinita pibil (con achiote y naranja), combinada con aguacate, hierbas aromáticas y salsa agri-picante, que se toma con tortillas de maíz.

 

Croqueta de nigiri de merluza

Un plato muy loco con reminiscencias japonesas en el cual encontrarás uno de los productos fetiche de los de Alborada: la merluza, que se sirve curada en agua de mar y sobre una croqueta semilíquida de salsa verde rebozada en harina de maíz. ¡Fresca, sorprendente!

 

Dumplings de parihuela de marisco

Nos pasamos a la sección “vapor” con estos dumplings preparados con una masa resultona, rellenos de gambones, mejillones, volandeiras y corvina con sopa al estilo parihuela peruana concentrada, y cubierta de salsa de choclo, migas extremeñas, maíz crujiente, cebolleta y un toque de picante. ¡Ñam!

 

Pizza indi

Otro mini punto orgásmico para Arallo. Simple y a la vez rompedora, esta pizza de apariencia inocente y sabor épico combina una masa de pan al estilo indio cocida al horno Josper (de ahí su saborazo a brasa que nos flipó), con queso San Simón gallego (ahumado), chutney de mango, anguila ahumada y brotes. ¡Uff!

 

Mejillones con mojo verde

Sí, estos mejillones gallegos grandes y jugosones están en la sección “brasa” porque se preparan también al Josper, donde pillan un toquecillo ahumado muy interesante. Se sirven con una salsita de cilantro y lima para chuparse los dedos.

 

Cola de merluza con especias

Seguimos abonados al horno Josper con esta gran cola de merluza marinada en especias y asada hasta quedar jugosona por dentro y bien crujiente por fuera. Se toma acompañada de tortillas de maíz, con una mezcla de verduras y hierbas y una salsa de aguacate y wasabi.

 

Tuétano con tartar

Para rematar le hincamos el diente un buen tartar de carne de cadera de ternera rubia gallega marinada servido sobre tuétano -cocinado al Josper- y con un toque final de soplete.

 

Cócteles

A nosotros que tenemos escrito a fuego en nuestros Diez Mandamientos eat&love aquello de que es pecado capital cerrar una cena sin un postre nos da mucha pena que en Arallo no haya alguna opción fresca y gamberra para despedir la comida. Se lo perdonamos por su carta de ricos cócteles con un toque siempre original. Nosotros elegimos un Orujo Sour (al estilo del pisco sour pero con orujo gallego) y un Cambre Mule (ginebra, ginger beer y jengribre fresco).

Y con esto y un bizcocho, ¡nos despedimos hasta la próxima!

Con cariño,

Susana & Fabio
 

LET’S GO, BABY!

 
  
 

DIRECCIÓN

C/ Reina 31 (Metro Sevilla) – Ver en Google

No admiten reservas

 

TE VA A ENCANTAR…

  1. Thais

    11 noviembre

    Fuimos a comer al Arallo y fue una auténtica sorpresa. ¡Qué ricoooo! Nos dio pena que ese día no hubiese platos fuera de carta. Nos quedamos con las ganas de probar el tuétano o la merluza, pero ya volvermos. Lo más rico: la pizza, las volandeiras y la calidad de los mejillones que se deshacían en la boca. Lo menos sorprendente: las croquetas de nigiri y las empanadillas de choco.

    • Equipo eat&love
      Equipo eat&love

      14 noviembre

      Qué bien, nos alegramos de que os haya gustado tanto! A ver si repetimos también! ?

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