Vale que la frase “de Madrid al cielo” ya cansa. Pero, ¿y si te dijéramos que existe un lugar en el que puedes experimentarla, literalmente? El Tartan Roof no sólo está en el cielo (lo encontrarás en la flipante azotea del Círculo de Bellas Artes), sino que sabe a cielo (dos circunstancias que en Madrid se dan juntas con la frecuencia de un eclipse solar, más o menos): su cocina de inspiración asiática y callejera te dejará flotando en una nube y su atmósfera liviana y violeta, con saborcito a ‘verano Estrella Damn’, hará el resto. ¿Y el precio? Pues 35 – 40 euros/por barba. Un lujo que te puedes / debes permitir porque (te lo juramos por el oso Yogui): ¡merece la pena! ¿Vamos?
El Tartan Roof, dirigido por el hiperactivo chef madrileño Javier Muñoz-Calero (que también está detrás de Perrito Faldero, Muñoca y El Huerto de Lucas), es un restaurante pop-up estacional o, lo que es lo mismo, que sólo abre en verano (el resto del año puedes disfrutar del ‘Tartan Migas’, una propuesta más informal basada en sandwiches, hamburguesas gourmet y otros platillos de picoteo creativo).
La carta del Tartan Roof (que se renueva completamente cada verano) está inspirada en la cocina callejera internacional del sudeste asiático y de algunos países americanos, reinventada con toques innovadores y de fusión. Estas tendencias, muy de moda entre los chefs españoles, Muñoz-Calero las borda: los platos de Tartan Roof, preparados con ingredientes exóticos de primera calidad en combinaciones sorprendentes, tienen un carisma que nos ha engatusado. ¿Imprescindibles?: la carrillera de cerdo ibérico con curry tailandés, el lomo bajo marinado con gelatina de almendras y garbanzos con algas y los fideos frescos de huevo (chukasoba) que vienen con pargo, anguila, copos de atún, salsa hoisin y vegetales.
– TARTAN ROOF, PLATO A PLATO –
Nuestro banquete (fuimos tres parejas) empezó con un picoteo en el que las primeras invitadas a nuestra mesa fueron estas empanadillas de ternera acompañadas de macedonia de frutos rojos y frutas tropicales con chile chipotle. Caseras, con un relleno jugoso y una masa poco aceitosa y crujiente, al mojarlas en la salsa ganaban mucho gracias a un toque exótico y dulzón que contrastaba muy bien con la carne.
Seguimos con un pad thai versionado de noodles crujientes, langostinos, mango, pico de gallo y anacardos. El plato es muy veraniego (se sirve frío) y aunque realmente no tiene mucho que ver con un pad thai tradicional de esos que nos pirran, estaba bastante bueno (aunque no fue lo mejor).
El satay de pollo de corral con citronella y salsa romesco de maní y lichis tampoco estaba mal, aunque encontramos las bolitas de pollo un pelín secas de más. Rico en cualquier caso.
Y llegaron los segundos, el punto fuerte del Tartan Roof (un consejo: ¡compartidlos todos!).
La carrillera de cerdo ibérico con curry tailandés (llevaba componentes de curry rojo, curry panang y curry massaman), con berenjenas baby, setas shitake, raíz de galanga, citronella, leche de coco, lima kaffir y guindilla y acompañada de arroz jazmín nos flipó. El curry, aromático y adictivo, nos teletransportó a Tailandia en cada cucharada y la carrillera estaba estupenda. Un plato de matrícula por el que prácticamente nos peleamos en la mesa.
Otro plato que nos gustó mucho fue el taco de rabo de toro con salsa sriracha, achiote, choclo, ajetes, piña, cilantro, rabanitos, menta y pomelo. Un bocado callejero y sorprendente que mezcla sin complejos sabores españoles, mexicanos, peruanos y asiáticos. La ternura y contundencia del rabo de toro, el frescor de la menta, el cilantro, la piña y el pomelo y el toque picante y exótico de la salsa de chiles redondean una propuesta que nos moló mucho.
