PLANAZO PARA HOY: búscate una excusa cualquiera (que te has levantado con el pie derecho, que has conseguido trabajar 3 horas seguidas sin cotillear el Instagram, que te han despedido y quieres montar un puesto de perritos calientes en Vang Vieng…) y date un homenaje con un cóctel de esos que hacen historia. Creenos, glotón del buen bebercio, que un cóctel hecho en condiciones (y en compañía, mejor que mejor) lo cura casi todo. Y más aún si te lo tomas en alguno de los 19 locales que te proponemos hoy. Lugares encantados, donde cada sorbo te sabe a gloria y cada charla se alarga hasta las mil. Prepara bien el brazo, se te va a poner fuertote de tanto sujetar copas ? ¡Vaaaaaamonos!

 

Sasha Boom: la coctelería más deliciosa (y molona) de Ponzano

Nosotros metiendo a Sasha Boom en otra lista. Qué raro, ¿verdad? Si es que el que lo hace bien lo hace bien, y eso se nota. Como ya te contamos en este post hace un tiempo, aquí la coctelería (compartida con su hermano Pink Monkey) viene en una carta creada por Andrea Núñez. Y si creías que ya lo habías visto todo en materia coctelera, estabas lejos de la realidad. Todas sus propuestas están buenísimas. Nosotros probamos dos que estaban espectaculares, el Jurassic (servido en un recipiente con forma de huevo gigante, con vodka, majado de jengibre, sandía y pepino, maíz dulce y espuma de maracuyá con leche de coco) y el Guindori con zumo de lima, midori, sirope de pepino, ginebra macerada en pepino, naranja y lima kaffir y toque de ginger ale y hierbabuena. Para repetir mil veces.

C/ Raimundo Fernández Villaverde 26 (Metro Cuatro Caminos)

 

 

Mawey Taco Bar: el mexicano de visita obligada también lo peta a golpe de cóctel

No, en Mawey Taco Bar no solo hacen algunos de los tacos más deliciosos de Madrid (tal cual) sino que además te proponen embadurnarlo gracias a su carta de alcoholes, que va desde las clásicas chelas, aguas frescas y micheladas, hasta la coctelería propia (casi siempre a base de tequilas y mezcales). Que si Gin Fizz, que si un pisco, que si un Bloody Mary… pero coge especial protagonismo su Paloma de Jalisco, que te preparan con tequila, zumo de lima, zumo de toronja (pomelo) y sal negra. Todo bien rico. Echa un ojo al post que hicimos en nuestra visita y anímate a hacerles una visita, porque merece mucho la pena.

Calle de Olid, 6 (Metro Quevedo)
Calle de San Bernardo, 5 (Metro Santo Domingo)

 

UMO alta coctelería para bajar la parilla japonesa

Nuestra visita a UMO (que te contamos aquí al completo) no solo fue deliciosa a golpe de parrilla japonesa, sino también gracias a una carta de cócteles súper resultona y bien elaborada que nos encantó. Una barra que quita el hipo preside la entrada del local y se hace demasiado difícil ignorar su propuesta líquida, que está llena de aromas, aderezos y destilados bien apetecibles. Aquí probarás sus cócteles de autor que te llevan de viaje por sabores del mundo. Dale a su Unicorn Tail, al Samurai Sour o al Asia Fizz. A nosotros nos encantó el -atención al nombre- Ta to lico esto. Un cóctel que venía en un vaso de piedra súper fresquito. Lo preparan con Martini rojo (perfecto a modo ‘’vermut’’ previo a la comilona), licor de la polinesia, soda de sake y lima. La mezcla perfecta de ácido y dulce. También nos gustó mucho el Bloody UMO, su particular versión del clásico Bloody Mery elaborado con Vodka Stolichnaya, Vodka Belvedere con chiles thai, zumo de tomate, salsa UMO y salsa japomex (dos condimentos elaborados por ellos), sal Maldon, pimienta negra y eneldo.

