Nos vas conociendo. Sabes lo que nos pierde un ramen calentico, un curry picantón o unos cochinita tope jugosos. Pero hay una cosa aún más cierta: nos pones delante un buen cocido madrileño o cualquier otro plato muy ‘de toda la vida de Dios’ y arrasamos hasta con la vajilla. ¿La condición? Que se haga con unas ganas locas y ese ‘productazo’ tan nuestro. Entonces brota la maravilla y aparecen locales como Taberna y Media. Una barra para devorar los mejores torreznos de Madrid y un acogedor salón donde sentirte como en casa. Porque esa es la mayor preocupación de su chef y dueño José Luis Martínez (junto a su hijo Sergio): crear un ambiente con sabor a hogar. Donde se viene a compartir comida tradicional actualizada alrededor de una mesa y a quedarse con ganas de repetir mil veces. Atento a esta deliciosa propuesta dentro del circuito Retiro, porque es -sin duda alguna- una auténtica ‘tabernaza’.

 

 

Ya hemos visitado Taberna y Media un par de veces y ese feeling final siempre es el mismo: salimos de nuestra casa para ir a comer, compartir y vivir a otra. Y es que nada más conocer a José Luis, el alma del local, ya sientes el espacio como tu hogar. A este cocinero, que empezó su camino en Casa Lucio con tan solo 16 años, le encanta transformar su salón en un sitio muy ‘de andar por casa’. Donde los clientes puedan relajarse, dejarse llevar y disfrutar de los placeres más simples (sobremesa eterna incluida). José Luis es uno de esos anfitriones con todas las letras: ejecuta todo con mimo, te trata como a uno más y te cuenta -con un brillo muy especial en los ojos- de donde viene cada producto del plato que estás a punto de zamparte. Enamorado de su trabajo y de todas las alegrías que le ha dado este proyecto le preguntamos varias veces si nunca se le ha pasado por la cabeza hacerlo más grande. ¿La respuesta? Siempre la misma: ‘Si Taberna y Media fuera un proyecto más grande no podría dedicar el tiempo que dedico a mi familia, y eso ya no lo cambio por nada del mundo’.

 

 

Taberna y Media está bien acomodada desde hace unos años en la zona Retiro (más concretamente en la calle Lope de Rueda). Se ha hecho ya con muchos fieles que van cada semana a disfrutar del espacio. Es más: los fines de semana es imposible cenar sin reserva previa (hazlo mínimo con un par de semanas de antelación -como lees-). Parece que hablemos de un 3 Estrellas Michelin. Y no solo no las tiene, sino que tampoco le interesa: con hacer disfrutar del sabor de su cocina le basta y le sobra. Este local que Jose Luis ha creado junto a su hijo, el también chef Sergio Martínez, es su pequeño (además literal) proyecto personal. La barra invita a tomarte unas raciones y a darle duro a sus vinos. Al fondo, esquivando un estrecho pasillo donde se entrevé la cocina, encuentras su cuca sala. De aura acogedora entre paredes de ladrillo, luces tenues y ambiente relajado, informal y elegante a la vez. Perfecta para una comida entre amigos o una cena para dos ? (Mención especial para el personal, que es super agradable y atento).

 

 

Y ahora, como nos gusta siempre decir, vamos al turrón de la historia. ¿Cuál es la propuesta gastro de Taberna y Media? Sencilla, llena de sabor y sin florituras que valgan (pero sí con algunos giros interesantes). Aquí te vas a encontrar dos generaciones de chefs (padre e hijo) emocionando con dos formas distintas de ver la cocina. José Luis aporta el buen hacer de la tradición española, la del productazo, y Sergio ese toque actualizado -y nada pretencioso- que moderniza este combo perfecto. Por eso elaboran platos de ayer desde un sutil punto de vista más modernete, sin ser descarado, para no desvirtuar. Lo que tienen claro (y te confirmamos desde ya) es que su materia prima es de lo mejor que te vas a llevar a la boca. ¿Qué el plato lleva morcilla? Viene de Burgos. ¿Y la verdura? De Navarra. El cerdo de Segovia… y así en aumento. José Luis presta extrema atención a los detalles y eso se nota en cada plato.

La carta de Taberna y Media no es como te imaginas: es mejor. Porque aunque tiene platos de siempre ejecutados con buena maña, también encuentras combinaciones inesperadas que sorprenden. Y siempre para bien. En formato familiar ambos chefs elaboran su carta por temporada, e incluyen siempre lo mejorcito (en cuanto a procedencia del producto según las estaciones del año). Una breve selección de platos divididos en picoteo (ideal para compartir), una sección llamada ‘del mar’ y otra ‘de las dehesas y colinas’. Elige entre raciones (o medias, si lo prefieres) y platos principales. Sin duda, en formato picoteo, los torreznos son uno de los mejores bocados que te vas a comer. Pero también sus deliciosas croquetas de jamón ibérico, las ya bien famosas bravas cremosas (untar pan en la salsa es una locura) o la ensaladilla de la taberna.

