ACTUALIZACIÓN MAYO 2018: SENTIMOS INFORMAROS DE QUE RÓMOLA HA CERRADO.

Rómola, Rómola. Si lo repites muchas veces, suena casi como una oración. Pero esta no dice “por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa”, sino más bien todo lo contrario. Porque Rómola es un templo y aquí los fieles / foodies veneran a la Diosa del Buen Gusto, en todos los sentidos de la expresión. Te presentamos un restaurante-boutique con una cocina bella (sí, has leído bien), sana y -sí- deliciosa. Un lugar en el que se mima el cuerpo (sólo producto 10, siempre real y fresco) y el alma. Porque Rómola es un homenaje al sabor, pero también a la elegancia. Vista, gusto y tacto: formen filas. En Rómola van a disfrutar de lo lindo. ¡Amén!

 

 

La propuesta de Rómola nos enamoró antes incluso de darle el primer beso en los labios. Un restaurante-boutique (esto nos lo acabamos de inventar, pero lo define como un guante) con un concepto original y tan fresco como el verde mint de sus butacas. Rómola es un pequeño templo, un tributo a la elegancia en todos los sentidos de la palabra que se materializa en el interiorismo y en la cocina a partes iguales. Si ya llevas un tiempo comiendo y amando con nosotros lo sabes: a los eat&lovers los locales de postureo nos dan urticaria (¡mucha!). Te lo prometemos: Rómola no es de esos, porque Rómola no pretende: Rómola es.

 

 

¿Y qué es Rómola? Rómola es un pequeño restaurante cerca de Colón, decorado con un interiorismo firmado por el estudio del arquitecto Andrés Jaque con guiños clásicos y muy sofisticados que es una pequeña obra de arte en sí mismo. ¿Y su cocina? La propuesta de Rómola se enfoca en lo que ellos llaman unguilty pleasures: una cocina real y deliciosa, basada en elaboraciones muy elegantes con protagonismo del producto sobresaliente (sin azúcares añadidos, grasas trans, frituras, conservantes, ni harinas refinadas). Una cocina “sana” sin corsés (como ellos mismos dicen: “la libertad en Rómola no lleva corsé, ni sabe a apio”). En su carta, elaborada por el chef Jorge Reina en colaboración Pronaf -empresa para la promoción de hábitos de vida saludables- vas a encontrar una selección de platos con toques creativos e internacionales todos por debajo de las 350 calorías (no te apures a sumar, ¡ellos mismos te indican cuántas calorías tiene cada uno en la carta!).

Pero la cosa no acaba aquí: Rómola también tiene un área de pastelería –elaborada sin azúcar, que se sustituye por purés de frutas, dátiles o siropes, como el de ágave: ¡el sueño de cualquier goloso!- . En esta misma zona vas a poder ponerte las botas (sin remordimientos) acompañando estas maravillas con cafés orgánicos, tes o smoothies. También tienen opciones para merendar dulce o salado y brunch los fines de semana. Te lo contamos todo, como siempre, con “platos y señales”.

 

 

– RÓMOLA, PLATO A PLATO –

 

Aperitivo: kale crujiente

Un snack saludable de lo más sencillo para ir abriendo boca: simplemente kale asado hasta quedar bien crispy con un toque de sal. Ligero y muy adictivo.

 

El huerto de Rómola

¡Uno de los platos más bonitos que hemos visto en los últimos tiempos! Y lo mejor, un plato verde muy, muy saludable e igualmente rico. En un plato que imita a un huerto (la tierra es arena de tupinambo) surgen setas, varios tipos de brócoli, brotes y crujientes de patata morada.

 

“Empanadilla” de vieira con corvina acevichada y leche de tigre

Otro plato con cuidada presentación de ligeras empanadillas de masa al vapor rellenas de vieiras y corvina aderezaditas a la peruana. Delicioso a pesar de tener poquísimas calorías.

 

 

Navajas glaseadas con kimchi y hojas orientales

Estas navajas se sirven aderezadas con una mayonesa de kimchi gratinada y se coronan con brotes y hierbas orientales. Muy potentes de sabor sin perder la presencia del buen producto.

 

Arroz de pichón Mont Royal con trompetas de los muertos

Un plato un poquito más contundente y con más sabiduría de cocina tradicional a sus espaldas, en el que destaca un producto de gran nivel y una preparación muy bien ejecutada, con un arrocito ligado, en su punto y lleno de sabor a casa y a monte.

 

Curry frío con mango, piña y cremoso de albahaca

Nunca habíamos tomado un curry de postre, pero desde que probamos este plato estamos deseando repetir: los clásicos sabores del curry combinados con frutas frescas y crema fría de albahaca son una combinación totalmente ganadora.

 

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