- COME Y AMA, LO DEMÁS YA VENDRÁ -
LEYENDO

10 aperturas de éxito que quieres (y debes) incluir en ...

10 aperturas de éxito que quieres (y debes) incluir en tu lista de propósitos de 2014

Estos son los 12 locales más ‘chulapos’ que ha parido Madrid

Chulos y chulas, ¡mozos y mozas! Los eatandlovers somos fieles amantes de las comilonas de toda la vida (y de las sobremesas que se alargan hasta el infinito y más allá, of course). De la ensaladilla rusa que abre, la txuleta que acompaña y el chupito que cierra, ¡oiga! Que nos tira -y mucho- lo nuestro, nos seduce lo castizo y, sobre todo, nos pone lo bien hecho. Por eso hoy te traemos los 12 locales más castizos (y muy auténticos) que ha parido Madrid. Porque como el producto de nuestra tierra no hay ninguno, y ya va siendo hora de grabarlo a fuego en nuestras mentes (y en nuestros corazones). Toma nota, pequeño tragaldabas. Esto es una oda en toda regla a los reconfortantes pucheros de abuela, a nuestras jugosonas tortillas de patata y a unas buenas croquetas de ibérico con papada. ¿Estás listo? Cerveza en mano, baberos en posición… ¡vámonos!

 

Taberna La Carmencita: la niña castiza de Chueca

Nos transportamos a 1854 a la que sigue siendo la segunda taberna más antigua de Madrid. La Taberna La Carmencita es una casa de comidas de las de toda la vida, como las que se destilaban antes. Con alma de verdad, mesitas de madera, preciosos platos de cerámica y una carta que no te importará leer enterita mientras te tomas un vermú bien fresquito, de esos con los que empiezan a fluir las conversaciones a media luz. Cada detalle hecho con cariño. Con el de antes y el de ahora. Encontrarás productos bien honestos, de esos de pueblo de toda la vida (pan de harina ecológica, mantequilla fresca de sus ganaderos de la Sierra, queso de San Pedro del Romeral, miel de Patones, yogures artesanos y más) pasando por almuerzos domingueros llenos de zumos de frutas y huevos poché, hasta la comida de tabernaza de siempre, donde te ofrecen 75 recetas de cocina tradicional como cazuelitas de montaña, rabo de ternera de Cantabria, arroz marinero, verduritas salteadas o callos a la madrileña, entre otros. Todo orgánico, natural y bien hecho.

Precio medio 25€ sin bebida
Calle Libertad 16 (Metros Chueca – Banco de España)

RESERVA EN LA CARMENCITA

 
 

Taberna Pedraza: vuelta al origen

Volver a los orígenes siempre es un buen plan. Y si encima se hace de forma fiel, todavía mejor. Eso vas a encontrar en la nueva Taberna Pedraza (la que ahora también recoge en el mismo local a Casa de Cocidos Carmen, el famoso cocido de Carmen Carro). Pasión y originalidad volviendo a sabores de antaño con un producto (como dirían nuestras abuelas) de primera. Y es que Santiago Pedraza y Carmen Carro son una pareja -de cocina y de manita- que han recorrido la geografía española de cabo a rabo para elegir ellos mismos los productos y sus proveedores. Te puedes imaginar entonces la calidad del asunto, ¿no? Así, y con un poquito de su magia, es como consiguen elaborar las recetas y platos más emblemáticos de la cocina española de una forma fiel y auténtica. Poniendo un cariño brutal en cada paso, y pariendo platos como su icónica tortilla al estilo Betanzos, sus croquetas de jamón de bellota, su deliciosa ensaladilla rusa, y otros más contundentes como los buñuelos de bacalao al punto de sal, el chuletón de lomo de vaca rubia gallega madurado, y especial mención para sus guisantes de Llavaneras a la parrilla (explosionan en la boca como pocos). Como remate final, además de otros postres, Carmen te hace una quesada pasiega buenísima.

Precio medio 25-40€
Calle Recoletos 4 (Metro Colón)

RESERVA EN TABERNA PEDRAZA

 
 

Cocina castiza Madrid

Taberna La Elisa: viva el castizo de pura cepa, muerte al postureo.

