Primero fueron los baos y los buns, después fue el poke: ¿y ahora? La próxima moda foodie tiene pinzas, habla inglés americano y llega a tus papilas gustativas directa del Gran Azul. Te hablamos del lobster roll o, dicho en cristiano castizo: el sándwich de langosta (OH-MY-GOSH!). Después de arrasar en EEUU y en Londres la plaga de langostas promete llegar a Madrid (yes!). Hoy te presentamos Lobsterie (Chueca): un pequeño bistró muy, muy chic con una carta dedicada de la cola a las pinzas a la Reina Langosta (o, para ser más concretos, al bogavante) en la que la estrella es, cómo no, el archifamoso lobster roll. Marineros, ¡al amar!
Los chefs Arnaud Keres y Clément de La Jonquière (ambos franceses de pura cepa) son el alma detrás del caparazón de Lobsterie: un pequeño bistró que ocupa el local -en plena plaza de Chueca– de nuestra querida Barra Atlántica, en la que Arnaud trabajó. Cuando Barra Atlántica nos dejó en las Navidades de 2017 Arnaud lo vio claro: iba a quedarse con aquel local especial e iba a montar un concepto propio que respetase el legado marino de la Barra. Ese concepto fue Lobsterie: un bistró monoproducto especializado en bogavante que, como sus predecesores en EEUU y Europa, rompe con todos los clichés que siempre vienen en el plato con este crustáceo (el lujo y, casi siempre, ¡la caspa!).
Lobsterie es un pequeño bistró rebosante de ese allure francés que engatusa. Un chic sin pompa, ligero y disfrutón que nos ha conquistado (será su música, oh la la!; será su cuidado interiorismo con acabados dorados y de mármol blanco; ¿será el bogavante?). Las mesas aquí son todas altas porque la experiencia es casual. Todo en Lobsterie invita a comer con las manos y a divertirse y eso, querido eat&lover, nos encanta.
– LOBSTERIE, CON “TENAZAS Y SEÑALES” –
Ostras de Oleron
Si eres un amante de las ostras, como todo Señorito que se precie, estas te van a hacer sonreír de boca a oreja. Traídas directamente de aguas francesas son puro sabor a mar (y glamour, jeje). Se aliñan a la manera francesa y tal y como se hacía en la familia de Arnaud de toda la vida: con vinagre y chalota.
Camarones salteados con harina de garbanzos y polvo de naranja sanguina
Una propuesta de picoteo del mar para ir “entrando en amor” que nos recuerda mucho a las que veíamos en nuestra querida Barra Atlántica por su súper producto y por el toque moderno y creativo de la receta. Ricos, ricos.
Croquetas de bogavante
Si eres un croquetero empedernido, como nosotros, vas a subir al séptimo cielo con estas croquetas. El sabor a bogavante no es anecdótico: explota en la boca como un tsunami -cremoso y delicioso-. Fans, muy fans ; )
Caballa curada en sal
Otro platillo marino, sencillo pero resultón, en el que el buen producto y el puntito creativo de los chefs vuelven a llamar la atención. La caballa, curada en sal y a la llama, se sirve con soja, guisantes y puré de kumquat confitado. Ojo, porque esta propuesta más raw va a ir cambiando según la disponibilidad de producto del mercado.
Sándwich de pastrami
Combina carne de vaca rubia gallega cocinada al vacío y ahumada en casa con queso cheddar, encurtidos, remolacha, mostaza casera y pan de siete semillas de la panadería artesana Amasa. Hemos probado muchos sándwich de pastrami (pausa dramática). Hemos probado muy pocos orgásmicos, como el de Lobsterie. Tenemos que confesar que al principio nos chirrió un poco la propuesta (si vamos al mar, vamos al mar, ¿no?). Y, sin embargo, al final no sólo nos ha convencido sino que nos ha enamorado. Un poco de ‘tierra’ le sienta bien a Lobsterie y más cuando esa tierra es la gallega (esa vaca rubia gallega se nota, ¡vaya que sí!). El otro puntazo es el toque potente de la remolacha y los encurtidos y el pan, ¡qué pan! En fin, no seguimos, que aún no hemos cenado y esto es muy duro ; )
Bogavante asado
Cuando este plato llega a la mesa se hace inmediatamente el silencio entre los ‘disfrutones’. Aprovecha ese instante en el que todos tragan saliva conmocionados y lánzate al ataque antes de que no quede ni una patita por relamer. Este bogavante gallego, que en Lobsterie preparan asado com mantequilla y acompañan de patatas fritas, coleslaw y mayo de bogavante (les perdonamos la redundancia, ¡mmm!) es simplemente épico. Consejo eat&love: no lleves una camisa blanca a la comida. El descuartizamiento del pobre crustáceo es un trabajo muy poco elegante y pueden quedarte huellas del delito.
‘Lobster roll’ de bogavante
La estrella del local se presenta en la mesa con una apariencia así de discreta. Tu padre seguramente pondrá el grito en el cielo (“¿bogavante servido entre panes? ¡sacrilegio!”). Que no cunda el pánico: estás ante un bombón en el que lo mejor está en el interior ; ) La fiebre mundial por este plato se comprende al primer bocado: ese sabor a mar que explota en la boca, ese toque fresco del aliño de mostaza y apio encurtido, ese brioche jugosón preparado en Amasa… En cuanto pruebes el primero, estarás perdido ?
Bizcocho de aceite con crema de limón, albahaca y polvo de aceituna
Los ‘disfrutones’, ya lo sabes, no perdonamos el postre. La guinda de nuestra comida en Lobsterie fue este original y muy rico bizcocho de aceite de oliva con crema de limón y el toque original de la aceituna negra. Un cierre fetén para una comida diferente, divertida y deliciosa.
Y, con esto, y un bizcocho… Nos despedimos hasta la próxima ; )
Con cariño,
Susana & Fabio
Somos Susana y Fabio, foodies empedernidos, viajeros y diseñadores de experiencias gastro (eat & love studio). Te recomendamos los mejores locales de Madrid. ¿Te apuntas a comer y amar con nosotros?
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