Paseo de la Castellana 43 (Metros Rubén Darío – Gregorio Marañón)

 

Angelita: ponerle cariño a las cosas era esto

Angelita es un local que te hemos recomendado mil veces para ir a comer (propuesta gastro del chef Roberto Serrano) y a tomarte unos buenos vinos (tienen más de 500 etiquetas, todas muy especiales). Pero a lo que quizá se le ha dado menos importancia es a su parte coctelera. Y es que, sin ser lo más transgresor que te vas a encontrar, sin duda este local es uno de los mejores sitios para tomarse un coctel en condiciones. Porque el cariño y la calidad con la que sus dueños y bartenders lo preparan todo se nota desde el minuto uno. Aquí saben lo que se hacen, y además de tenerle mucho respeto a los clásicos, se lanzan también con propuestas diferentes como el ‘Whiskey Sour’ bacon o el ‘Del BRONX a Sanlúcar’ manzanilla. Si no te decides déjate aconsejar, que te van a guiar de maravilla ?

Calle de la Reina, 4 (Metro Chueca)

 

Benarés: cócteles con sabor a India

Si algo nos enamoró del restaurante hindú Benarés, fueron sus cócteles con sabor a las Mil y una Noches. El restaurante indio más sofisticado de Madrid cuida mucho su zona de bar, en la que ofrece algunos de los cócteles más exóticos y deliciosos de la ciudad, además de una pequeña selección de tapas indias reinventadas. Si quieres viajar a través de un trago, este es tu sitio: Passion Fruit Chutney Martini, Mumbai Martini, Margarita de azafrán… Descúbrelo por ti mismo/a y después nos lo cuentas : )

Calle de Zurbano, 5 (Metro Alonso Martínez)

 

Garra Bar: el lobby bar castizo y cosmopolita que no te esperas

Si te adentras en el Hotel Barceló Torre de Madrid, llegarás al restaurante Somos Garra y a su rincón coctelero llamado Garra Bar. Fliparás con su interiorismo, obra de Jaime Hayón y, tras su barra de mármol, podrás catar la propuesta coctelera de Andrei Gherman. ¿Y cómo es? En ella elabora cócteles que viajan por distintos países y terminan con guiños locales y divertidos, como su Martínez, que elabora a base de gin tipo Old Tom, vermut, bitter de naranja y licor de marrasquino. Puedes ir picándote unas ostras, una tortilla de patata o unas anchoas del Cantábrico mientras vas eligiendo el cóctel que más te apetezca. Si prefieres acompañar el festín con un cóctel sin alcohol también puedes. Elige por ejemplo su Agua de Madriz con frutos rojos, miel, limón y naranja o el Virgin Piña Colada.

Plaza de España, 18 (Metro Plaza de España)

 

The Dash: el secreto mejor guardado de Olavide

¿Cuántas veces te has ido de Chamberí pensando que no era un barrio de copeteo? Seguro que demasiadas, pero hoy venimos a contarte que estabas equivocado. The Dash es el local perfecto para darle al cocteleo post cenita. Al entrar verás su increíble barra de los años 70, techos altos y otros elementos que el dueño ha querido mantener. Aquí el bartender Rubén Gracia (fue uno de los bartenders del mítico 1862 Dry Bar de la calle Pez durante tres años) se rinde a los clásicos para que no nos olvidemos de ellos. ¿Su objetivo? Que la gente abra la mente y se atreva a probar algo diferente (por muy tradicional que sea). Y que no te engañe su aura nocturna y felina, porque aquí se sirve el aperitivo a la hora del vermut y se toma en copa de cóctel de 5 formas distintas. El ‘Ford Cocktail’ de 1985, el ’Hanky Panky’ de 1930, el ‘Bijou’ de 1900, el ‘Bamboo’ de 1908 y el ‘Luigi’ de 1922.

Calle Murillo 5 (Metro Iglesia)

 

7 Craft Bar: destilados handmade en un hotel malasañero

El 7 Craft Bar es la parte comestible (y bebible) del 7 Islas Hotel. Un espacio gastro bastante especial en el que Narciso Bermejo (el creador de Macera, local del que ya está desvinculado) vuelve a la carga con los destilados artesanales de elaboración propia. No te vayas sin probar el cóctel que han creado con su nombre, elaborado a base de tequila, tomillo, cilantro, chile rojo, limón y frambuesa. Pintón. Y si te entra el hambre con tanto bebercio, apáñate algo de su carta: su joven chef Xbi Guilart se formó en los fogones de Diverxo, Kabuki y Lera. ¡Pepinazo de sitio!

