Sabido es por todos y todas que cuando llega el viernes el eatandlover se pone de un tontorrón insoportable: alarga la sobremesa hasta las mil, saca de paseo todas las gafas de sol que guarda en el armario y va de terraceo por encima de sus posibilidades. Imagínate cómo se quedó cuando, después de escribir la Guía para comer y amar en Lavapiés, se dio cuenta de que había descubierto la carnaza perfecta de fin de semana. Un diamante en bruto. El tesoro en el que servían vinos naturales de grifo, cervezas y quesos artesanos de pequeños productores y donde la honestidad de los productos ‘desnudos’ es la protagonista. Se llama La Caníbal y cada vez que piensa en ella le sale la garra foodie que lleva dentro. Cualquiera se queda en casa teniendo este planazo en sus narices. ¿Quieres saber por qué? Sigue leyendo ?
eat&lovers
Cuando aparecimos por La Caníbal no teníamos ni idea de que este proyecto tan molón era una extensión del mítico restaurante O Pazo de Lugo. Un clásico de la cocina gallega en Lavapiés que aprovechó que dejaban libre el local de alado para montarse un concepto de vinos y quesos muy diferente a lo que se había visto antes en Madrid. Por eso, entre sus creadores está uno de los dueños del restaurante, Javier Vázquez, que según nos cuenta decidió ampliar la cocina y hacerla más grande para poder ser utilizada por ambos espacios. Aunque el concepto de uno a otro cambia bastante, la carta es la misma.
¿El espacio? Informal y muy luminoso. Aquí se viene a charlar, a picotear de bien y a beber aún mejor, y es que de lado a lado encontrarás una mega vitrina llena de vinos, cervezas, sidras y champagnes dispuesta a quitarte el hipo de golpe.
food&love
La propuesta de La Caníbal no se anda con tonterías: trae mandanga y de la buena. Buscan la autenticidad de cada producto, tanto en los vinos como en las cervezas y los quesos. Siempre honestos, con alma y de pequeños productores. Esto es especialmente importante, y es que los eligen personalmente y los proveedores elaboran su brebaje de forma casi exclusiva para ellos. El vino puedes comprarlo y llevártelo a casa, tanto de las botellas con etiqueta (con referencias francesas, gallegas, portuguesas, italianas, marañones…) como de las de cristal que te rellenan ellos con su vino de grifo. Sí, has leído bien. Delicioso vino natural de grifo que, al igual que las cervezas (todas artesanas, con 3 referencias hechas por ellos mismos) van rotando. Nos chifla la idea.
¿Y para que cundan bien las copichuelas? Pues sus quesos artesanos españoles también de pequeño productor, casi siempre de leche cruda (adiós a los sabores comerciales). Si eres un amante del buen queso como nosotros, sus tablas te van a volver loco de remate.
Como sabes nos gusta la jarana (y si en ella comemos y bebemos como Dios manda, más aún), así que este local nos ha tocado el corazón fuertemente ? Esperamos que los visites pronto y nos cuentes, porque no tiene desperdicio. Y con esto y un bizcocho, ¡me despido hasta la próxima!
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