El espíritu aldeano, el sonido de las olas, los lunes sin pescado o las tropecientas mil formas de decir ‘lluvia’. Se cuentan por decenas los motivos que provocan morriña aguda a cualquier alma gallega que osa salir de sus terras. Si además son foodies empedernidos y viven en Madrid, el mal se agrava. Y es que en el decisivo momento de ir a un restaurante la queja es fulminante: ni los huevos son de sus gallinas, ni los grelos de su huerto ni, por supuesto, el marisco es fresco. ¡Ay! Qué espinosa tarea hacerles ‘’callar’’ a base de cocina gallega hecha en territorio comanche. Luego surgen proyectos como el local que traemos hoy y la cara les cambia un poquito. Atento porque, por Obra y Gracia de Santiago de Compostela (y con el sello oficial de Fabio Approves) te contamos nuestra experiencia en Picholeiros. Un pequeño local que se ha traído la tradición y el productazo más auténtico de Galicia hasta Malasaña. ¿Te vienes a saborearlo con nosotros? ¡Vámonos!

 

Picholeiros es el nombre (uno de tantos, dicen) que se les da a los compostelanos de Santiago. Sea como sea, el espacio de este local es igualito a la cocina gallega: sencilla, sin pretensiones. Porque aquí se viene disfrutar comiendo, y en cualquier formato. Como el picoteo regado en vino que puedes armarte en la barra (o mesitas) de la entrada, o la comilona que te pegarás en el comedor que hay dentro. Su techo es trenzado y las bombillas van cayendo y dándole un aire acogedor. Un sitio tranquilo, genial para venir a comer con amigos o en un arrebato de almuerzo tonto en pareja.

¿Sus creadores? Lo dirige Anxo, un chef de Santiago (de donde también es Fabio) que junto a otro socio, después de años currando en hostelería, se ha lanzado a abrir este modesto proyecto. Una propuesta sobre la que han volcado toda su ilusión por la tradición y el producto gallegos.

¿Y qué pasa con la propuesta gastro de Picholeiros? Su cocina con raíces es honesta. Aquí se han traído la tradición y el auténtico producto gallego a bocajarro para ofrecer platos sinceros, caseros y reconfortantes. Con poco espacio para la innovación, vale, pero con un sabor de verdad: de esos que te hacen viajar a la tierra con elaboraciones al punto, y para las que eligen muy bien a sus proveedores. Vamos, lo que para Fabio viene siendo sentirse en casa. Tal cual.

La carta de Picholeiros, dividida en Cousiñas, Do Mar, Principais y Larpeiradas, hace guiños a la cocina más mítica de Santiago, como la mítica tortilla de patatas del bar La Tita. Seguimos con más sencillez y sabor con las zamburiñas o el mexillón de batea, la croca con Grelo Saltedo é pataca frita o ese caldosito arroz con boletus. Para mojar la movida dale a alguno de sus vinos gallegos (como los de pequeñas bodegas de conocidos de Anxo). Para el postre se marcan cositas como la tarta de queixo o la torrija con quemada e xeado Bico. Pero nosotros, que somos fans totales de las filloas, no pudimos resistirnos a probarlas. Ah, y el licor café artesano que no falte… ¡jamás!

 

RESERVA EN PICHOLEIROS

 

Y ahora que ya sabes de qué va esto, te contamos toda nuestra experiencia plato a plato en Picholeiros. ¡A gozar!

 

 

– PICHOLEIROS, PLATO A PLATO –

 

Tabla de quesos gallegos y chicharrones

El saborazo gallego comienza por los entrantes. Los quesos te sonarán: la cremosidad del tetilla, el punto ácido del queso de Cebreiro fresco y la intensidad del Cebreiro curado. Pero encontrarse chicharrones siempre es una sorpresa: en Galicia les llamamos rixóns, roxós o rixós, y se preparan de forma muy diferente a los andaluces o latinos, hasta crear una deliciosa carne deshilachada producto de cocer grasa con magro de cerdo hasta que reduce. Son una bombita de relojería, ¡pero están de aúpa!

 

Croquetas do cocinero

Las croquetas son patrimonio de toda España, pero en Galicia les damos nuestro toque, preparándolas de cocido gallego, de setas o de marisquiño del bueno, como las que ves. Sin duda, nos quedamos con la de cocido y las de marisco, que nos llevan de cabeza y sin frenos al campo y a la costa gallega.

 

Tortilla de La Tita

La tortilla del bar La Tita en Santiago es una institución. No sabemos cuál es su secreto (algunos hablan de que está frita en manteca de cerdo). Pero la cosa es que su textura, jugosidad y sabor son de otro planeta. Aquí Anxo quiere hacerle un homenaje, y si bien es cierto que su tortilla no recuerda tanto a la original (es más fina, con patatas fritas más crujientes y con el huevo algo más líquido, al estilo Betanzos), la verdad es que está buenísima y es muy original, a la altura de las mejores de Madrid. Apúntatela ?

 

Pulpo á feira

En un gallego no puede faltar un buen pulpo. Aquí se nota la calidad del producto, estando muy por encima del que se encuentra en tantos y tantos baretos de Madrid. Aunque los cortes más gruesos se quedaron, para nuestro gusto, algo duros. Un poco de ajuste en la cocción y estaría perfecto.

 

Chipirones al estilo Louro

Chipirones preparados al estilo de los puertos gallegos, bien blanditos por dentro y con una fritura perfecta. Nos gustaron mucho porque realmente tienen un toque especial que nos hizo sentir como en un bar gallego de toda la vida. Muy ricos.

 

Croca de ternera con grelos y queso de tetilla

Que rebosan buen marisco los gallegos ya lo saben, pero la verdad es que también son grandes amantes de la carnaza de verdad. Y en Picholeiros no falta, ¡ya te lo decimos nosotros! Como en cualquier restaurante enxebre que se precie, aquí también la dan a la croca de ternera. Lo que viene siendo un corte de cadera extra jugosón que se sirve en filetes gruesos pasados por la plancha. Lo acompañan de queso de tetilla fundido con grelos, que le da un toque ácido de-li-cio-so.

 

Tarta de queixo y filloas da Bruxa con xeado Bico

El cierre de feria llegó con esta tarta de queso al horno casera y bien tradicional que estaba riquísima, con sus frutos rojos y vino Mencía que está, dice Fabio, ¡pa’ mojar pan! Además no nos quedamos sin probar sus filloas (sería pecado capital). Y es que este postre (o crepes para los ‘no gallegos’) ha sido y sigue siendo el postre preferido de todo niño de Galicia. Aquí las elaboran de puro vicio, recién hechas y servidas rellenas de crema pastelera con un divertido toque de Peta Zetas y helado de requesón de la empresa (también gallega) de Bico de Xeado (sin duda una de las mejores heladerías de Madrid).

 

Esperamos que te haya gustado nuestra recomendación de hoy =) Y con esto, y un bizcocho, ¡nos despedimos hasta la próxima!

 

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