Madrid huele a otoño. Lo sabe tu nariz (y el moquillo, que ha vuelto de vacaciones para quedarse); lo sabe Milla Jovovich, que hace unas semanas que se pasea por las pantallas de tu televisor recordándote que ya toca guardar esas bermuditas, y lo sabes tú y ese espíritu ‘choff’ con que arrastras los pies de camino al ‘curro’. Asúmelo, el verano se ha acabado (y el veranillo de San Martín también, no te engañes). La buena noticia es que, ahora que ya no tienes que lucir cuerpo serrano: tienes al menos seis meses (hasta la vuelta de la dichosa ‘operación bikini’) para entregarte al carpe diem. Y como el chocolate y los dulces lo curan todo, hoy te traemos una selección de las mejores cafeterías y pastelerías de Madrid para superar la ‘depre’ otoñal. Prepárense golosos empedernidos y desabróchense los cinturones (un par de posiciones), que aquí van nuestras propuestas.
Federal: trabajar (y ‘posturear’) en el café favorito de los blogueros
El café desde el que escribo estas líneas. Un local muy neoyorkino en el corazón del barrio de moda: Conde Duque. Dispone de una gran mesa corrida donde muchos van a trabajar, a buscar inspiración o a posturear con sus Mac mientras disfrutan de un buen café. Su repostería 100% artesana se ha ganado el amor incondicional de los blogueros madrileños. Encontraréis bizcochos de miel y pistachos, brownies o tartas deliciosas, como la de chocolate y cerveza Guinness. Y sobre todo, buena compañía en una ambiente, por cierto, bastante multicultural (Plaza de las Comendadoras, 9).
Olive: más crepes de Nutella y menos Prozac
Justo enfrente del museo Conde Duque se ubica este local diminuto, acogedor y con mucho rollo, con dos o tres mesitas de madera antigua, sillas de hierro envejecido, libros y flores. Puedes acompañar tu café con, por ejemplo, una crêpe de nutella espectacular (el mejor antídoto conocido para los bajones, aunque los médicos aún no lo sepan) (Calle Conde Duque, 24).
El Jardín Secreto: merienda con toque romántico
Hace unos años los madrileños (adoptivos y locales) se pegaban por encontrar sitio en El Jardín Secreto. Y es que cruzar su puerta es vivir una experiencia mágica. Con su decoración horror vacui (no apta para los amantes del minimalismo) y su ambiente íntimo, es perfecto para llevarte a tu pareja / cita a tomar un café, un batido o una primera copa con una de sus estupendas tartas (como la ‘muerte por chocolate’) (Calle Conde Duque, 2).
La Cocina de mi Vecina: tartas que lo curan todo
Ningún viandante que pase por la puerta de La Cocina de mi Vecina, por muy despistado que vaya, puede evitar clavar su mirada en sus tartas y cupcakes estratégicamente situadas en sus amplios ventanales. En la mesa de madera de su interior, puedes pasar un rato estupendo leyendo, charlando y tomando un café, un té de frutas, cupcakes de oreo o una ración de su tarta red velvet (Corredera Alta de San Pablo, 15).
Mamá Framboise: la pastelería favorita de los ‘morros finos’
Si te diriges a la elegante zona de Barquillo y Argensola, no olvides calarte la boina parisina. Al entrar en Mama Framboise te volverás loco con su vitrina, digna de una joyería, con mil variedades de pastelitos, repostería, quiches, macarons y croissants artesanos en un agradable espacio con decoración rústica. De hecho, han tenido tanto éxito que acaban de abrir nuevo local con una propuesta muy original enfocada hacia el ocio gastronómico: La Platea (Calle de Fernando VI, 23 y Calle Goya, 5-7).
Pomme Sucre: el mejor croissant de Madrid en Malasaña
Muy cerquita de Mamá Fambroise, aunque bastante menos concurrido, encontrarás Pomme Sucre, una deliciosa pastelería-café con muchísimo gusto, con unos pasteles y bombones exquisitos. No por nada, dos de cada tres vecinos de la zona dicen que aquí se come el mejor croissant de Madrid. Y, por si te faltaban ideas, probar una de sus milhojas de crema y caramelo es casi una experiencia religiosa (Calle Barquillo, 49).
Fonty: pequeños placeres dulces de inspiración francesa
Y aunque cambiamos de barrio, seguimos con el rollito francés para plantarnos en Fonty, un lugar tranquilo y acogedor con una carta de meriendas y desayunos rebosante de placeres dulces y salados que puedes acompañar con un chocolate caliente o con un vino espumoso. Famosa es su tarteleta de limón (Calle Castelló, 12 en el barrio de Salamanca).
Oíta Café: para gozar y dejar las horas pasar
En pleno barrio de Chueca, hace algunos meses desayuné con unas amigas en este establecimiento. La estética de hogar confortable y sillas antiguas, cada una de su madre y su padre, recuerda un poco a la famosa multinacional americana del café, pero nada que ver. Pastelitos refinados, mermeladas caseras, mini bollería y ambiente acogedor. Tan a gusto estábamos, que se nos hizo la hora del vermut sin darnos cuenta y sin ningunas ganas de irnos de allí (Calle Hortaleza, 30).
Living in London: Tetería british
Cambiamos de capital europea sin salir de Chamberí para vivir una de las mejores tradiciones británicas: la hora del té. Aquí, además de un estilo y decoración 100% british y muy ‘cuqui’, podrás degustar su English Breakfast tea levantando el dedo meñique mientras le das pequeños sorbitos, con los clásicos ‘scone’, rellenos de mermelada, sándwiches o tartas (la de limón está espectacular) (Calle de Santa Engracia, 4).
Embassy: un clásico que no falla
¿Has quedado con tu abuela o con tus suegros, que son más bien ‘clasicotes’? ¿O, simplemente, te apetece pasar por uno de los salones de té míticos de Madrid? (dice la historia que era lugar de reunión de espías durante los años 30 y 40). En Embassy encontarás un buen surtido de delicias con las que ponerte las botas que puedes llevarte a casa o degustar en el local junto a un ‘té Embassy’ (u otro de su completa carta) acompañado de unas pastas, medias noches o de sus estupendos sándwiches de pollo, roquefort, roast beef o salmón ahumado, por ejemplo (Paseo de la Castellana, 12).
Delic: Mojito + tarta de zanahoria, la fórmula de la felicidad
¿Quién ha dicho que tomar un mojito o una caipiriña está reñido con merendar unos muffins o un trozo de la hipsteriana carrot cake? Nada más lejos. No puedo dejar fuera de esta pequeña lista este reducto de La Latina que contiene pedacitos del mundo en su espacio y en música ambiental. Al entrar siempre te recibe un maravilloso olor a hierbabuena. Mejor entre semana, que el fin de semana ya sabes cómo se pone La Latina ¿no? (Costanilla de San Andrés, 14).
Se me hace la boca agua! Gracias x la recomendacion!!
Muy completo y muy bueno.
Me parece una información muy util, seguro que vuelvo
Imprescindible, que nadie se lo pierda!
Me parece muy interesante para mis continuos viajes a Madrid.
Muy interesante muchas gracias .
Me enteré a través de Canarias7, y me ha gustado el sitio y la información que aportan.