Sabemos que te gustan los ‘chinos-chinos’: esos semi clandestinos y de higiene sospechosa en los que el infame ‘rollito de primavera’ tiene vetada la entrada y se cocinan unos tallarines de escándalo. Y sabemos que -no te dejes engañar- te brillan los likes de Instagram con un local bonitísimo lleno de monerías a las que hacer la foto. Así somos los millennials, pura contradicción. Hoy, querido disfrutón, te traemos un local que va a conciliar a tus dos mitades en conflicto. Un chino-chino en Chueca montado por jóvenes emprendedoras chinas que conserva intacto su carácter de chino de verdad verdadera -que lo es- y que, además, mola. Se llama Hainao y su especialidad son las míticas hot pot chinas servidas (ojito) en potas de caldo individuales en las que, entre otras delicias, puedes verter monísimos muñequitos. ¿Mola o no? Desenfunda ese movil, ¡que nos vamos!

 

 

Lo primero que nos enamoró de Hainao fueron ellas: Jiajia Hu (a la que vas a ver en sala: ella es todo amor y te va a tratar genial) y Yinjing Chen (jefa de cocina de Hainao). Son jóvenes emprendedoras chinas y le ponen amore del bueno a su negocio, y eso se nota y se paladea. Las dos (Jiajia Hu fue socia de Chan) han querido montar un local auténtico de esos que no se andan con españoladas: nada de quitar el picante a los platos, ni de inventarse cosas para españolitos. Hainao es un chino de verdad, verdadera en el que, eso sí, las chicas se han permitido algún que otro caprichito cuqui y eso, para que te vamos a mentir, nos encanta (esos moni-vasos con estampado vichy y, por supuesto, ¡esos ositos de manteca que se derriten en el caldo!).

 

 

¿Y qué se come en Hainao? Aquí, querido disfrutón, se viene a lo que se viene: a por la típica hot pot china. La de Hainao tiene unas cuantas peculiaridades. Una muy curiosa y, si nos apuras, hasta demodé es que aquí aquello de “compartir es vivir” que tanto nos gusta últimamente se lo han dejado para los hipsters y se han marcado unas placas de inducción individuales en las que vas a poder disfrutar de una hot pot para ti solito, porque tú lo vales, oye. Así que si estabas harto de emprender una guerra de cubiertos con tus compinches disfrutones cada vez que el plato llega a la mesa aquí vas a estar en tu salsa. O en tu pota.

¿Y cómo se sirve la hot pot en Hainao? Puedes elegir entre cinco caldos -carne, setas, tomate, picante al estilo Chongqing y tailandés-, 2 como máximo por hot pot si eliges la opción ying yang. En ellos vas a poder remojar a gusto hasta 150 ingredientes, algunos preparados de forma artesanal (como sus ricos dumplings o varios tipos de tofu), muchos de ellos de origen chino (setas oreja de árbol, loto, un sinfín de verduras chinas…) y unos cuantos de origen patrio y con mucha calidad, como sus buenos cortes de carnes ibéricas.

Y ahora, como siempre, te contamos nuestra experiencia en Hainao con palillos y señales : )

 

-HAINAO HOTPOT A HOTPOT-

Hot pot

La experiencia hot pot empieza seleccionando qué caldo o caldos vas a utilizar como base. Como te contamos, las hot-pots de Hainao son individuales así que no vas a tener que pelearte con nadie para elegir (¡e incluso puedes elegir dos caldos para la tuya!). Si, como a nosotros, te va la caña y eres un amante del picante te encantarán el picante al estilo Chongqing o el tailandés. Si tu estilo es más “mírame y no me piques” te recomendamos los de setas, de tomate y verdura.

Y ahora llega lo divertido: elegir entre los más de 100 ingredientes crudos que remojar en tu hot-pot: albóndigas de todo tipo, dim-sums caseros, flor de loto, verduras chinas, setas, tofu casero, varios tipos de carne (incluyendo cortes selectos de secreto ibérico o lomo alto), pescado, mariscos y, por supuesto, mucha casquería (ahí nos rendimos). Te recomendamos que te dejes aconsejar por Jiajia para no volverte loco.

Ahora que por fin has elegido, solo tienes que empezar a arrojar a la olla aquello que quieras zampar y sacarlo al cabo de un rato. Si te lías con los tiempos estás de suerte: la carta incluye una chuleta para saber cuánto tienes que cocer cada tipo de ingrediente (haznos un favor y no dejes fosilizar tu comida en la olla, ¡que nos conocemos!). Una vez tus ingredientes estén en su punto, sácalos y remójalos bien en las salsitas que acompañan (de sésamo y cacahuete, de marisco, picante…).

Y antes de pasar al postre, un consejo: sabemos que tienes hambre, pero mejor no te bebas el caldo. Jiajia nos ha chivado que no es lo más típico y, además, llevan bastante aceite y picante.

 

Bolas de arroz con mango

Los postres no suelen ser los platos fuertes en los chinos, pero este con curiosas bolitas de arroz glutinoso con espuma y trocitos de mango estaba goloso y refrescante. ¡Muy bien!

Y con esto, y un bizcocho… nos despedimos hasta la próxima recomendación.

Con amore,

Susana & Fabio

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