Ay, amigo. Lo que se cocina en Taberna La Elisa no se explica con palabras: se come a bocados (y qué bocados). Como ya te contamos hace poquito en este post, cuando cruces la puerta del local vas a viajar al Madrid de 1907 con ese aire cañí que lo impregna todo. Se respira jolgorio por toda la sala, y es el sitio perfecto para entrar a por el primer vermut del día y salir a las 5 de la tarde después de haberte pegado una buena comilona a base de raciones y picoteo bien sabrosos. Su propuesta es clara: sencillez y productazo. Platos de toda la vida muy bien elaborados por las manos de David Alfonso (miembro del triplete de chefs del Grupo TricicloTriciclo y Tándem– junto a Javier Goya y Javier Mayor), sabores con solera, de esos que se encuentran en los hogares madrileños. Muévete entre sus tapas y pinchos de autor y sus raciones (o medias raciones) más elaboradas. Nosotros flipamos con su croqueta cremosa de jamón ibérico que venía rematada con velo de papada Maldonado, las gambas rojas al ajillo, sus impresionantes dados de bacalao o, para los más carnívoros, el lomo de vaca vieja. Todo está para repetir, ¡palabra!

Precio medio: 25-30 € (con cerveza y postre)
C/ Sta. Maria, 42 (Metro Antón Martín)

 

 

Café Comercial: el renacer de un clásico

Ya te hemos hablado mil y una veces del despertar del mítico Café Comercial y de esa ”temida” renovación que ha terminado siendo un éxito gracias a los chicos del grupo El Escondite. En ella han sido fieles a la esencia castizorra del clásico, pero con una imagen y una propuesta gastro modernizadas. No se han olvidado (menos mal) de mantener sus desayunos y meriendas y sus famosísimos chocolates con churros. En el resto de su carta vas a encontrar embutidos, gildas y algunas raciones bien ricas como sus bravas (espectaculares, ¡palabra!), las croquetas hechas con leche del Guadarrama, sus mejillones tigre, ensaladilla… y mucho más. Porque aquí no falta de nada: también ofrecen una carta de proximidad diseñada con bastante acierto por el cocinero Pepe Roch (Macareno, Bárbara Ann) donde zamparte, por ejemplo, unos ricos canelones de rabo de toro en su jugo con bechamel y portobello. Para beber tienes varias opciones, pero ya que estamos con el modo chulapo ON cálzate su vermut de grifo de la casa que elaboran en Reus para ellos. Te contamos toda nuestra experiencia con más detalle en este post.

Precio medio 30-35€ (con vino y postre)
Glorieta de Bilbao, 7 (Metro Bilbao)

 

 

Celso y Manolo: la locura en 10 metros cuadrados

Este vecino (y hermano) de Taberna la Carmencita tiene una carga heredera encima de cuidado: es la antigua Taberna Argüelles, uno de los bares más emblemáticos de Chueca fundado en 1971: tras su barra (ahora neocastiza) se sirvieron vermús, cañas y pinchos de tortilla durante casi medio siglo. De esta taberna emana un ambiente desenfadado y divertido que engancha desde el minuto uno (como te contamos aquí en detalle), pero su comida te mantiene ahí horas al pie del cañón (y también la cerveza, ¡para qué nos vamos a engañar!). En Celso y Manolo proponen volver a las raíces con raciones y tapas tradicionales de toques contemporáneos y materia prima de calidad, pero ojo, no caen en el ”pitorreo de modernez” que puedas esperarte. Sus proveedores son eco y artesanos. Vamos, comida de siempre de la que, cuando está bien hecha, te lleva al cielo: empanadillas de atún, bocadillos de calamares, pepitos de ternera, ensaladilla rusa (memorable), arroces, conservas, verduras de la huerta, pescados… un jolgorio donde el protagonista indiscutible es el recetario español.

Precio medio: 30-35€ con vino y postre.
Calle Libertad 1 (Metro Banco de España)

RESERVA EN CELSO Y MANOLO

 
 

Gran Clavel: finorro y castizo, ¿por qué no?

En el Hotel de Las Letras (donde antes estaba Al Trapo) vas a encontrarte con Gran Clavel, el coqueto y castizo local en plena Gran Vía que despacha vinos y vermuts que da gusto. Un concepto triple que incluye una zona vermutera súper animada (dónde podrás tomarte desde un café y unos buenos churros hasta un vermut Zecchini de grifo acompañado de embutidos artesanos); un bar de vinos donde podrás hincarle el diente a unos platos más cosmopolitas (como el ramen de cocido) mientras te tomas tu tiempo eligiendo una de sus 70 referencias de vinos (sobre todo de Madrid y de La Mancha) junto al cava o el champagne; por último está su casa de comidas, donde el chef Rafa Cordón diseñó una carta inspirada en los platos más icónicos de Madrid con producto de primera, técnicas contemporáneas y algún que otro guiño creativo. Además, los sábados ofrecen cocido Madrileño. Perfecto para llenar el cuerpo después de una sesión vermutera de par de mañana. Échale el ojo a nuestra experiencia al completo en este post de aquí ?