Pero las cosa no queda ahí: prueba platos de auténtico vicio como las setas shiitake con ali olí de miel, el tartar de salmón con parmentier de boniato o el tartar de atún rojo con sriracha, soja y jengibre. Atento a la tortilla de callos a la madrileña con portobellos salteado o la carrillera de ternera con carbonara de verduras. Alguno de los platos de Taberna y Media que ya te hemos recomendado en otros post son su famosa torrija (ay ese risotto de albahaca con almendras tostadas y carabinero. Ah, y si eres un fanático del cocido madrileño, no te pierdas ni de broma el que hacen aquí cada medio día porque está de locura.

¿Para regar la comilona? Lo que quieras, pero yo que tú elegiría un vino que te recomienden ellos (nosotros con el cocido tomamos un tinto madrileño que fue la bomba). Y es que, como no podía ser de otra forma, la carta líquida también está minuciosamente seleccionada.

¿Nos damos una vuelta por los platos de Taberna y Media? Venga, ¡que lo estás deseando! Te contamos como siempre nuestra experiencia con ‘platillos y señales’.

 

– TABERNA Y MEDIA, PLATO A PLATO –

 

 

Torreznos

Los torreznos de Taberna y Media son otra historia, amigo. Aquí se gestan unos de los mejores de Madrid (al menos nosotros, los mejores que hemos probado hasta la fecha). Estos torreznos crujientes de Fuentidueña son una receta familiar de Jose Luis. Están elaborados con papada a baja temperatura. Es decir, con mucho amor del bueno. Jugosos como pocos y con su borde bien crujiente. Impresionantes.

 

Bravas cremosas

Seguimos la comilona con las Bravas cremosas de Alejandro. El nombre engaña un poco, y es que una vez las pruebas te catas de que son más parecidas a unos buñuelos (pero no tendrás queja alguna, créeme). Esponjosos (a la par que cremosos) buñuelos de patata con una salsa brava un poco picantona muy parecida al mojo picón. Fritura poco aceitosa y perfecta y una patata llena de sabor que se deshace sola en tu boca. Un delicioso twist a la típica cazuela de taberna en la que tantas veces has rebañando el pan. Aviso: no es que no vayas a dejar migas, es que querrás comerte el plato.

 

Setas Shitake

Probablemente uno de los platos que más nos gustó (aunque hemos de reconocer que es muy -muy- difícil quedarse solo con uno). Probar sus viciosas setas shitake es innegociable. Las preparan salteadas en soja a baja temperatura, con un alioli de ajo suave y un ligero toque de miel tostado. Otro rollo. Tal cual.

 

Cocido madrileño

Lo de pedir entrantes si vas a comer cocido no se puede hacer (a menos que vayáis unos cuantos y queráis probar un poquito de todo). En realidad, solo con esta maravilla de plato tienes más que suficiente. Aquí lo sirven en dos vuelcos: primero la sopa con un punto de sal justo que nos encantó (para beberte la cazuela entera, vamos). Y si encima les pones la guindilla ya rematas. Después continúan con el mix de garbanzos, carne y verduras que te preparan ellos. Mención especial para el chorizo de Segovia y la morcilla de Burgos: me dejó loca perdida. El precio completo es de 22,50€ (sin bebidas ni postre) y puedes tomarlo de martes a viernes a medio día bajo reserva. Y es que trabajan bajo demanda para que el cocido esté siempre perfecto.

 

Torrija cremosa de anís

Al eat&lover le pierden las torrijas bien hechas. Repito: bien hechas. Nada de fritangas o trozos de pan rebozados en azúcar que parezcan zapatillas. Si por algo triunfa la sección dulce en Taberna y Media es por la torrija cremosa de anís que prepara José Luis (ya le dije que como la de mi madre ninguna, pero he de decir que esta me ha conquistado). La elabora sin freír, muy jugosa y nada empalagosa. Coronada con un delicioso helado de vainilla. Muy top (echa un ojo a este post de las mejores torrijas de Madrid donde ya les incluimos en 2019).

 

Cremoso de chocolate crujiente

He de decir que la tarta de queso de Taberna y Media tiene un sabor a vainilla y una textura que engatusan a cualquiera. Pero esta vez nos quedamos con este cremoso de chocolate crujiente con helado de guianduia. Bru-tal. Una mezcla de diferentes texturas. La crema de choco suave y esponjosa, los trozos de chocolate y frutos secos bien crunchy, y el frío del helado como toque final. La mezcla en boca para repetir mil y una veces. El final perfecto para una comida de otra liga.

Espero que te haya gustado mi recomendación de hoy =) Este local es una segunda casa para José Luis y también será la tuya. Lo que hace cada temporada con su carta es una auténtica maravilla. ¡Ve a probar y nos cuentas!

 

Pues con esto y un bizcocho, ¡me despido hasta la próxima!

 

---