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10 aperturas de éxito que quieres (y debes) incluir en tu lista de propósitos de 2014

Yakiniku Rikyu: el japonés con alma coreana más ‘fisno’ de Madrid

YAKINIKU RIKYU

 
  
 

COCINA

COREANO-JAPONESA

PRECIO POR PERSONA

65-80 € pp. aprox. (con postre y bebida)

 
  
 

♥︎ ♥︎ ♡

 

Corea está que se sale. Al grito de “kimchi“, “yakiniku” y “bibimbap” los coreanos invaden los Madriles, y nosotros los recibimos con las bocas abiertas. Algo tiene esta cocina -basada en carnes, pescados, arroz, vegetales y fermentados a tutiplén- que engatusa las papilas gustativas y toca el corazón (de melón) de los buenos foodies. Por eso en Japón hace ya mucho que se enamoraron de la cocina coreana y la han adoptado casi como propia. Así que hoy te traemos un restaurante que rompe esquemas y fronteras: se llama Yakiniku Rikyu y es un japonés de alma coreana que te propone una experiencia foodie de altura súper auténtica y original basada en la herramienta estrella de la cocina coreana: la barbacoa, refinada por el savoir faire japonés. ¿Nos vamos?

 

 

Yakiniku Rikyu. El nombre es más impronunciable que el trabalenguas de los “tres tristes tigres”, pero merece la pena que te lo grabes en la sesera. Por si viene bien, aquí va una explicación de andar por casa: yakiniku significa literalmente “quemar carne, o barbacoa que se hace uno mismo”. Es una técnica inventada por los coreanos que se puso de moda en Japón gracias a los refugiados de la guerra de Corea, que escaparon al país nipón barbacoa en mano. Eso sí, los japoneses le dieron una vuelta al invento: ellos apostaron por cortes de carne más finos y elegantes e introdujeron productazos con solera como el archifamoso wagyu japonés. ¿Y “rikyu“? El palabrejo se refiere nada más y nada menos que al nombre del palacio de verano del emperador de Japón (en el que realmente se sentía -y comía- como en casa). Con estas pistas ya te puedes hacer una idea de la experiencia que vas a vivir en Yakiniku Rikyu: auténtica, superlativa y muy, muy fisna (no es un restaurante para ir un día cualquiera cuando te de el antojo: resérvalo para una ocasión especial). El precio, seguro que ya te lo imaginas, no es el del coreano cutri de toda la vida (ojo que esos también nos encantan): llegar a los 70€ pp. es fácil, y si te lanzas a por el wagyu la cuenta se puede disparar a más de 80€ pp. Truco del almendruco para ahorradores: visítalo entre semana y lázate a por su menú especial que incluye muchos hits de la carta desde 35 €. 

 

¿Sabías que el wasabi proviene de una raíz que crece bajo el agua y solo se da en Japón? Yakiniku Rikyu es uno de los pocos restaurantes de España donde comerás auténtico wasabi, rallado directamente en la mesa

 

Y ahora que ya hemos hablado de ‘los euros’, seguimos contándote cositas de Yakiniku Rikyu. Detrás del restaurante (que, casualidades de la vida, está justo al lado de la Embajada de Corea, por lo que vas a comer codo con codo con coreanos casi seguro) está un grupo de inversores coreanos que han cuidado cada detalle del proyecto para que la experiencia sea genuina y auténtica. La decoración, sobria y elegante, es del estudio Stone Design que ha diseñado un espacio con grandes mesas de metal (para que te quepan todos los platillos) y sofisticadas barbacoas (con un sistema de extracción de humos incorporado que evitará que salgas de allí aireando el festín que te has pegado, ¡una pasada!). Entre los detalles que más nos llamaron la atención, las mesas en las que te puedes sentar en cojines en el suelo, al estilo japo y -atención-, ¡un auténtico WC japo con todas sus frikadas! (calefacción, chorritos de agua a presión regulable, etc)-.

