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10 aperturas de éxito que quieres (y debes) incluir en tu lista de propósitos de 2014

Gran Clavel: el Madrid ‘viejuno’ (y ‘cool’) que triunfa en Gran Vía

GRAN CLAVEL

 
  
 

CONCEPTO

Vermutería, bar de vinos y casa de comidas castiza

PRECIO POR PERSONA

35-40 € (con vino y postre)

 
  
 

♥︎ ♥︎ ♡

 

Los habitantes de los Madriles somos gente de gustos simples: los dimsum están muy bien (pero mataríamos por unas buenas croquetas); el ramen, muy rico y muy bueno (hasta que nos acordamos de la sopa de cocido) y los baos molan mil (pero donde este un bocata de jamón ibérico…). Y es que, sí, nos gusta probar, pero al final del día nosotros nos quedamos con lo de aquí: qué le vamos a hacer, en el fondo somos más castizos que las pesetas. Y como el casticismo está de moda, hoy les traemos (otro) local viejuno, una “embajada de Madrid” en plena Gran Vía. Se llama Gran Clavel; es a la vez vermutería, bar de vinos y casa de comidas, está en los bajos del hotel de las Letras y ha llegado para reconquistar la Gran Vía para los chulos y chulas de Madrid, que ya le habíamos puesto una cruz. ¿Vamos a comer y a amar?

 

Bar de vinos en Gran Clavel

 

Pocas calles había en nuestro Madrid del alma menos castizas que la Gran Vía. Los gatos y gatas de Madrid (nativos y de adopción) sabíamos que, si queríamos comer y amar, cuanto más lejos de la gran arteria, mejor. Eso se acabó (¡ueh!). De la mano de Better (The Table by, Hermosos y Malditos…), Alejandra Anson y el chef Rafa Cordón (Al Trapo) llega Gran Clavel, un concepto triple (vermutería, casa de comidas y bar de vinos) en los bajos del hotel de las Letras que quiere convertirse en la “embajada de Madrid” en su calle más icónica. No podían haberlo hecho mejor: atravesar la puerta de Gran Clavel es viajar en el tiempo al Madrid de los años 50. Todo en el ambiente suma para crear ese feeling viejuno-chic que nos ha conquistado: la decoración, entre rancia y cool; la música y, por supuesto, el concepto gastronómico local, viejuno a más no poder y, sin embargo, molón.

Pero vamos por partes.

 

Vermutería en Gran Clavel

 

Empezamos por la vermutería, en la entrada (el espacio con más sabor desde nuestro punto de vista). Allí vas a encontrar una buena selección de vermuts reserva y el clásico vermut Zecchini de grifo, además de cerveza Mahou y tapas castizas como su ensaladilla rusa clásica, la tortilla o una icónica gilda, además de una buena selección de conservas gourmet y de embutidos artesanos. Es un rincón animado que recuerda a una vermutería clásica pero con elementos modernos, pensado para el cañeo y picoteo informal, en el que también podrás desayunar un café con unos buenos churros.

Ahora nos vamos a el bar de vinos, un espacio más íntimo, perfecto para una conversación más tranquila (hay quien sigue llevándose el ordenador para pasar allí la tarde trabajando). Si eres un fanático del vino, aquí vas a poder catar decenas de referencias con gran protagonismo de las denominaciones propias de Madrid (la carta se divide entre propuestas más innovadoras y vinos para ir a lo seguro). Para acompañar el bebercio, una carta de platos de aires más cosmopolitas en la que se conjugan lo madrileño y lo internacional (ojo a su icónico ramen de cocido o a su saam de boquerones con mayonesa de kimchi)

 

Casa de comidas en Gran Clavel

 

Terminamos en la casa de comidas, que ocupa el antiguo espacio de Altrapo. A los fogones sigue el chef de ese restaurante, Rafa Cordón, que ha diseñado una carta de inspiración indudablemente viejuna basada en algunos de los platos icónicos de los hogares madrileños que él revista con un producto de primera, técnicas contemporáneas y algún que otro guiño creativo. Los sábados, por cierto, como no podía ser de otra forma, ofrecen cocido madrileño (preparado con producto de primera y muy desgrasadito).

