“Sobo” es abuela en japonés. “Soba” es un tipo de fideo. Y “Killer Sobo” (literalmente: “abuela asesina”, así tal cual) es la taberna japocastiza de La Latina (diseñada por nuestro pequeño eat&love studio) que te va a hacer callar y flipar. Y no es que no tengamos abuela (valga la redundancia) es que este local lo tiene todo para petarla: una carta súper original de tapeo castizo-nipón elaborada con productazo de aquí y alma de allá (o al revés, ¡según les dé!); un local pequeño, pero matón, con personalidad propia a chorros (animales de barra, lo vais a gozar); un ramen de esos de aúpa que hacen Historia en tu paladar; precios populares y un equipazo de locos apasionados detrás. ¿Tu instinto foodie ya está en modo “¡vámonos!”? Pues ea, chato: ¡vámonos!

 

 

Killer Sobo, en La Latina (cerca de la plaza de la Paja) es la primera taberna japocastiza de Madrid. Como te chivábamos, la marca ha sido diseñada por nuestro eat&love studio: mano a mano con los chicos de Killer Sobo hemos trabajado en el naming, concepto creativo, branding e interiorismo de esta marca cañera que nos flipa (cuando vayas a verlos activa el radar: ¡lo mismo nos encuentras allí sentados sorbiendo ramen a lo Son Goku!).

¿Y de qué va Killer Sobo? Te presentamos un local en el que Japón abraza el espíritu cañí y que te va a conquistar por su propuesta brutalmente honesta, el saborazo de sus platos (dignos de la yaya nipona que nunca tuviste y siempre soñaste), el mestizaje gastro de su carta y el rollo auténtico, divertido y gamberro que desprende todo aquí. El local se divide en dos zonas: una barra a la entrada con mesas altas y una mesa comunal, al fondo (avisado quedas, comilón: mola mucho y hay poco sitio. No hacen falta más explicaciones, ¿no?: ¡vuela a reservar! -mientras se pueda-). El espacio, por otro lado, tiene una base kitsch del antiguo Crudito (mármoles, cortinillas doradas y japo-pretenciosidad) genialmente intervenida por nuestro súper Ángel Espinosa (Dr de Arte de eat&love studio) para crear un interiorismo ecléctico y divertido con toques punkarras digno de la matriarca que da nombre a esta taberna memorable.

Pero vayamos a los detalles morbosos: la carta. Como te contábamos, Killer Sobo se presenta con una propuesta de tapeo japo-castizo sin pretensiones (pero ojo, súper trabajada y original). Y es que “Nana-Chan” (que así hemos bautizado a la “abuela asesina” protagonista de esta historia) se ha currado unos platos de aúpa con materia prima patria (de lo mejorcito lo mejor y, encima, ¡puedes pagarlo!) y recetas nacionales y niponas. En carta vas a encontrar clásicos de taberna de toda la vida, reformulados -eso sí- por esta yaya sin complejos: un torrezno (con salsa de chile casera); unas alitas de pollo en pepitoria (con sake y toque spicy); una croqueta que se transformó en koroke (rellena de patatas revolconas); unos huevos estrellados aderezados con especias japo (¡y mayo picante!) y las estrellas de la carta, sus wow-baos y sus Killer-ramen (posiblemente de los mejores ramen que has probado en Madrid y -quizás, quizás- en tu vida-.

 

RESERVA EN KILLER SOBO

Te lo contamos, como siempre, con “platos y señales” ; )

-Killer Sobo, plato a plato –

Korokke de patatas revolconas

Parecen croquetas. Pero no lo son, hijo: son korokke (y ahí dentro no hay trocitos de jamón y bechamel). Vienen bien crujientitas y rellenas de sabrosas patatas revolconas con jugoso tonkatsu de cerdo. ¿El toque maestro de Nana-Chan? El topping de mayonesa de lima y katsuobushi (copos de bonito). Yummy!

 

Torrezno melosón con chili casero

Si hay algo que la sobo Nana-Chan y la abuela Carmen tendrían en común ese algo se llama -posiblemente- cerdo. El cerdo nos flipa tanto a españoles como a japoneses. Y platos como este torrezno son un canto internacional a este manjar gorrino. Qué más se puede pedir que un meloso (en serio, muy meloso) torrezno de panceta cocinado a baja temperatura y después suflado en aceite de oliva, bien mojadito con una salsa sweet chilli casera. ¡Viva el tocino!

 

Wow-bao de alitas deshuesadas con pepino encurtido y crunchy de cacahuete

Cuando los chicos de Killer Sobo nos dijeron que querían poner baos en carta les dijimos que estaban locos (así tal cual). Será que la fiebre bao ha podido con nosotros; será que hemos comido tantos rancio-baos embutidos en masas cogeladas que les hemos cogido manía: el caso es que cuando vemos ‘bao’ en una carta solemos salir corriendo como alma que lleva el diablo. Con estos antecedentes Killer Sobo lo tenía muy, pero que muy difícil para conquistarnos con su propuesta de baos. Y aún así lo han hecho. Y es que los baos en Killer Sobo, para empezar, están hechos con rica masa casera; para seguir, vienen con un relleno abundante y delicioso y, para acabar, no te cuestan un riñón. Dicho esto, ya puedes lanzarte sin complejos a por su wow-bao de alitas: cocinadas a baja temperatura con ajo, chile y mirin, pepino encurtido, hojas de cilantro y un delicioso toque crunchy de cacahuetes garrapiñados (¡puntazo!).

 

Wow-Bao de rabo de toro con mayo picante

Y ya que nos hemos vuelto a enamorar de los bao, pues oye, ¡comámonos otro! ¿Qué tal este de sabrosón guiso de rabo de toro con mayo picante y polvo de cerdo? Ya te lo decimos nosotros: fetén.

 

Killer ramen

Y llegamos a la estrella de la carta. Al plato que te visitará en sueños: el Killer ramen de Killer Sobo. Vale que están muy de moda, vale que hay muchos en Madrid: pocos (por no decir ninguno) encontrarás con la calidad del caldo preparado con mimo, tiempo y materia prima top que se curran en Killer Sobo. ¡Pura gloria líquida!

Las opciones por ahora son tres: de cocido de la abuela -esa fusión japo-castiza-; al estilo khao soi -sopaca de curry del norte de Tailandia- o el clásico de tonkotsu ramen. Nosotros nos fuimos a por el tonkotsu shoyu, preparado, además de un glorioso caldo de tuétano, con fideos artesanos, panceta tostada que se deshace en la boca, cebolleta, alga nori, setas enoki y huevo. Me-mo-ra-ble. Palabrita de eat&love.

 

Arroz con leche de Nana-Chan

Como todo el mundo sabe, las yayas son expertas en hacer postres de esos que te transforman en fiel devoto de Santa Glucosa. Los de Killer Sobo no son una excepción. Nosotros ya somos leales feligreses de su arroz con leche de Nana-Chan. Preparado a la vegana con leche de coco y fruta este postre tiene el equilibrio perfecto entre el saborazo de una receta de tu abuela y la ligereza y el glamour del postre más cuqui de tu Instagram: en serio, ¡top! Además, tenemos que confesar que también le hincamos el diente a su brownie de chocolate spicy pasó con nota: picantón (como nos gusta a nosotros) y con un relleno chocolatoso de los que explotan en la boca (¡como debe ser!). Like, like, like!

 

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