C/ Gran Vía 11 (Metros Sevilla y Gran Vía)
Precio medio: 35-40 € (con vino y postre)

 

 

Imagen: La Tasquita de enfrente

La Tasquita de enfrente: el rey de la cuchara

Los amiguis de La Tasquita de Enfrente se marcan unos platos tradicionales que dan bien de gustito, oiga. Este local es otro de los clásicos que no pueden faltar si te entra el mono de cocina de la tierra. Y es que Juanjo López, el chef, ha continuado con la tradición familiar pero ha echado un puñado de actualidad a su cocina de mercado haciéndola más versátil (y deliciosa). Su sopa castellana de ajo (cuidado si tienes una cita después) elaborada con productos de origen español, los callos ‘Gaona’ (entre los mejores de Madrid), la ensaladilla rusa, su ventresca de bonito al horno o el pichón de Bresse Asado son solo algunas de las cosas ricas que encontrarás en su carta. Apúntate su menú degustación por 79€, porque lo merece.

Precio medio: de carta 60€ / menú degustación 70€
Calle de la Ballesta, 6, 28004 Madrid (Metro Callao – Gran Vía)

 

 

Imagen: La Bola

La Bola: 150 años de cocido madrileño

Podríamos enumerarte una lista de sitios en los que comer buen cocido madrileño, pero hemos decidido incluir La Bola porque es de lo último que nos llevamos al cuerpo en materia de cuchara. Este clásico es uno de los mejores de Madrid, y bien sabido es que pocos platos hay más castizos que un cocido en condiciones. Después de un largo paseo por Los Austrias entra de maravilla (cuando hace frío aún más, aunque nosotros no renunciamos por mucho caloret que haya). Su carta tiene otras opciones, pero aquí se viene básicamente a que te den la misma receta de cocido que elaboran desde que subieron la verja hace más de un siglo. ¿Cómo? En puchero de barrio individual, donde lo cocinan sobre las brasas de carbón. Tal y como lo hacía la bisabuela Cándida, y sabe a gloria.

Precio medio: 30-35€ con vino y postre.
C/ de la Bola 5 (Metro Santo Domingo)

 
 

Imagen: la madrid morena

Taberna y Media: la sencillez por encima de todo.

El chef de Taberna y Media, Jose Luis Martínez, es un amante del buen producto y de las cosas hechas como Dios (y el mercado) mandan. Ven a ver con tus propios ojos el cariño con el que cuida de cada plato que sale de la cocina. ¿Su propuesta? Una modesta y acogedora taberna que derrite paladares a base de platos sencillos, pero sabrosísimos. Recetas de antes adaptadas a los tiempos que corren. Sus torreznos crujientes de Fuentidueña son otro rollo (casi parece que estés comiendo trozos de cochinillo). Sus riquísimas bravas cremosas o el original milhojas de sardina ahumada con esponja de tomate son otros de los must a probar. El momento dulzón viene protagonizado por su contundente tarta de queso (cremosa y muy ‘avainillada’) o su famosa torrija de anís con helado también de vainilla (ya te lo contamos en el post de las mejores torrijas de Madrid). Todo delicioso. Sin duda un gran ejemplo de lo acertado que es ofrecer pocos platos, pero muy bien elaborados (y otorgando importancia extrema al producto). Sí, se puede comer de escándalo sin florituras ni moderneces ?

Precio medio: 30-35€ con vino y postre.
C/ Lope de Rueda 30 (Metro Príncipe de Vergara)

 

 

Imagen: Madrid a la carta

La Raquetista: Habemus producto de temporada

La zona de Retiro está que arde (ahora más que nunca) y uno de los culpables es sin duda el restaurante La Raquetista. Un templo absoluto del producto de temporada donde la materia prima es la reina indiscutible de la casa. Aquí Javier y Paco Aparicio, creadores del proyecto, tratan de perturbar las elaboraciones lo menos posible (virguerías creativas las justas) para que los ingredientes no sean eclipsados y brillen con luz propia. Por eso su carta es súper sencilla y escueta (no le hace falta más) pero está bien decidida: en ella encontrarás no solo sus clásicos -los torreznos, las bravas o los buñuelos de bacalao-, sino también platos que dicta la temporada. Prueba su cocina tradicional a base de callos, patas y morros, sus deliciosos garbanzos con butifarra negra, setas y foie o la carrillera de atún rojo al vino tinto. Ah, y hablando de vinos, tienen una bien elegida carta que hace un recorrido estupendo por casi todas las regiones vinícolas de España (están obsesionados con elegir el mejor vino para maridar), así que ya sabes con qué mojar el banquete ?