Te contamos, como siempre, nuestra experiencia con “platos y señales”.

 

– GRAN CLAVEL, PLATO A PLATO –

 

Croquetas de jamón (vinatería)

Hacemos nuestra primera parada castiza en la vinatería de Gran Clavel, un espacio perfecto para pedirse unos vinos de Madrid y pasar las horas de picos pardos con quien quiera que te acompañe hoy. Si rugen las tripas puedes acompañar el bebercio de algunas más sugerentes tapas: elige entre clásicos como reinventados como su cocido transformado en ramen y hits castizos como sus croquetas de jamón que, por cierto, están de vicio.

 

Ensaladilla rusa

Nos vamos ahora a la casa de comidas. Inauguramos la experiencia con una sabrosa ensaladilla rusa clásica con un toque distinto gracias al juego de texturas que aportan sus regañás sufladas y rellenas de crema de ensaladilla (si quieres hacerte el ‘master Gran Clavel’ puedes catar su ensaladilla en sus tres versiones distintas, una por cada espacio del concepto).

 

Cocktail de langostinos

El plato viejuno por excelencia aquí es de todo menos rancio y aburrido: combina jugosos langostinos con trocitos de alga codium, aguacate y una viciosa base de crema de txangurro que está para mojar pan, todo ello servido en el caparazón de un centollo y mojado por una suave salsa rosa casera. Un 10 para Gran Clavel.

 

Puerros a la brasa con bechamel y chantarelas

Puerros tiernos a la brasa cubiertos de una bechamel muy suave y lascas de setas y de parmesano. Un plato con buen producto vegetal, ligerito y rico.

 

Callos a la madrileña

En un sitio que se hace llamar castizo no servir callos sería casi, casi, pecado capital. Aquí no se andan con chiquitas y los ponen con una salsa muy sabrosa pero nada pesada, algún que otro garbanzo y piparras picantitas. Susana se dedicó a mojar pan (los callos no son para todo el mundo, pero la salsa estaba deliciosa), pero Fabio dijo que eran de los mejores que había probado nunca. Así, sin rodeos.

 

Besugo a la madrileña

Otro plato clásico de Madrid, a pesar de sus orígenes marinos, que se solía preparar en los hornos de las panaderías desde el siglo XVIII. Es un besugo fresquísimo, como no, y se sirve con verduritas, una base de puré de patatas y un fumet de marisco que está para chuparse los dedos.

 

Arroz con romero con paloma torcaz

La estrella de la carta, el plato de Gran Clavel que tienes que pedir sí o sí. El arroz, en su punto, tenía un sabor súper potente gracias al romero y otras especias, que realzaba aún más la potencia de la tersa carne de las pechugas de la paloma torcaz y la intensidad de la crema de foie elaborada con el hígado de la propia ave que acompañaba. Y por encima, espárragos crudos para dar un toque crunchy de frescor. Es recordarlo y temblar (del gusto, claro).

 

Fresas con nata maceradas en vinagre

Lo de macerar las fresas en vinagre es un invento muy de abuela española que no falla: están deliciosas. En Gran Clavel te las sirven así, tal cual como las comías en casa, acompañadas con un curioso helado de vinagre dulce. ¡mmm!

 

Café Irlandés

Una curiosa reinterpretación dulcera del mítico café irlandés, que combina gelatina de whiskey, bizcocho de café nata y crema de café. Otro platazo viejuno reinventado que engatusa. ¡Saldrás con buen sabor de boca!

Y, con esto, y un carajillo, nos despedimos hasta la próxima,

Con cariño,

Susana y Fabio

LET’S GO, BABY!

 
  
 

DIRECCIÓN

C/ Sandoval, 12 (metro Bilbao) – Ver en Google

RESERVAS

Tlf. 915 24 23 05

 
 

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  1. Ampa

    19 febrero

    Cada vez que leo un post vuestro me entran unas ganas locas de salir de Valencia y comerme Madrid. Gracias por vuestro trabajo.

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