Una barra, un taburete y un cocinero majo haciendo virguerías (y perrerías) con nuestra cena: no necesitamos más para ser felices. Así de fáciles somos,…
Sí señor, nos pone el picante. Mucho. Sobre todo si viene acompañado de una propuesta provocadora, de esas cañeras que nos suben la líbido, la bilirrubina,…