¡”Levántate y anda!” Sí, sí, igualito a lo que le dijo Jesús a Lázaro en su día. Eso es lo que debió de decirle el Grupo Triciclo a esta taberna cuando quiso resucitarla de entre tantas almas perdidas (y castizas) que se pueden encontrar en el madrileño barrio de Las Letras, ¡y nosotros in love! Y es que jugar a ser Dios es muy difícil, pero si se trata de comida y de los padres de Tándem y Triciclo, está chupado. Hoy, comilón, te llevamos a conocer el delicioso despertar de uno de los locales con más solera de Madrid: Taberna La Elisa. Prepara tus cuerdas vocales, porque vas a gritar las palabras ‘Otro vermut, ¡Javier!’ unas cuantas veces ? ¿Listo? ¡Viaje al pasado!
Ya lo sabemos, amigo. Si vienes de la misma casta disfrutona que nosotros seguramente conocerás Taberna La Elisa. Pero, en el glorioso caso de que no sea así, enhorabuena: acabamos de salvarte bastantes días ‘de cañas’ de tu vida ?
Si te das un paseo por la calle Santa María encontrarás un local de fachada ‘colorada’ muy antiguo, de barrio. Su rótulo reza ‘Triciclo’ pero, si no lo pusiera, enseguida te pisparías de que aquí pasa algo. Y es que el personal de los tres restaurantes (Triciclo, Tándem y Taberna la Elisa, todos del Grupo Triciclo) moviéndose como pez en el agua de un lado a otro de la calle les delata muy rápido.
Al cruzar su puerta vas a viajar al Madrid de 1907 con ese aire cañí que lo impregna todo. Su preciosos baldosines en el suelo y en la pared, su barra y la sillas de madera o esas botellas antiguas que decoran la pared son solo algunos de los tesoros que han conservado del interior de la taberna. Un encanto muy especial con el que estos chicos han conseguido renacer un espacio icónico sin soltarle la mano al pasado. Bien a gusto estarás ahí ‘sentadico’ entre sus mesas de mármol pidiendo vermut, cañas o vinos de su pequeña (pero bien elegida) selección.
Escuchar que una taberna antiquísima reabre sus puertas prometiendo una cocina mejor, a veces, puede dar un poquito de ‘yuyu’. Pero cuando sabes que los chefs de Triciclo están detrás del proyecto respiras tranquilo. Porque aquí la cocina castiza de Javier Goya, Javier Mayor y David Alfonso es de lo mejor que vas a catar.
¿Cuál es la propuesta de Taberna La Elisa? Sencillez y productazo. Más claro, cañas. Platos de toda la vida de Dios muy bien elaborados por las propias manos de David, quién se queda al mando de su cocina. Así nos ofrece una mezcla de olores y sabores con solera, de esos que se encuentran en las casas madrileñas. La combinación perfecta entre recetas de siempre bien ejecutadas con producto de calidad. ¿Neotaberna? A veces sí, a veces no. En la carta de La Elisa te vas a encontrar, primero, una buena variedad de tapas y pinchos de autor. Después, una sección más cañí, donde el espíritu Triciclo ha tomado prestadas recetas del pasado y les ha dado un toque personal (siempre con mucho respeto por la tradición). Para seguir échale un ojo al apartado de ‘La huerta de Castilla’ que tiene platos elaborados con productos bien frescos. ¡Pero aviso! Lo que no es tapeo se pide por medias raciones o raciones enteras. Te aconsejamos ir a por las medias y así probar más cositas.
Lo mejor de la Taberna La Elisa es que puedes entrar a pedirte la primera caña del día (la más inocente de todas) y terminar como el Rosario de la Aurora sin darte cuenta. Te recomendaríamos bocados concretos, pero lo cierto es que aquí cualquier cosa que pidas es acierto seguro. Simpleza en estado puro hecha con precisión. Empieza con sus gildas, su mejillón tigre picantón o la tosta de cecina de Astorga cuando llegue el primer vermut. Si te entran ganas de comer más, dale por ejemplo a sus patitas de calamar fritas con ajo y limón o a sus manitas de cordero guisadas a la madrileña. Babea con el pisto manchego -con huevos rotos y patatas paja- y sube al cielo con su increíble lomo de vaca vieja trinchado con piquillos. Para cerrar elige entre el arroz con leche, las fresas con nata o su escandalosa torrija. Acabarás enamorado hasta las trancas.
