Tú, disfrutón, que naciste con una enchilada debajo del brazo. Tú que desafiarías a la mismísima Frida Kahlo a beber margaritas. Tú que te declaras fan incondicional del guacamole. Creías que lo sabías todo de la gastronomía mexicana y (sorpresa, güey): estabas equivocado. Hoy te presentamos un local con nombre de leyenda azteca que te propone una cocina mexicana de nivel con productazo y elaboraciones creativas y sorprendentes. ¿Nos vamos a Iztac?

 

 

¿Antojo de mexicano de categoría? Tenemos lo que estabas buscando. Se llama Iztac y es la propuesta de alta cocina mexicana del chef mexicano Juan Antonio Matías. En la zona de Chamartín, Iztac es un bonito y glamuroso restaurante -con terraza techada y con calefactores, for the récord- decorador la diseñadora de interiores también mexicana Lourdes Treviño. Pero vamos a la chicha: ¿qué se come en Iztac?

La propuesta de Iztac recorre 32 estados de México, desde la baja California, hasta Quintana Roo. Un viaje en el que, más allá de los clásicos, Juan Antonio recupera platos tradicionales desconocidos para el gran público que te van a emocionar. ¿Su secreto? Productazo de primera en todos y cada uno de ellos y mucho, mucho amor. Todo regado con una carta de coctelería de aúpa en la que las adictivas margaritas bailan con otras propuestas pintonas y divertidas.

Te contamos nuestra experiencia, como siempre, con “platos y señales”.

-IZTAC PLATO A PLATO-

Guacamole molcajateado

Empezamos por el guacamole, uno de los basics de cualquier mexicano que se precie. Aquí lo preparan muy equilibrado en un mortero de piedra volcánica (molcajete) con aguacates, cilantro, tomate, chile verde, cebolla y lima. Lo presentan de forma muy cuidada decorado con rajas de chile poblano y acompañado de totopos artesanos de maíz azul y amarillo. Nuestra peque Lana se puso las botas con este plato que, por lo demás, es un buen guacamole sin fuegos artificiales.

 

Gambas petroleras

Comenzamos el taqueo con una original cazuelita de gambones flameados al tequila, con tinta de calamar, queso holandés y fritura de puerro. Sabor intenso, cremosidad y originalidad en un plato con el que no pararás de rellenar ricas tortillas de trigo (¡se quedarán cortas seguro!).

 

Mochomo norteño

Aquí el molcajete llega a la mesa a rebosar con vacío de ternera deshilachado en finas tiras fritas hasta quedar crujientes, acompañado de una salsa tarahumara, salsa de aguacate y, por supuesto, tortillas para taquear. No fue el plato que más nos entusiasmo, pero sí destaca por su originalidad.

 

Bacalao a la veracruzana

Iztac se caracteriza por recuperar platos tradicionales de México poco conocidos en nuestro país. Un buen ejemplo es este rico plato fundamentalmente navideño, que se toma en el mes de diciembre de forma típica en la ciudad de Veracruz. El bacalao se cocina al carbón y se acompaña de una sabrosa salsa de tomate con alcaparras, aceitunas, guindillas y pasas, y se acompaña con patatas confitadas y arroz. ¡Sorprendente!

 

Taco árabe

Junto a las gambas, fue el plato que más nos enamoró. Es típico de las zonas de Puebla y Veracruz, donde la comunidad de inmigrantes libaneses introdujeron estos tacos -de ahí lo de tacos árabes- que primero se preparaban con trompos de carne de cordero, pero muy pronto se pasaron al ingrediente fetiche de los mexicanos, el cerdo, siendo precursores de los famosos tacos al pastor. Aquí le dan una vuelta de tuerca más y lo preparan con una de las carnes estrella de nuestra tierra: el cerdo ibérico. Marinan lagarto Ibérico con hierbas aromáticas y lo sirven en tortillas de trigo con salsa chipotle y cebollas asadas. ¡Riquísimos!

 

Tentación de mango y coco

Cerramos la comida con un postre fresquito que juega con varias texturas, preparado con mousse de mango sobre crujiente de coco y coronado con gelée de mango fresco. Bien, aunque no es un postre memorable.

Y con esto, y un chin-chin, nos despedimos hasta la próxima.

Con cariño,

Susana, Fabio (& Lana)

 

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