Pizza. “Pisa”. “Picsa”. “Piza”. Párlalo en italiani, en spagnolo, en chino mandarín o en lo que Dios te de a entender, el efecto siempre será el mismo, aquí y en Marte: vas a salivar de las ganas, y lo sabes. El invento más redondo después de la rueda trae a medio mundo de cabeza y los eat&lovers no íbamos a ser menos. Y es que una pizza-hecha como los Dioses del Olimpo mandan, eso sí: las cochinadas que te llevas del súper para alimentarte tus días de oso perezoso no valen- tiene el poder de iluminarte la cara, por muy de coliflor que la lleves. Redonda, cuadrada u ovalada; fina o gruesa, crujiente o elástica; napolitana, romana o argentina, poco importa cuáles sean sus apellidos. El caso es que es pizza, y como somos muy majos, hemos actualizado nuestra lista con 14 restaurantes para comer la mejor pizza de Madrid (y morir de amor en el intento). ¡Nos vamos!

 

Fratelli Figurato: la pizza napolitana ha vuelto a nacer

¡Ay, los Fratelli Figurato! La hermandad formada por Riccardo (el pizzero) y Vittorio (volcado en la imagen del proyecto) que hace ya un tiempo tienen a Chamberí revolucionado con su pizza napolitana reinventada. Y es que en Fratelli Figurato, como ya te contamos aquí, se trajeron un horno eléctrico Izzo de piedra refrectaria para mantener el calor a 430º y hornear solo su base: los ingredientes se añaden fresquísimos al sacarla para que no pierdan sabor. Puedes escoger su masa tradicional 00, la integral o la de 5 cereales con semillas, pero todas son bien ligeritas gracias a sus 36 horas de fermentación -y el ”ratazo” que le suman de reposo-. Su carta se divide en unos piccolinos o entrantes, una sección de burratas súper naturales-de las mejores que hemos probado- y la parte de las pizzas, en la que podrás elegir tradicionales o no convencionales. De las últimas dale caña a la Rock’N Roll, con mozzarella, panceta crujiente, gotas de pesto, pimienta negra recién molida y albahaca. Un vino blanco de su tierra para acompañar y sus famosos cannoli sicilianos, aunque nosotros no tuvimos valor suficiente para decir ‘no’ a su tiramisú casero.

Precio medio: 25€ (con vino y postre)
C/ Alonso Cano 37 (Metro Alonso Cano)

 

Hot Now: solo para yonkis pizzeros de verdad

Ay amigo, ¡cuando descubrimos Hot Now casi nos da un infarto! No es para menos, creednos (y leedlo en este enlace de aquí). Los chicos de Kuoko 360º han abierto Hot Now, una maravilla -real- que no te puedes perder bajo ningún concepto. Su masa lleva 72 horas de fermentación y tantea dos estilos: el napolitano y el romano. Sus pizzas tienen alma creativa y los entrantes nada que ver con Italia (aka un tiradito de langostinos o un roast beef de lomo bajo madurado para confirmarlo). Para el plato fuerte pedimos la pizza de Pesto Pistacho (con tomates confitados, calabacín fresco y lima rallada) que aunque no tiene queso, su base está elaborada con pistacho, albahaca, calabacín y panko crujiente. Acierto total. Aunque también probamos la Mex – más guarrona pero orgásmica- que venía a base de 3 quesos italianos (taleggio, reggiano y gorgonzola) y coronada con lardo ibérico fundido, romero y hongo huitlacoche. Sus postres no se quedan atrás: increíble el lemon pie o su tiramisú de oreo.

Precio medio: 20€ – 25€
C/ Barbieri 14 (Metro Chueca)

 

Araldo pizza: la pizza con ”estrella michelín” italiana

Araldo es un milagro caído del cielo de los foodies. Nacida en Verona, fue la pizza premiada 5 años consecutivos por la Guía Gambero Rosso (la Guía Michelín italiana) como una de las mejores pizzas de Italia. Su masa sigue la receta veronesa y se elabora con harina biológica molida a piedra, masa madre reposada 60 horas y con ingredientes solo de origen italiano. Suave por dentro y crujiente por fuera, ¡deliciosa! Nosotros ya te recomendamos la experiencia pizza a pizza por aquí, pero –Por Tutatis– no te vayas sin probar su San Giacomo: combina tomate San Marzano confitado a baja temperatura, queso Grana Padano curado, tomates semi secos rojos y amarillos, y una cremosísima y ”todopoderosa” burrata que nos enamoró. Nosotros cerramos la jugada, como no podía ser de otra forma, con una copa de helado artesano hecho por ellos.