Y ahora, como ya sabemos que leerlo está muy bien, pero verlo siempre es mejor (y comértelo ni te cuento), te dejamos nuestra experiencia en Taberna La Elisa ración a ración. Cuidado con el babeo, que nos conocemos ?
– TABERNA LA ELISA, RACIÓN A RACIÓN –
Torreznos
Los señores torreznos, mejor dicho. Y es que, ¿pueden convertirse los torreznos de toda la vida en un tapeo mucho más ”fino”? Con los chefs de Triciclo, se puede. Olvídate del clásico plato con ”tochacos” de torrezno grasientos o con textura de chicle. Estos son de de verdad, crujientes, más ligeros y se envuelven en un cono de papel de ”periódico”.
Ostras marennes-oleron especial
Una ostra como un monumento que puedes pedir aliñada o al natural. La que ves es la que tiene aliño ibérico, con tomate y ajo rallados, con vinagre forum de uva Cabernet sauvignon. Coronado con birutas de jamón ibérico 100% y tapado con dos lascas de papada joselito ibérico (fundido con calor para que se pueda ver la ostra). No te vas a comer una así… ¿nunca?
Bocados varios
Probamos esta croqueta cremosa de jamón ibérico que venía rematada con velo de papada Maldonado, y fue impresionante: un pequeño bocado súper sabroso con el toque de la papada. Además, aquí llegaron también la Anchoa de Santoña con pan de cristal y tomate y el mejillón tigre de siempre con un toque picantón. Todo para repetir, y repetir y repetir.
Patatas bravas
Una cazuela sencilla, con buen producto. Patatas de verdad, no de bolsa, empapadas en las dos salsas y coronadas con un poco de cebollino. El picante justo, y el sabor genial.
Gambas rojas al ajillo
Ni más, ni menos. Estas gambas rojas al ajillo eran simples y deliciosas como ellas solas. Venían peladitas pero con la cabeza, con el ajo por encima y empapadas en su caldo. Te vas a manchar las manos, pero merece la pena ?
Callos a la madrileña
Como no podía ser de otra forma, nos calzamos unos buenos callos a la madrileña. Y es que, ¿qué sería del plato más típico de Madrid si no saliera en la carta de Taberna La Elisa? Pues nada, ya te lo decimos nosotros. Un clásico que no puedes dejar de probar si eres un aficionado de los callos.
Dados de bacalao crujiente
El bocado que más nos gustó. Estos ”dados” de bacalao venían en un rebozado crujiente perfecto. Al morderlo las lascas del pescado, que eran súper ‘jugosonas’, caían solas. Úntalo bien en la mayonesa y dale un mordisco a la guindilla al final para que suelte el jugo en tu boca y se funda todo. Vas a subir al cielo, prometido ?
Ensaladilla rusa
Otro clásico que nunca falla y que no debe faltar en una taberna de toda la vida es la ensaladilla rusa. Sencillo pero muy contundente, cuidado con la ración que pedís porque llena bastante. El sabor a bonito destaca por encima del resto, y es que la elaboran como les gusta a ellos: con escabeche casero de bonito fresco.
Lomo de vaca vieja
El momento carnaza del día vino protagonizado por este riquísimo lomo de vaca vieja trinchado con pimientos del piquillo. Jugoso, sabroso y con el toque de sal gruesa perfecto. Genial para el amigo carnívoro y para pervertir al vegetariano: ¡cuidado que peca seguro!
Torrija en helado casero de vainilla
El final de este maravilloso atracón castizorro vino, como no podía ser de otra forma (y encima, en temporada) con la torrija. Viene bien empapada en helado cremoso de vainilla casero casero. Muy jugosa y nada pesada. El broche final de una comida para repetir ochenta veces, ¡y las que hicieran falta!
Y con esto y un bizcocho (si es que entra), ¡me despido hasta la próxima!
africa
10 noviembre
Me gusta vuestros contenidos, pero me parece un horror el efecto vibrante que tiene al hacer el escroll, hace que no aguante mucho en vuestra página, una pena.
saludos
Equipo eat&love
13 noviembre
Hola África, no debería haber ningún efecto vibrante, te pasa en móvil o en ordenador? Con qué navegador? Gracias!!