ACTUALIZACIÓN SEPTIEMBRE 2020: FUEGO HA CERRADO!

Hoy te invitamos a hacer un viaje en el tiempo (y no precisamente a los años mozos de nuestras veneradas abuelas). Hoy volamos al siglo XVIII, a sus técnicas culinarias, a la brasa. Acompáñanos a ‘Fuego‘, el nuevo (pero ‘viejo’) restaurante de Erika Feldmann e Ignacio González-Haba (propietarios de la rotisserie Aire, de la que ya te hablamos en eat&love) en el que vas a descubrir una cocina milenaria y sorprendente. ¿Vamos?

 

Hace unos meses te hablamos de Aire, una rotisserie de aires rurales, pero moderna, que apuesta por una cocina honesta basada en aves criadas en libertad en las granjas más sostenibles de Europa. Hoy te presentamos a su ‘hermano’, Fuego, el nuevo local de Erika Feldmann e Ignacio González-Haba, que con esta apuesta ya están un poquito más cerca de completar su sueño de dar vida a un concepto gastro para cada uno de los cuatro elementos (los próximos serán el agua y la tierra).

En Fuego, como ya te imaginarás, los protagonistas son las brasas y las llamas, aplicadas a través de técnicas milenarias como el horno de leña o la parrilla, en recetas de los siglos XVIII y XIX recuperadas para el foodie de hoy. Todo esto en un espacio clásico y sin demasiadas ‘moderneces’ (o, de hecho, ¡sin ninguna!), muy coherente con la línea de la carta (el ambiente aquí es el del salón de una casa de la campiña francesa del siglo XIX: puede parecer un poco ñoño, pero es auténtico, y eso siempre es bienvenido) en el que destaca por encima de todo su espectacular cocina vista a la antigüa usanza. Desde tu mesa podrás ver en acción a los chefs preparando al horno de leña y a la parrilla deliciosos asados y espetos, en los que la materia prima siempre es clave (¡mmm!).

 

¿Y la carta? Fiel a su concepto es corta, sencilla y contundente (olvídate de esferificaciones y otras virguerías modernas: aquí no ha llegado ni la electricidad -¡no se usa en ninguno de sus platos!-). Todos los platos son recetas ‘a la vieja usanza’ elaboradas en base a producto de temporada seleccionado de las mejores granjas, lonjas y huertas: desde las alcachofas cocinadas en leña de encina, los berberechos a la brasa o el carnero merino al sarmiento, el fuego y las preparaciones clásicas y sencillas siempre mandan.

 

RESERVA EN FUEGO

 

¿Con ganas de más? Te contamos, como siempre, nuestra experiencia con “platos” y señales.

– FUEGO, PLATO A PLATO –

Alcachofas a la ascua de encina

Cocinadas en ascuas de encina, cogen ligeramente el sutil sabor a humo y fuego de la cocina a la brasa. El producto se adivina de una gran calidad, y su sabor se ve potenciado con un velo fino de panceta ibérica.

 

Tortilla clásica de patata con berenjena y bacalao al fuego

Una tortilla sabrosa y suave, clásica y sencilla, en el que destacan los deliciosos huevos de corral de La Vera, nada enmascarados por el toque de la berenjena y el bacalao a la brasa o la rica salsa de tomate y pimiento.

 

Carnero al sarmiento

Uno de los platos estrella de Fuego: original (en pocos restaurantes de Madrid se encuentra carnero), con una materia prima de 10 (costilla de carnero merino de 6 meses, criado de forma natural en Toledo) y saborazo. Si quieres saber qué se sentía en un banquete de los de antaño, pegarle un bocado a esta costilla asada y después ahumada con heno, como en los años de carracuca, puede ser un buen comienzo. Se sirve con una guarnición a elegir entre pimientos asados al horno de leña, patata asada o ensalada (PD: a no ser que tengas el saque de un guerrero medieval, te recomendamos que pidas este plato para compartir).

 

Tarta de chocolate

Una tarta clásica, con sabor a chocolate intenso (como nos gusta a los chocolateros de verdad), con varias texturas distintas, y rica nata casera. ¡No está mal!

Y con esto, y un bizcocho, nos despedimos hasta la próxima (no sin antes recordarte nuestro lema favorito: come y ama, lo demás ya vendrá).

Con cariño,
Susana & Fabio

 

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