Precio medio: 25€
C/ de los Madrazo 5 (Metro Sevilla)

 

Grosso Napoletano: a Nápoles con amor

Hace un año llegó Grosso Napoletano a Madrid. Un local en pleno barrio Salamanca -ahora también en Santa Engracia para gusto de todos los chamberianos– que elabora pizzas siguiendo la tradición marcada por Nápoles. Así, en Grosso la reina indiscutible es la masa gruesa, esponjosa y elástica, como manda la tradición napolitana; y el Rey su fenomenal horno de leña fabricado a mano en la ciudad italiana que las hornea en la friolera de 60 segundos (¡o menos!). En carta tienes para elegir desde clásicos que nunca mueren, como la margarita, la diavola o la quattro formaggi hasta hits Grosso-style como su pizza Leone, con base blanca, provola ahumada, mozzarela, longaniza napolitana y cebolla roja. ¿Y de postre? Una pizza de Nutella (sí, como lo lees) sólo apta para glotones empedernidos con amplias reservas de espacio en el estómago (si al final no te “cabe” siempre puedes pedirles a estos chicos tan majos una caja y llevarte el festín de chocolate calentito a casa).

Precio medio: 20-25€ pp. (con vino y postre)
C/ Hermosilla 85 (Metro Goya)
Paseo de la Habana 27 (Metro Santiago Bernabéu)
C/ Pez 11 (Metro Noviciado) – C/ Gaztambide 36 (Metro Moncloa)
C/ Santa Engracia 48 (Metro Iglesia)

 

Gioia: la del chef

Si sólo pudiéramos volver a comer (y a amar) en un italiano de Madrid, los eat&lovers elegiríamos Gioia de cabeza (y de estómago, y de corazón). En este romántico e íntimo restaurante de Chueca del que te hablamos ya hace tiempo aquí te esperan Davide y Daniela, dos italianos que son puro amore, como lo es la cocina italiana creativa de base tradicional de Davide Bonato. Y es que cuando Davide se decide a hacer algo, lo borda. Lo de las pizzas no lo tenía muy claro: como él mismo nos confesó, en Italia eso de mezclar a las dos reinas patrias (la pasta y la pizza) en una misma carta no mola mucho. O te casas con la una, o con la otra. Precisamente por eso, y porque Gioia está muy lejos de ser un restaurante italiano del montón, Davide se resistía a hornear pizzas. Pero los clientes-fanáticos de Gioia le pusimos ojitos y él, que es un cacho de pan, decidió hacernos caso. Así, Davide se lanzo a hornear pizzas elaboradas con harina caputo y masa fermentada 48h. ¿El resultado? Unas pizzas de escándalo, de masa muy ligera (de esa que llena menos) y fina, con ingredientes siempre fetén, fetén. Por aquí todavía soñamos con su pizza Davide Bonato (si lleva el nombre del chef, no puede defraudar) con inmensas lascas de trufa fresca, huevo y jamón ibérico, pero no acaba ahi la cosa. En carta vas a encontrar hasta seis joyas, como su pizza Zaffiro con anchoas del Cantábrico, alcaparras, cebolla roja, guindilla y aceitunas o su pizza Smeraldo con queso fresco stracchino, mozarella, espinacas y longaniza. ¡Mamma mía!

Precio medio: 35€ pp. (con vino y postre)
C/ San Bartolomé, 23 (Metro Chueca)

RESERVA EN GIOIA

 

Arallo Taberna: la pizza ”a la gallega” que quita el sentido

Vale, vale. Nos has pillado. Que Arallo no es Italia, ya lo sabemos. Pero es pura fusión internacional con el mejor producto gallego, y aquí dentro se hornea una de las mejores pizzas que hemos probado en la capital, que bajo ningún concepto podíamos dejarla fuera. Y es que sí, solo es una pizza. Una en toda su carta. Se llama Indi, y es perfecta. Auténtico orgasmo en tus papilas gustativas. Muy simple ella, con un sabor sencillo y puro elevado al cuadrado que te romperá los esquemas. Combina una masa de pan al estilo indio cocinada al horno josper (por eso sabe tan bien) y lleva por encima queso San Simón gallego ahumado, chutney de mango, anguila ahumada y brotes. Y ya está. No vamos a pedirles que monten una pizzería, pero unidos somos más fuertes. Y alguna que otra propuesta más de pizza en su carta podría salvar muchas vidas… ahí lo dejamos. Si queréis saber qué más se come en este paraíso, aquí tenéis el post que les escribimos hace poquito. De nada ?