Calle Valverde 14 (Metro Gran Vía)

 

San Mateo Circus: las noches que sabes como empiezan pero…

Sí, San Mateo 6 ha sido para todos los madrileños un espacio de referencia nocturna durante décadas. Ese clásico sitio al que vas a tomarte algo y no sabes cómo acabará la noche. Desde hace un año ha renacido como San Mateo Circus, con un interiorismo art déco y con una propuesta coctelera de autor bien interesante. En su carta te vas a encontrar cóctels deliciosos como el Buffalo Bill (Bulleit Bourbon, sirope de vainilla, zumo de limón, TH Cherry Blossom soda y menta), el Rider-Waite (Hendricks, sirope de mango ECO, zumo de limón, pino mugo y Three Cents Gentlemen’s soda) o el Doña Teresita García (Tequila Don Julio blanco, sirope de arce, zumo de lima, Magdala y manzana BIO).

Calle de San Mateo, 6 (Metro Tribunal)

 

Nubel: empiezas desayunando y terminas…

Ya os hemos hablado varias veces de Nubel. La última, en nuestra lista de las mejores terrazas de Madrid. Este rincón dentro del Museo Reina Sofía no solo conquista por sus desayunos, brunch, comidas y cenas a cargo del chef Javier Muñoz-Calero. Aquí se marcan un ambientazo a golpe de música y cócteles de autor que da gusto. Su carta líquida ha sido creada por Joel Jamal (uno de los mejores cocteleros de nuestro país) y en ella encontrarás desde los copazos más clásicos hasta otros de creación propia. Por eso podrás pedirte desde un pisco sour hasta un dry cherry (elaborado a base de Gin London No. 3, Licor de Marrasquino, Gin macerada con cítricos, licor de albaricoque japonés, zumo de lima).

Calle Argumosa 43 (Metro Estación del Arte)

 

Viva Madrid: lo nuevo (y viejo) de Diego Cabrera

Viva Madrid es un local de 1856 a un paso de la Plaza de Santa Ana que vio emborracharse a Dalí y a Ava Gadner y más tarde a otras buenas piezas de La Movida madrileña. Así que si coges su historia y le vuelves a dar vida, te puede quedar algo muy jugoso. Eso debió de pensar el crak argentino de la coctelería Diego Cabrera (quien ya lo petó, como te hemos contado, con Salmón Gurú), que es en parte responsable de este renacer la mítica taberna de Las Letras. Concepto que ha renacido gracias a él y a su grupo hostelero Twist de Naranja (proyecto que comparte con Ricardo García y Gustavo Dipascuale). Aquí se empieza con el vermut y se acaba con un Old Cuban, así que ándate con ojo. Que el jazz te va a atrapar y no te va a dejar salir de ahí en horas. Sobre todo si te quedas en la cara B del local (la coctelera, en la planta de arriba), donde se recuperan clásicos como el Brooklyn, un combinado con whisky, vermut blanco, Amer Picon y marrasquino. Si te entra el hambre, no temas. Su carta de tapeo castizo ha sido creada por Estanis Carenzo y Pablo Giúdice (Sudestada), lo cual suma bastantes puntos.

Calle Manuel Fernández y González, 7 (Metro Sevilla)

 

Anónimo Club: el secreto de Fellina

Fellina no solo destaca por su cocina italiana, sino por una joya escondida en su sótano: el Anónimo Club. Se trata de una barra de copas y cócteles a la que se accede con contraseña (tranquilo, te la darán en el restaurante), decorada de forma íntima y canalla, en la que además de tomarte unos buenos combinados en sus confortables sillones -perfectos para una reunión íntima- podrás probar una estupenda selección de cócteles de autor. No te pierdas el Black Guanábana (con licor de guanábana, whisky, lima, angostura y azúcar) o el Gimblette Framboise, con vodka y toques afrutados.

