Que la cabra tira al monte lo saben hasta en Cancún. Pero oye, que si le dices a la cabra que se venga a un ‘chalecito’ de verano con vistas al mar Mediterráneo se viene seguro. Pues lo mismo ocurre con el restaurante que vamos a destriparte hoy. Una propuesta que defiende a fuego los sabores mexicanos de siempre, los de raíz, pero que se atreve a explorar sin tapujos otras versiones de su gastronomía. Porque disfrutar con lo de siempre es inevitable, pero jugar con ello mola un poquito más. Hoy, disfrutón, te presentamos la cocina de Cantina Roo. El proyecto de Óscar Polanco (con la ayuda del chef Guillermo Ortega -Santceloni- al frente de los fogones) donde México y el Mediterráneo se unen deliciosamente en pleno barrio Salamanca. ¿Te vienes?
Subes las escaleras, dejas atrás un peque jardín de cactus y te plantas dentro del restaurante Cantina Roo. Entonces te sumerges en una mezcla de diseño industrial (y un poco retro). Su barra pinta bien con ese aire ‘déco’ tan de los años 30, y te incita a sentarte cóctel en mano con cualquier excusa (y a cualquier hora del día, of course). Si hay algo que va a desatar en ti ese lado más canalla y curioso van a ser sus divertidas paredes. Y es que, casi literalmente, hablan. Todo el local está forrado de dibujos murales inspirados en los exvotos mexicanos creados por el artista Juan Múgica. Merece la pena darse un paseo para leerse las historias que cuentan (relacionadas con la gastronomía mexicana).
Como hemos dicho más arriba, Óscar Polanco es el creador de este proyecto. Un mexicano de nacimiento y español de adopción que tenía bien claro que quería abrir su restaurante en la capital. Y así es como nació Cantina Roo: el espacio que fusiona las dos culturas de su vida. Un ”pequeñín” con menos de dos años de vida con el que Óscar quiere que la gente venga a divertirse comiendo y bebiendo. Y no comiendo cualquier cosa, ¿eh? Porque para manejar el cotarro de cocina Óscar ha elegido a Guillermo Ortega, un joven chef formado a los fógones del doblemente estrellado restaurante Santceloni. Mal no podía salir, claro. Así que juntos se marcharon a México para adentrarse en la gastronomía del otro lado del charco (y de la que Guillermo supo sacar los sabores más puros).
La propuesta gastro de Cantina Roo es una combinación de sabores populares de la cocina mexicana y el uso de productazo mediterráneo bien elegido. Así es como elabora una carta llena de recetas con potentes sabores con raíces, pero a los que les mola juguetear con toques diferentes y divertidos. Y, aunque México y España resalten por encima de todo, también encontrarás guiños a otras culturas del Mediterráneo, como la francesa o la italiana. Un dato importante (la típica cosa que los eatandlovers valoramos y mucho) es que todo el maíz que sale de su cocina es crafty crafty. Es decir, que es nixtamalizado, molido, amasado y manipulado de forma totalmente artesanal y a diario por ellos mismos, igual que se hace en México. También destaca una pequeña carta de cócteles centrada sobre todo en una buena selección (hecha por Polanco personalmente) de tequilas y mezcales. Genial para pedirse unos margaritas y animar el jolgorio foodie ?
¿Y su carta? En Cantina Roo te vas a cruzar con dos hojas para elegir entrantes como el ceviche de lubina y gambón (con espuma de aguacate, cebolla morada y totopos de maíz); los cogollos a la brasa (con crema agria, salsa molcajeteada, cebolla encurtida y hiervas frescas); o los gambones envueltos en papada ibérica, queso gouda y mayonesa de chipotle. Platos principales como la sopa de tortilla azteca o el corte arrachera de ternera (cañón de espaldilla de ternera marinada 48horas, con guacamole, pico de gallo, lima y tortillas de maíz). ¿Y los tacos? Tranqui, que hay unos cuantos y los hacen de rechupete. Como los manchegos -de cordero asado, pisto chipotle, huevo frito, piparras y migas de pimentón-, al pastor de cerdo ibérico o gobernador de gambón, entre otros. Un claro ejemplo de fusión italiana con la cocina mexicana fue su sabroso plato de raviolis rellenos de huitlacoche y salsa de queso. No llegamos a probarlos, ¡pero se volvieron bien famosetes! Para el cierre final hay un claro ganador, pero te lo contamos más abajo.
Atento, comilón: hoy te hablamos de Cantina Roo con ‘platillos y señales’. Mira mira…
– CANTINA ROO, PLATO A PLATO –
Guacamole
Un guacamole clásico y delicioso, que poca floritura necesita cuando se hace bien. Aquí viene con chicharrón y unos cuencos con totopos. Sencillo, sabroso y muy bueno.
Taquitos crujientes de caballa
OMG. Empezamos fuertecito, la verdad sea dicha. Estos taquitos crujientes de caballa tenían un saborazo como pocos. Los preparan con guacamole ahumado, frutos secos, queso panela, espárrago crudo y pepinillo encurtido. Un ‘sí o sí’ a pedir de su carta que no puede faltar en tu visita por allí.
Tacos al pastor de cerdo ibérico
Sencillos y deliciosos, ¿para qué más? Aquí los preparan con guacamole, pico de gallo y aire de piña asada.
Tacos estilo árabe
Esta es una nueva propuesta de su carta, y la verdad es que nos sorprendió mucho. Los elaboran con una deliciosa aguja de cerdo adobado en especias, después le añaden la salsa chipotle y lo ponen en unas tortillas de trigo artesanales. Como ya te hemos contado más arriba, aquí las tortillas se hacen a mano y las elaboran ellos mismos.
Picantón adobado a la brasa
Este plato principal es otro de sus platos nuevos de la carta que podrás probar desde ya. Una receta de pollo riquísima que venía acompañado de mole negro y pastel de patata y jalapeño. El pollo bien jugosón, nada seco. El mole top, y el pastel con una curiosa textura y un extra de picante protagonizado por el jalapeño (si no os mola el ardor no os preocupéis, ¡se tolera muy bien!).
Tamal de chocolate
Cuando llegue el momento de pedir los postres no sufras mucho, porque solo tienen dos (bien elaborados, eso sí). Si no te gusta el chocolate, que Dios se apiade de tu alma disfrutona (y ya si eso te pides su postre de panna cotta de maíz con su crema y su crujiente). Nosotros preferimos lanzarnos a por ese postre que hacen del que tanto se habla: el tamal de chocolate. Un ligero bizcocho súper esponjoso (y nada espeso o empalagoso) de chocolate que preparan en una sopa fría de plátano y acompañan con una bola de helado de vainilla. Un buen cierre para una comida de buen ver y buen hacer (con producto de verdad como protagonista).
Los cócteles
Su carta líquida pone especial empeño (como te hemos chivado más arriba) en elegir muy bien sus tequilas y mezcales. Por eso en tu comida en Cantina Roo no puede faltar nunca una buena michelada o unos clásicos margaritas, ¡ándale!
¡Aviso a navegantes!: En Cantina Roo están probando nuevos platos, así que no os quedéis en los tacos, ¡merece la pena probar más cosas!
Pues ahora sí, con esto y un bizcocho, nos despedimos hasta la próxima ?
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