Precio medio: 30-35€ pp. (con cerveza y cóctel)
C/ Reina 31 (Metro Sevilla)

 

López&López: orgasmo a la italiana en Lavapiés

Raquel Flores es una apasionada de la gastronomía azteca, pero… ¡sorpresa! También de la italiana. Y menos mal. Porque lo que ha montado en pleno Lavapiés con López&López es puro amor: masa fina y crujiente de fermentación lenta -de 48 a 72 horas- que hacen que te vayas de ahí ligero como un pajarito, pero con la barriga bien llena. Y además, sus ingredientes son de buenísima calidad y están llenos de sabor. Triunfan la murciana y la burgalesa, entre otras (todas tienen pintaza), pero nosotros no pudimos resistirnos a probar la pepperoni -con unas láminas de tocino ibérico derretidas en su horno de piedra y que quedan perfectamente fundidas de forma invisible sobre la pizza, junto al pepperoni y un huevo en el centro, coronada con virutas de parmesano-. Pero también nos lanzamos con su última incorporación: la mexicana. Esta tiene como base una crema de frijol, y el pollo que lleva por encima está 3 horas macerando a baja temperatura con tequila, lima y chipotle. A demás añaden pimiento rojo y cebolla morada. Acompáñalo todo de un buen vino italiano y termina con su tiramisú casero… Et voilá. Foodie pepinazo asegurado. Palabrita de eat&love ?

Precio medio: 15-20€ pp (con vino y postre)
C/ Cabestreros 4 (Metro Lavapiés)

 

NAP: la primera napolitana de Madrid

Entras, te topas de morros con su pedazo de horno y escuchas un hilo que habla italiano de fondo: es la banda sonora del local, esa que te hace saber que lo que vas a vivir aquí es auténtico. NAP tiene el honor de ser la primera pizzería napolitana de Madrid. ¿Y eso qué significa? Pues que su pizza está hecha con la masa tradicional napolitana, elástica y blandita, que se come doblada y -oh Dios mío- se deshace en la boca. Sus ingredientes son italianos y naturales, como todo el proceso, y solo su masa está ya preparada: la fermentan durante 72 horas. Y, con su horno de leña, despachan pizzas a 500ºC cada 55 segundos. Nosotros probamos una de las mejores, la Margarita: la pizza más simple de su carta (y del mundo) y nunca nos había parecido tan rica. Si vas, prueba también la Marinara –tomate casero, ajo, orégano y albahaca-, la Speck –trufa, speck italiano, champiñones y rúcula– o la Regina –tomates cherry, mozzarella de Búfala, tomate, aceite de oliva, albahaca y parmesano-. Planazo de fin de semana en Lavapiés, aunque si te quieres asegurar un hueco ve entre semana.

Precio medio: 15-20€ pp.
C/ Ave María 19 (Metro Lavapiés)

 

Pizza Posta: la pizza argentina de Lavapiés

Menuda han liado. Lo que empezó como una ”charleta” entre amigos para experimentar haciendo pan y repostería se convirtió en una ida de olla total, en la que un grupo de colegas se pone a hornear pizzas para cenar entre ellos y al final terminan vendiéndolas por el barrio. La broma les ha salido redonda -literalmente- y es que ya hay un recién nacido en Lavapiés: Pizza Posta. La pizza ecológica y al molde de larga fermentación, que tiene una masa de grosor argentino bien esponjosa, ligera y con un toque crujiente. Queso a tutiplén, como manda la tradición, y una carta de 9 pizzas con pintón. Entre ellas encontrarás algunas como su Posta -en honor a su nombre- elaborada con mozzarella, portobellos, huevo, trufa y parmigiano, o la Alonso, de mozzarella, boniato asado, queso stilton, nueces trituradas y cebollino. Para que pase bien tienes una selección de 15 vinos naturales. Tampoco faltan unos snaks a modo entrante como sus contundentes y deliciosos tomates quemados -un must– o sus 3 postres caseros a elegir como broche final.

Precio medio: 25€ (con copa de vino y postre)
C/ Amparo 81 (Metro Lavapiés)

 

Don Giovanni: ‘mangia e ama’

Un chef que reniega de comprar huevos en un supermercado solo podía parir un restaurante de lo más auténtico y high level. Aquí Andrea Tumbarello (siciliano de nacimiento) abre Don Giovanni en 2005 y la lia parda. Se dedica a rebuscar entre los sabores y aplicar a sus platos los que verdaderamente le transportan a su infancia. Y a nosotros, que somos fans de Sicilia hasta la saciedad, nos encanta. En su carta vas a encontrar recetas de pasta para caerte de la silla, pero no puedes irte sin probar alguna de sus pizzas. Como la de verduras o la de trufa negra. Y es que Andrea es conocido por su gran obsesión con la trufa. Tanto, que hasta posee una línea de productos con este hongo. Al final sus platos son de una cocina italiana sin pretensiones, pero con mucho sabor. Sencilla y preparada con cariño, igual que en la Italia de verdad.