Precio medio: en barra 15-20 €, en sala 35-40€.
Calle Doctor Castelo 19 (Metros Ibiza – Príncipe de Vergara)

 

 

Imagen: Guía Repsol

Taberna Los Delgado: Castizo, canalla y lo que surja

A caballo entre Conde Duque y San Bernardo (en calle La Palma, para más señas) se encuentra Taberna Los Delgado: una taberna madrileña que reinterpreta la cocina de siempre y que es, como dicen ellos, ‘Canalla y Castiza’. Y no se equivocan. El Chef David Delgado ejecuta platos en los que demuestra su amor por la gastronomía madrileña, la de su ciudad, siempre con productazo local de kilómetro 0 (de pequeño productor). Aquí te vas a poner fino a base de guisos (y cocido) con sentido y mucha personalidad, además de probar platos donde la sencillez también es la protagonista. Como su tomate Raff con pamplina silvestre y Roy Cheddar rallado, las pochas estofadas con cigalitas, los huevos de corral fritos con trufa negra fresca o el pollo de corral en pepitoria. No te vayas sin probar su versión del cocido: en formato rollitos. Un guiño de ojo a Asia en toda regla con su salsa agridulce hecha con el caldo del propio cocido.

Precio medio: 30-35€
Calle La Palma 63 (Metro Noviciado)

 

 

Imagen: La Castela

La Castela: viaje a 1929

En 1929 se fundó una taberna de nombre Bodega Méntrida. Después, en 1989 se refundó con el nombre La Castela y manteniendo la arquitectura típica de las tabernazas madrileñas de toda la vida. Con el típico mostrador de estaño, los espejos y los mármoles que nos trasladan de golpe al pasado. El sabor del local no se aleja mucho: su propuesta fue (y sigue siendo a día de hoy) conservar los platos tradicionales de la ciudad, además de ofrecer tapeo a base de platillos castizos memorables (a precios fetén, ¡oigan!), vermuts y cervezas. Un serpentín que ha visto pasar a generaciones y generaciones de disfrutones y que, ahora, sigue dándonos de comer como si estuviésemos en casa de una abuela. Su carta se divide en ‘Se tercia’ (anchoas, tablas de quesos, cecina de León, etc), entrantes (con marisco variado), sugerencias más ‘potentorras’ (como el arroz meloso de pulpo y calamar), carnes y pescados. Dale caña a una merluza a la bilbaína o a las chuletillas de cordero lechal y mójalo todo bien en alguno de sus vinos de la casa (por ejemplo, con un Marínez La Cuesta crianza).

Precio medio: 30-35€
Calle La Palma 63 (Metro Noviciado)

 

Y con esto y unos chatos, ¡nos despedimos hasta la próxima! ?

 

 


TE VA A ENCANTAR…

  1. Ángel

    29 septiembre

    ¿Desayunos honestos?, ¿en serio?, creo que la burbuja gastro-tontuna está a punto de estallar, y se llevará por delante a todos estos amantes del postureo…

    • Equipo eat&love
      Equipo eat&love

      29 septiembre

      Dejadnos a los que disfrutamos con desayunos preparados con pan de verdad, mantequilla sin procesar y productos artesanos seguir disfrutando… Aquellos que estén hartos de la “burbuja gastro-tontuna” siempre pueden recurrir a zumos de bote y bollería Martínez ?

      • Ángel

        29 septiembre

        Tengo la suerte de ser de un pequeño pueblo y poder haber desayunado muchos años con pan de verdad, embutidos caseros, mermeladas hechas por mi abuela, miel recien recolectada, y sigo creyendo que hay una burbuja “gastro” y un postureo sin límites.

        Ah, y a eso que hacíamos ( y todavía hacemos) lo llamamos simplemente “desayuno”, ? ?

        • Equipo eat&love
          Equipo eat&love

          30 septiembre

          Qué envidia esos desayunos, Ángel! ? Por desgracia, hay muchos tipos de “desayuno”: los hay buenos y los hay malos. El imperio de la comida procesada, los zumos concentrados, los cruasanes con grasas hidrogenadas… ha hecho daño durante muchos años. No tenemos la suerte de siempre poder disfrutar de esos impresionantes desayunos de pueblo en Madrid. Por eso creemos que es importante aclarar que un desayuno es “honesto” si precisamente está preparado con productos artesanos de verdad, sin conservantes, colorantes ni alimentos procesados, como los que tú disfrutabas en casa de tu abuela.

