Pues no, para qué nos vamos a engañar. No todos los días se enamora uno de un kebab. Pero es que Yuníe no es un simple kebab. Este bocata, en concreto, es sabor y jugosidad sin límites. Yuníe es una cafetería cerquita de Moncloa que lleva años preparando los mejores bocados libaneses de la capital (así, tal cual). Artesanal, hecho al momento y con ingredientes frescos. No exageramos ni un trozo de pollo si te decimos que, por mucha tirria que le tengas a este plato (reconocemos que los baretos paquistaníes han hecho mucho daño), el que prepara su dueño Georges te va a flipar. Algo tendrá que ver que, cada vez que ha venido un rey árabe a la Casa Real, a este señor se le haya encargado hacer la comida, ¿no?

 

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El dueño (y cocinero) de Yuníe Kebab es Georges, un majísimo y amable señor de Beirut que se vino a España en 1976 y empezó trabajando en el mundo del catering. Su comida libanesa lo petó tanto que su teléfono ardía con llamadas de la Casa Real cada vez que venían reyes árabes a Madrid. Lo mejor de todo es que no es algo a lo que él le de demasiada importancia, porque abrió su modesta cafetería sin ningún tipo de lujo para poder seguir haciendo lo que más le gustaba: cocina sencilla, pero de gran calidad y buenas elaboraciones a un precio más que razonable (puede que te parezca caro pagar por un kebab entre 5 y 7€, pero ya te decimos que lo valen).

 

food&love

Georges compra él mismo los filetes de pollo y de ternera en el mercado que tiene cerquita del local. Los adoba a mano el día previo a cocinarlos y los va pinchando en el estilete giratorio de metal para ir asándolos poquito a poco. Con bien de cariño y paciencia. Después se arranca con el cuchillo jamonero y va partiendo para que caiga al plato antes de hacerlos bocadillo. Pídele que te de un trozo de carne sin nada para probarla, porque verás la calité de la que hablamos. ¿Sus salsas? Tanto la de yogur como el resto siempre caseras, elaboradas por ellos mismos en el local (no concibe otra forma de hacer las cosas que no sea así). Los ingredientes son frescos y -ojito- el falafel te lo hacen enterito en el mismo momento en el que lo pides. Una fantasía.

Que no te engañen en los locales de kebab: la mayoría utiliza patata para engrosarlo, pero nuestra recomendación de hoy es un kebab puro y duro de mercado, con materia prima de calidad. Anímate a probarlo y nos cuentas ?

 

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