El Colmao Gastroclub: cocina & (mucho) amor en La Latina


LOLa vida en Madrid late a un ritmo frenético. En tiempos de la Gran Crisis, veinteañeros y treintañeros (los ‘millenials‘, que nos llaman ahora) vivimos más y menos que nunca: curramos mucho, cobramos poco y estamos determinados a ser felices sí o sí. Con cuatro perras en el bolsillo, salimos a la calle a la caza del imprescindible chute de felicidad diaria: nos gusta en microdosis, compartible, barata y (a ser posible) slow. Porque necesitamos desesperadamente desconectar, teletransportarnos a otros mundos y a otros tiempos y vivir, vivir mucho.

Hoy compartimos contigo un local que nos ha enamorado por su calor, por el mimo que destila cada detalle, por su sabor añejo, su propuesta anticrisis y, por encima de todo, por esa atmósfera pausada que se respira en su saloncito, en el que nos hemos sentido como en casa. Se llama El Colmao GastroClub y lo encontrarás en La Latina, junto a la plaza de la Paja (C/ Redondilla, 7).

¿Vamos?

El Colmao GastroClub (La Latina)

El Colmao Gastroclub sabe al cariño de una abuela y al calor y el sosiego de la época de sus años mozos. Su carta, que puedes estudiar mientras estiras las piernas en uno de sus maravillosos muebles de época (todos están a la venta), te cautivará con una selección de platos caseros reinventados con cariño y creatividad (suelen tener descuentos de hasta el 30% en El Tenedor, ¡echa un ojo!). Mientras te decides (aunque la carta es corta todo tiene una pinta estupenda y no es nada fácil), puedes ir tomándote un vinito (tienen una buena selección) y dejarte perder en sus matices al ritmo pausado de la banda sonora del local, repleta de oldies y clásicos españoles que te trasladarán a otros tiempos en lo que tardas en darle un sorbo a tu copa.

Mientras esperas a que lleguen los platos, puedes echar un ojo a su rincón gourmet, repleto de buenos productos que harán las delicias de todos los foodies.

Fabio, compartiendo nuestra experiencia en El Colmao con vosotros en Instagram : )

Y, sin más, nos lanzamos a contarte cómo es El Colmao, plato a plato. Una pista: lo mejor es el pastel de carne ; )

El Colmao plato a plato

Ceviche ‘espanis’

Ceviche ‘a la española’

Este ceviche preparado ‘a la española’ ha perdido el toque picante y el cilantro que disgustan a muchos españoles (a nosotros nos encantan). Aunque tenemos que confesar que los echamos de menos (el plato nos recordó más a un salpicón de marisco reinventado que a otra cosa), la propuesta nos pareció sencilla y rica. Un plato muy fresquito (se sirve en hielo) y sabroso gracias al equilibrio del pescado y los distintos vegetales (cebolla, pimiento) y al toque mágico de la lima.

Brochetas de atún sobre pisto y ali-oli negro de chipirón - El Colmao GastroClub Madrid

Brochetas de atún sobre pisto y ali-oli negro de chipirón

Brochetas de atún sobre pisto con alioli negro

Taquitos de atún muy jugosos con verduras y el toque cremoso y mediterráneo del alioli con tinta de chipirón (que estaba para mojar pan y repetir, ¡buenísimo!). Nos gustó.

Famoso pastel de carne G. Ramsey

Famoso pastel de carne al estilo de Gordon Ramsay

Uno de los imprescindibles de El Colmao. Un plato muy ‘de abuela’: contundente, como les gusta a ellas, y con sabor a casa. El plato viene bien calentito (se agradece ahora que hace frío) y está preparado siguiendo la receta del chef escocés Gordon Ramsay. Lleva carne picada con vegetales, especias y salsa de tomate y se hornea en una bandeja de horno con puré de patatas, huevo y parmesano. Sin florituras, pero para chuparse los dedos, como cualquier plato de una abuela que se precie.

Croquetones de arroz con leche

Croquetones de arroz con leche

Croquetas y arroz con leche. Dos platos que, por separado, nos enloquecen y que nos moríamos de curiosidad por probar juntos. El postre es una bomba de relojería que recuerda un poco a la leche frita (sólo pudimos con dos de las cuatro del plato, el resto nos las llevamos a casa), pero está conseguido. El relleno de arroz con leche estaba nada pastoso y nada seco, y la cobertura dorada en su punto y crujiente.

¡Qué aproveche!

 

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