Precio medio: 40€ pp.
Paseo de la Reina Cristina 23 Posterior (Metro Menéndez Pelayo)

 

Picsa: amar es compartir (y comer mucha pizza)

La excepción de la casa tenía que ser especial. Así que la niña argentina de Ponzano abrió sus puertas gracias a dos de los artífices detrás los locales Sudestada y Chifa. ¿Qué podía salir mal? Nada. Y Picsa es la prueba de ello. Tienes mesas, pero yo que tú tomaría asiento en una banqueta de su barra y presenciaría el espectáculo en directo. Así podrás ver cómo la arman y después la hacen en su horno de leña de encina justo antes de llegar a tus narices. De masa gorda, pero que no resta protagonismo al saborazo de sus ingredientes. Su carta es variada, con combinaciones que seguramente nunca has probado. Pero nosotros sin duda nos quedamos con la Calabresa, que lleva tomate, queso Picsa –mezcla secreta de tres quesos seleccionados por ellos-, chorizo picante, provolone, piparras en vinagre, perejil y aceituna negra. Aquí lo ideal es pedir la mitad de una variedad y la otra mitad diferente, pero siempre para compartir, ya que con una comen dos. Por eso el precio de cada una baila en los 25€. También tienes entrantes riquísimos y algunas sorpresas para el postre. Pero como no cogen reservas, tendrás que adelantarte mínimo a las 20:00 si queréis tener hueco en fin de semana. Y si está todo ocupado, pide una jamonera de La Virgen para amenizar la espera, ¡que siempre se agradece!

Precio medio: 15€-20€ pp.
C/ Ponzano 76 (Metro Ríos Rosas)
 

Kilómetros de pizza: más pizza, por favor

Necesitabas un sitio donde poder pedir una pizza tan grande como la mesa en la que te la ibas a sentar a comer. Y sí, existe. En Kilómetros de pizza puedes pedirlas por centímetros hasta llegar a 2 metros de largo, así que es la opción ideal para ir en grupete de amigos o con la familia -niños incluidos: ¡les encanta!-. Y a pizzas grandes, hornos grandes, claro. Tuvieron que adaptarlos al tamaño de sus deliciosas monstruosidades ? Aquí vas a probar una masa elaborada con más agua de la normal (y por tanto, más ligerita) por obra y gracia de Jesús Marquina, pizzero ganador del campeonato mundial de pizza. No queremos imaginarnos la panzada que se pegan después del concurso, pero hemos probado las de su local y -valga la redundancia- son de campeonato. Son crujientes por fuera, y suaves y esponjosas por dentro. Pero también prestan atención a los toppings, que siempre son frescos y hace que las pizzas vayan siendo de temporada. Su carta las divide en pizzas tradicionales, clásicos reinventados (prueba La Venta: huevos fritos con chorizo pero en versión pizza), un apartado un poco ”loco” al que llaman creaciones sorprendentes (aquí prueba la San Daniele), las de inspiración Mediterránea (vegano, aquí serás escuchado) y las picantes (the classic Diavola). Te contamos aquí nuestra experiencia ”con platos y señales” ?

Precio medio: 20-25€ (con cerveza y postre)

CC Parquesur en Avenida de Gran Bretaña (Metro El Carrascal) RESERVAR
Avenida de Brasil 6 (Metro Santiago Bernabéu) – RESERVAR
C/ Zurbano 26 (Metro Alonso Martínez) – RESERVAR
C/ Palas de Rey s/n (Metro Las Tablas) – RESERVAR

 

Forte Pizza: la pizza con las manos

Apareces en la esquina entre Castelló y Ayala y te transportas automáticamente a un barrio italiano cuando entras a Forte Pizza. Un local que trabaja solo con ingredientes del país de la bota y que consiste en un comedor de trote que te pide comer con las manos. Y nosotros encantados, claro. Todas sus pizzas se elaboran con harinas biológicas de grano 100% italiano, molidas con piedra de grano y se cocinan, tras una fermentación natural de 48 horas, en un horno con base de piedra. Ahí es nada. Además son peques, perfectas para ti solo. Son de masa fina y crujientes y podrás encontrarlas desde las más sencillas hasta otras más elaboradas (como la de trufa negra) pero aquí la obligación es pedir la de salmón y ricotta. Y lo mejor: no te vas a aburrir porque cada mes ofrecen en su carta una pizza sorpresa con productos de temporada. La pizza nos nubla un poco la vista, pero hay que destacar que hay unos entrantes bien logrados en forma de lasañas o ensaladas biológicas y puedes acompañarlo todo de una buena cerveza italiana artesanal. Importante: deja un hueco para el postre, ¡ienes que probar su tarta caprese!.

Precio medio: 15€ – 20€
C/ Castelló 52 (Metros Velázquez y Lista)

 

– MAPA DE LAS MEJORES PIZZAS DE MADRID –

Y con esto y la boca llena de tomate, ¡nos despedimos hasta la próxima! ?

 

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