Calle de Caracas, 21 (Metro Alonso Martínez)

 

Salmón Gurú: la locura de Diego Cabrera

Diego Cabrera, quizás el coctelero contemporáneo más reconocido en Madrid, no para. Su proyecto Salmón Gurúlo ha estado petando desde que subió la verja. El local, decorado de forma muy original con neones, antiguas botellas… tiene dos espacios bien diferenciados: una barra al estilo de las coctelerías americanas de los años 60, en la que probar cócteles clásicos o más innovadores y atrevidos (además de champagne, cervezas artesanas y una buena selección de finger food) y una gran mesa, más exclusiva, perfecta para ver al barman en acción preparando todo tipo de cócteles mientras interactúa de forma imprevisible con los clientes.

Calle de Echegaray, 21 (Metro Antón Martín)

 

1862 Dry Bar: cócteles clásicos con mucha clase

Siempre que alguien nos pregunta por una buena coctelería, el 1862 Dry Bar aparece entre las 3 primeras recomendaciones que nos salen de la boca. Con una estética elegante y decadente a la vez que te encantará, es uno de los bares más especiales de Malasaña. En su barra, situada en un palacete del año 1862 (de ahí el nombre) podrás disfrutar de la mano de Alberto Martínez de una gran selección de cócteles clásicos maravillosamente preparados (no por nada han ganado el premio a la Mejor coctelería española del año 2014). Con poco espacio para la innovación, es de los mejores sitios para disfrutar de un Manhattan, un Negroni o un Old Fashioned preparados como Dios manda.

Calle del Pez, 27 (Metro Noviciado)

 

StreetXO: los cócteles más locos

La cocina canalla y callejera de aires asiáticos de David Muñoz no se sirve solo en estado sólido: los cócteles, preparados gracias a la buena mano del barman Carlos Moreno, son obligatorios aquí, no solo como aperitivo o sobremesa, también para acompañar sus orgásmicos platos. ¿Lo mejor? Déjate sorprender por ellos (son expertos en servirte exactamente “eso” que tienes en la cabeza). Si quieres ir a tiro fijo y probar algo diferente a todo, lánzate a a por el ‘StreetXO Líquido’ o el ‘Dabiz Muñoz’, ¡para quitarse el sombrero!

Calle de Serrano, 52 (Metro Serrano)

 

Sambhad: un rincón inesperado

A un lado de las escaleras que suben desde la calle Princesa hasta Conde Duque, el bar Sambhad pasa casi desapercibido. Pero su escondida terraza es súper agradable, y los cócteles que preparan sus majísimos propietarios, a un precio fenomenal, te encantarán. La carta (infinita) pasa de mojitos a combinados sin alcohol, cócteles clásicos, con fruta fresca, de autor… Eegir te costará más de un quebradero de cabeza, pero no te preocupes, todos están de maravilla: ¡acertarás seguro!

Calle Duque de Osuna, 4 (Metro Plaza de España)

 

Santamaría: coctelería malasañera

Un antiguo prostíbulo reconvertido en barra de cócteles con estilo que da mucha vidilla a la zona de Triball. Lo mejor es que vengas entre semana para disfrutar de su música tranquila (las noches de los findes se suele llenar bastante, al estar en pleno cogollín malasañero). ¿Y para beber? Pues cosas tan apetecibles como el Santamaría (champagne, puré de fresas, vodka y azúcar), Ron Delicious (ron, lima, amaretto y azúcar) o el Made in Japan (sake, whisky japonés y limón).

Calle de la Ballesta, 6 (Metro Gran Vía)

 

Harvey’s: un viaje a la América de los 50

En plena vorágine de la calle Fuencarral, este local con una curiosa estética de los años 50 americanos pasa algo desapercibido a primera vista, pero es otro de los aciertos seguros a la hora de tomarse un buen cóctel. Mientras suenan canciones oldies, podrás elegir entre algún cóctel clásico o propuestas más rompedoras como el ‘Invisible’, con vodka, lima, Drambuie, marrasquino y jengibre, o ‘For the good times’, preparado con mezcla de rones, té verde aromatizado, agua de azahar y zumo de limón.

Calle de Fuencarral, 70 (Metro Tribunal)

 

MAPA DE LOS MEJORES CÓCTELES DE MADRID

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