Cada día se repite la misma escena. Decenas de personas se apiñan ansiosas en la puerta de un discreto local en la calle Meléndez Valdes (Argüelles) cerca de las ocho y media de la tarde. Los transeúntes suelen dirigirles alguna que otra mirada de refilón. “¿Qué se cocerá aquí?”, se preguntan. “¿Será un concierto? ¿O acaso es que regalan algo?”, se dicen. Pobres ilusos. Ah, pero vosotros, afortunados lectores nuestros, sí vais a conocer el secreto. Tras la puerta del número 54 de la calle Meléndez Valdés se esconde el Nakeima, un nuevo restaurante de inspiración asiática-fusión abierto por un equipo de jovenzuelos con experiencia en los fogones del DiverXO, Nikkei 225 o El Celler de Can Roca que nos ha dejado ‘ojipláticos’ (o quizás deberíamos decir ‘boquipláticos’).

¿Queréis saber más? Os lo contamos, pero ¡ssshh! no se lo digáis a nadie ; )

Si nos habéis hecho caso (y si no, muy mal) y habéis hecho una escapada al StreetXO (el hijo ‘canalla’ del estrellado David Muñoz) sabréis qué os vais a encontrar en el Nakeima. Ya os lo habíamos advertido: la ‘cocina callejera’ viene pisando fuerte. Lejos quedan los formalismos (la servilleta en las rodillas, esos camareros ‘tiesos’ que nos tratan de usted) y las pretensiones: se llevan la informalidad, las barras, la música animada, comer de pie… Manda -en definitiva- el espíritu de la calle. Y, sobre todo, manda la cocina sin miedo y sin complejos. En Nakeima encontraréis, como en el StreetXo, raíces asiáticas y fusiones delirantes: esos callos a la thailandesa (espectaculares), ese sándwich de pan chino con chorizo criollo y huevo de codorniz (impresionante). ¿Quieres saber más? Sigue leyendo, que te lo contamos todo, todo (y todo).

Sólo 20 personas entran cada noche al Nakeima. Nosotros -que hicimos los deberes y nos presentamos frente a su persiana a las 20.20h (no admiten reservas)- fuimos tres de esos afortunados. Expectantes, pillamos sitio en la barra del más que sencillo local -aquí la decoración es secundaria-. Y empezó el festín. En Nakeima no hay carta: hay una pizarra con una serie de platos que suelen variar -aunque se suelen mantener algunos ‘clásicos’ que te vamos a describir, ¡pregunta por ellos!-. ¿Nuestro consejo? Déjate guiar por el -majísimo- equipo y, sobre todo, decide rápido: las raciones con más éxito suelen volar. La carta de vinos, por otra parte, es más bien escasa, aunque los que hay están muy bien elegidos (nosotros nos animamos con una botella de Leirana, un estupendo albariño).

Wonton de gambas: fue, quizás, el plato que menos nos sorprendió de la noche

Empezamos con unos wonton de gambas: masa frita crujiente y ligera rellena de gambitas y espolvoreada con polvo de gambas. Ricos y bastante ligeros, aunque fue de los platos que menos nos sorprendieron de la noche.

Nigiri ibérico y con gamba: muy original y delicioso

Seguimos con un mix de nigiris ibéricos y nigiris con gamba: una estupenda combinación mar y montaña con un toque nacional. Nos encantó el ibérico, muy sabroso, con su deliciosa panceta ahumada sobre el arroz. El de gamba no le andaba muy lejos: con la mayonesa al ajillo estaba delicioso.

Tataki de pez mantequilla: orgásmico e imprecindible

La cosa fue a mayores con el tataki de pez mantequilla marinado en miso, con un delicioso toque a la brasa, huevas de pez volador y acompañado de una salsa oriental con un toque a lima. Maravilloso (‘orgásmico’, como nos gusta decir). Nos gustó incluso más que el tataki del StreetXo -¡y ya es decir!-.

Las brochetas de pollo teriyaki con ají -salsa cremosa peruana que os encantará- y cacahuetes también nos parecieron noqueantes. ¿Qué os vamos a contar? Sólo con mirar la foto ya entran ganas de devorarlas -lentamente, para que el regustín dure más-.

Hasta el momento, todos los platos habían sido ligeritos, pero entonces empezaron a llegar propuestas con más enjundia.

Sándwich de pan chino con chorizo criollo gallego, huevo de codorniz y ensalada de col: imprescindible.

La primera fue el bautizado como ‘bunwich’: un sándwich de pan chino con chorizo criollo gallego, huevo de codorniz y ensalada de col. Una bomba, pero deliciosamente delirante. La combinación del pan chino y el criollo es rompedora y hace honor al espíritu gamberro y a la influencia gallega del Nakeima (Galicia es la tierra de uno de sus chefs).

Y si el sándwich nos dejó locos, los callos a la thailandesa que le siguieron -con matices sorprendentes y nada grasientos- no fueron para menos. De ‘mojar pan’ y no parar: estos callos os encantarán incluso aunque el plato tradicional no os haga mucha gracia.

Pollo al curry rojo: un billete directo a Tailandia.

Acabamos con unos muslos de pollo al curry rojo con los que los ‘nakeimeros’ se ganaron nuestro amor eterno. El primer mordisco nos teletransportó directos -y en primera clase- a ese maravilloso país que visitamos este verano y cuya cocina echamos de menos cada día.

Y con esto, varios licor-cafés y una ‘cheesecake on your face‘ -o lo que viene a ser lo mismo, que la preparan en tu cara- más que correcta, nos despedimos. Y, como el cuento ha tenido un final feliz, esperamos ansiosos la segunda parte.

¡Bon appètit!

ACTUALIZACIÓN: Los últimos comentarios que nos han llegado dicen que los precios de Nakeima se han disparado. Además, conseguir sitio sigue siendo muy complicado (demasiado). A veces, ni siquiera con llegar al local más de 1 hora antes de la apertura es suficiente, lo que resulta bastante frustrante. Seguimos sin entender por qué Nakeima no acepta reservas telefónicas (que sería lo más lógico) y sigue forzándonos a quienes queremos disfrutar de su cocina, pero no vivimos a la vuelta de la esquina, a poner patas arriba nuestra rutina para estar allí a tiempo para entrar en la lista y, la mitad de las veces, no conseguirlo (apenas hay 2o sillas y se llenan muy rápido. Además, no doblan mesas). En fin, que nuestra historia de amor con este local, sinceramente, se ha aguado un poco últimamente ?

Susana & Fabio

Somos Susana y Fabio, foodies empedernidos, viajeros y diseñadores de experiencias gastro (eat & love studio). Te recomendamos los mejores locales de Madrid. ¿Te apuntas a comer y amar con nosotros?

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