          • Ángel

            30 septiembre

            Lo entiendo, y no pretendía ser impertinente, únicamente me llamó la atención el calificativo de honesto. Por lo demás me suelen gustar vuestras recomendaciones e incluso en más de una ocasión os he hecho caso y cuando se me caban las ideas tiro de vuestras recomendaciones y luego ante mis amigos presumo de que son propias ( lo cual no es muy “honesto”, lo sé ? ? ?

            Saludos

      • Ana

        30 septiembre

        Lo de la burbuja gastro tontuna suena ofensivo pero la respuesta tampoco me ha parecido muy elegante . ¿Por qué entrar al trapo? Vuestras recomendaciones -para gustos,los colores- denotan frescura, me gustan.

        • Equipo eat&love
          Equipo eat&love

          30 septiembre

          Gracias Ana! No era la intención entrar al trapo, sino poner un poco de humor. Sentimos que lo hayas malinterpretado ?

  2. INES

    30 septiembre

    Dejadme que os diga con total honestidad y humildad que si necesitas salir fuera de casa para tomar un buen desayuno tienes muchas carencias en tu día a día…

    • Equipo eat&love
      Equipo eat&love

      30 septiembre

      Hola Inés, se puede disfrutar de un buen desayuno en casa y se puede disfrutar de un buen desayuno fuera. Quién habla de que sea “necesario”? Disfrutar de la vida no es “necesario” pero viene muy bien ?

  3. INES

    30 septiembre

    Heavy eater??? Jajajaja
    Lo acabo de leer… Alguna persona culta, no como yo, que pueda explicarme este anglicismo.

  4. Ángela

    1 octubre

    No entiendo tanta crispación, ni que gente a la que le gusta comer en casa lea este tipo de blog. No seáis tan destructivos.
    Ánimo porque a mí me habéis descubierto sitios realmente interesantes, aunque otros no tanto, y en esos casos criticaré al que me sirvió la comida, no al que me la recomendó.

    • Equipo eat&love
      Equipo eat&love

      1 octubre

      Muchas gracias por los ánimos y por leernos Ángela! ?

  5. Ricardo

    1 octubre

    Hola,
    Sin ánimo de polemizar y sin conocer mi saber quiénes son Inés, Ángela, Ángel, a mí también me habéis descubierto sitios, en unos estaba 100% de acuerdo y en otros no.
    Digo esto porque últimamente parece que estáis “a la defensiva”, “entráis al trapo” y sí, parece que hay crispación en vuestras respuestas, como si os sintierais señalados…
    Me encanta vuestro punto de vista y os honra publicar todos los comentarios.
    Recuperas el punto “positivo y alegre” del principio!!

    Abz
    R

    • Equipo eat&love
      Equipo eat&love

      1 octubre

      Vaya, nos sorprende bastante lo que dices, aunque a veces hemos tenido alguna polémica frente a comentarios no muy respetuosos, no sabemos a qué te refieres con que últimamente entramos al trapo o hay crispación en nuestras respuestas. Más allá de este comentario sobre los desayunos honestos que tampoco esconde ninguna crispación no recordamos ninguna polémica en los últimos meses, y siempre intentamos ser majos en las respuestas! Muy sorprendidos, de verdad.

  6. Sonia

    12 octubre

    Hola, soy una de las miles de personas a la que les encantaría poder desayunar en casa, pero tener que irme a trabajar a las 5:30 de la mañana, levantándome a las 4:45, lo hace totalmente imposible, y puedo asegurar que eso no significa que tenga carencias en mi vida, me encantaría tener otro tipo de trabajo para poder levantarme como mucha gente, por ejemplo, a las 7 sin prisas….pero con los sueldos que ofrecen, hace complicado cambiar de trabajo para desayunar en mi casa, envidio a la gente que tiene esa opción, personalmente os agradezco las variedades de Locales que nos “descubrís” para los que estamos obligados a estar fuera de casa todo el día y no trabajamos en una oficina fija ni tenemos opción de tener un office donde desayunar o comer. Muchas gracias siempre por vuestras recomendaciones, unas acertadas, otras que en mi caso no me han convencido, pero deseosa de seguir descubriendo más.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Al usar este formulario nos autorizas a que almacenemos tus datos.

INSTAGRAM
eat&love en Instagram
Shares