¿Y cómo es la carta de Yakiniku Rikyu? Vas a encontrar muchas opciones, nosotros que somos alumnos aplicados te recomendamos que te ciñas a la tradición coreana: empieza con un entrante, como su riquísimo kimchi o su namur (verduras aliñadas); sigue con las carnes a la barbacoa (el auténtico punto fuerte del local, con wagyu de Ozaki ecológico auténtico japonés y otros finos cortes de rubia gallega, wagyu chileno, etc); continúa con un plato de arroz (no te pierdas su delicioso bibimbap) y acaba con una sopa, como la de miso coreano picante y, si quieres, un postre (aunque, hay que decirlo, no es su punto fuerte).

 

RESERVA EN YAKINIKU RIKYU

 

– Yakiniku Rikyu, plato a plato –

Los entrantes:  auténtico ‘kimchi’ coreano

Uno de los must de cualquier coreano que se precie, preparado con col china fermentada con pimentón picante y especias. El sabor, salado fuerte y picante pero a la vez delicado y con matices, es una gozada. 

 

La casquería: Lengua de rubia gallega

Y ahora sí, es el momento de empezar con las carnes. Lo primero, la casquería, que flipa por igual a japoneses y a coreanos. Si, como Susana, no eres muy fan de este tipo de cocina poco apta para tiquismiquis y remilgados gastronómicos, lánzate a por su lengua de ternera tersa y poco grasienta (fue uno de los cortes más sabrosones que probamos y, te lo prometemos: ¡no habla!). Consejo eat&love: déjala un buen rato en la parrilla para que se haga bien y condiméntala ligeramente con aderezos como sal de himalaya, salsa de pescado con sake Dulce, o salsa de soja con shichimi.

 

La carne: Wagyu de Ozaki

Y aquí está. La joya de la corona de Yakiniku Rikyu: su buey de wagyu japonés. Olvídate de las “hamburguesas de wagyu” o los “solomillos de wagyu” que te han colado en Madrid: esto está a otro nivel. Es carne ecológica criada con mimo en la ganadería Ozaki -de la prefectura de Miyazaki- a base de un cóctel de hierbas y cereales 100% ecológicas. Su aspecto es marmoleado, su textura suave y jugosa y el bocado está lleno de sabor. Para que quede perfecto, dóralo un poco a la parrilla (no te pases, que está bueno poco hecho), aderézalo solo con un poco de sal (no hace ni falta), y disfruta de lo lindo. Eso sí, no te vengas arriba pidiendo o cuando llegue la cuenta vas a querer echarte a llorar: 100 gramos de solomillo de wagyu salen a 55 €.

Ah, para acompañar las carnes a la parrilla, lo mejor es que te apuntes a un fresquito variado de verduras Nambur para contrastar, con espinacas, soja amarilla, helecho asiático y nabo daikon en aceite de sésamo.

 

Yakiniku Rikyu - bibimbap

El arroz ‘bibimbap’

Apagamos la barbacoa y pasamos a otro de los clásicos de una auténtica experiencia coreana: el el bibimbap, un plato de arroz que nos encanta. Preparado con carne, huevo y verduras variadas, se termina de hacer en un cuenco de piedra caliente que le da una textura crujientita, tipo socarrat. ¡Riquísimo!

 

La sopa: ‘Yukke Jhang Udon’

Los japoneses y coreanos suelen acabar con una sopa justo antes del postre y nosotros no íbamos a ser menos: si te gusta el picante, atrévete con la sopa Yukke Jhang, de miso picante coreano, con pasta udon, verduras y carne. ¡Muy reconfortante!

 

Gelatina de fruta de la pasión rellena de mousse de vainilla con bourbon

Y para despedirnos, un postre ligerito y refrescante como esta gelatina de fruta de la pasión. No podemos decir que no estaba rico, pero después del nivelazo de los otros platos, este quizás nos supo a poco (ya sabes que el apartado dulce no es el punto fuerte de casi ningún asiático).

Y con esto, y un chupito de sake, nos despedimos hasta la próxima.

Con cariño,

Susana y Fabio

 

LET’S GO, BABY!

 
  
 

DIRECCIÓN

Paseo de la Castellana, 15 (Metro Colón)

RESERVAS

Tlf. 910 00 77 67

 

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