Charlie Champagne: una neotaberna burbujeante

Hoy os traemos una propuesta ‘burbujeante’. Un local escondido en la calle Segovia, en una de esas cavas madrileñas desbordantes de personalidad. Un restaurante difícilmente encorsetable, empapado del aire canalla de una taberna, pero con la elegancia y el estilo de un coqueto bistró (por cierto, tienen hasta aparca coches). Sí, Charlie Champagne (La Latina) es sin duda un local tan burbujeante como el champagne con el que podéis acompañar sus deliciosas tapas y raciones (son lo mejor de la carta). ¿Preparados para una cena con chispa?

La propuesta del Charlie Champagne (un local montado por el chef Carlos Durán, capitán de la selección española de Cocineros) es, como todo en este local, diferente a la par que elegante y casual: encontraréis desde menús degustación con tapas y champagne (35 €), brunch (18 €, con música en directo) los fines de semana y una carta extensa y muy original que combina tapas y raciones creativas perfectas para entregarse a nuestro verbo favorito (“picotear”) y platos algo más contundentes y deliciosos por si os quedáis con hambre. La carta de vinos no es muy amplia, pero está muy bien escogida. ¿Y los precios?: Charlie Champagne se incluye en nuestra gama favorita, “bueno. bonito y barato” (encontraréis descuentos de hasta el 30% en el Tenedor).

Comenzamos nuestra cena con unas cuantos platos de ‘picoteo’ que compartimos con una pareja de amigos. Empezamos con un plato de inspiración asiática (ya sabéis que la cocina de Asia es nuestra debilidad): un carpaccio de pez mantequilla con olivada, tomate seco y brotes tiernos, decorado con un poco de caviar de pez volador y de aceite de oliva. Riquísimo y muy fresco, un plato que nos conquistó.

Carpaccio de pez mantequilla con olivada, tomate seco y brotes tiernos

Como croqueteros confesos que somos, las croquetas de miel, queso de cabra y caña de lomo no podían faltar en nuestra cena. El relleno estaba estupendo, cremoso, combinando muy bien la intensidad del queso de cabra y la potencia del lomo. El toque de miel redondeaba unas croquetas de sobresaliente que rivalizan en calidad y originalidad con la mismísima Gastrocroquetería de Chema, templo croquetero madrileño del que os hablábamos aquí.

Pica que te pica, pasamos a estas estupendas minihamburguesas de buey con foie, tapenade (crema de aceitunas, alcaparras y anchoas) dulce y trufa. Una combinación que sabe tan rica como suena, con una carne muy jugosa y el complemento perfecto del foie y la trufa.

Croquetas de lomo, queso de cabra y miel y minihamburguesita con foie y trufa en Charlie Champagne restaurante neotaberna Madrid

Croquetas de lomo, queso de cabra y miel y minihamburguesita con foie y trufa

Seguimos con las patatas Charlie con salsa de bravas, tomate picante, cebolla y alioli negro. Estaban muy buenas y venían así de bien presentadas.

Patatas Charlie con salsa de bravas, tomate picante, cebolla y alioli negro en Charlie Champagne restaurante neotaberna Madrid

Patatas Charlie con salsa de bravas, tomate picante, cebolla y alioli negro

Y llegó el turno de los segundos. De entre todos, el que se llevó los aplausos unánimes de toda la mesa fue el pollo de corral escabechado con cremoso de aguacate y zanahoria: una jugosa pechuga de ese pollo de ese que sabe a pollo con un escabechado muy, muy suave, acompañada de ligeritas verduras y una crema de aguacate que contrastaba de maravilla.

Pollo de corral escabechado con cremoso de aguacate y zanahoria

También nos lanzamos a probar el pato crujiente con manzana y ensalada micro, acompañado de una salsa de frutos rojos. No estaba mal, pero quizás un poco recargado de más, con un protagonismo algo excesivo de la masa, que eclipsaba el relleno de pato y manzana.

Pato crujiente con manzana y ensalada micro en Charlie Champagne restaurante neotaberna Madrid

Pato crujiente con manzana y ensalada micro

Una de las chicas se decidió por un tartar de salmón ligerito como segundo, acompañado de nuevo con caviar de pez volador y aceite de oliva y aromatizado con cítricos. Estaba bueno, pero quizás un poco flojito de sabor y más recomendable para compartir que para tomar solo.

Tartar de salmón con caviar de pez volador y de aceite de oliva

Como último segundo, nos fuimos a por un arroz con boletus, últimamente una estrella en las cartas madrileñas más modernas. Aromático, sabroso y en su punto, en Charlie Champagne lo preparan estupendamente (por cierto, tienen una selección de arroces creativos con una pintaza estupenda: si los probáis, no dejéis de contarnos qué tal están).

Arroz con boletus

Acabamos bastante llenos, y aunque nos quedaba sitio para el postre (ya sabéis que para Eat & Love es sagrado), no era demasiado amplio: compartimos entre cuatro unos buñuelos de plátano y almendra con sorbete de limón. Muy originales y golosos, volaron antes de que nos diera tiempo a pestañear dos veces seguidas.

Buñuelos de plátano y almendra con sorbete de limón

Y con esto nos despedimos por hoy: y recuerda, come y ama, ¡sobre todo ama!

Achuchones para todos y buen inicio de semana : )

 

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