El lomo bajo marinado en miso, vermuth y vi ranci (un vino oxidado típico catalán) con gelatina de almendras y garbanzos crujientes con alga wakame también estaba tremendo: la ternura de la carne marinada, el intenso sabor a soja, la combinación con el toque más dulzón de otros ingredientes y el contraste del aromático bocado carnívoro con el acompañamiento de garbanzos y algas… Muy bueno.
Siguiendo con la carne (en la cena nos juntamos unos cuantos carnívoros) las albóndigas agridulces de solomillo de cerdo marinado con lino, sésamo de wasabi y bulgur (preparado de trigo) a la naranja también nos gustaron mucho (aunque no tanto como el resto de segundos).
Y le llegó al turno al pescado: pedimos unos fideos japoneses de huevo (chukasoba) con pargo, anguila, copos de atún, salsa hoisin, cebollino, shiitake, brotes, tirabeques y chips de ajo. La presentación con los copos flotando en el plato nos pareció muy original (ojo, que el viento puede llevarse los copos del bol!), y los noodles -bien equilibrados con los pescados, los vegetales y la salsa hoisin (la típica del pato pekín)- estaban espectaculares de textura y sabor.
Acabamos con el bo-ssan de ternera y banchan: un plato basado en la cocina coreana y que consiste en una pieza de carne asada a fuego lento que se toma enrollada en distintas hojas (batavia, albahaca thai, pak choi, menta…) y acompañada de pequeños platillos vegetales (encurtidos, kimchi de manzana ácida…) La ración es enorme (la carne casi llega para dos personas) y el gusto del plato, sorprendente: la carne tiernísima combina con el frescor de las hojas exóticas y el toque intenso y diferente de los distintos acompañamientos.
Para despedirnos del Tartan Roof pedimos tres postres (para 6): el chocolate a dos temperaturas, baileys y nata semimontada, una propuesta no especialmente sorprendente, pero estupenda para chocolateros; el muk dulce de cerezas y garrapiñadas, fresco y original; y la tarta de manzana frita con crema inglesa, una estupenda empanadilla de manzana, crujiente y golosona, que voló del plato en lo que tardas en lo que tardas en compartir este post ; ) ¡Hasta la próxima!
Madrid | Pearltrees
24 junio
[…] Tartan Roof: de Madrid al cielo (literalmente) – Eat & Love Madrid. Vale que la frase “de Madrid al cielo” ya cansa. […]
edgardo moisés
2 julio
Hola y muy buenas!
Pregunto si Tartan ( oasis en el barrio de las letras) permanecerá abierto hasta septiembre.
Es que voy a Madrid desde Puerto Rico y me gustaria visitarlos
Gracias y a seguir sorprendiendonos gustativamente!
Edgardo Moisés
eatandlove
12 julio
Hola Edgardo,
No lo sabemos con seguridad, pero al menos el año pasado no cerró hasta el final de septiembre (de todos modos la terraza la puedes visitar igual!)
Tienda de Scrapbooking
4 diciembre
Me ha gustado mucho el post. Por favor seguid publicando.
Luis
11 agosto
Francamente decepcionante. La carta es únicamente de precocinados recalentados con unos precios desorbitados. Una gran caída del año pasado a este.
El Huerto de Lucas: paraíso orgánico | Madrid in Blog | Red de blogs de Madrid
22 octubre
[…] El alma de este proyecto es Pilar Muñoz-Calero, Doctora en medicina, especializada en medicina ambiental y creadora de la fundación Alborada, centro de medicina ambiental para el tratamiento de la sensibilidad química múltiple (que ella misma padece) y otras dolencias relacionadas. Pilar ha contado con la ayuda de su sobrino, Javier Muñoz-Calero, hiperactivo chef e impulsor de alguno de nuestros restaurantes favoritos de la ciudad, como el Tartan Roof, en la azotea del Círculo de Bellas Artes. […]
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10 noviembre
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CECILIA
18 marzo
El sitio es tan agradable y las vistas tan espectaculares que olvidas la comida (creo recordar que estaba buena). Los camareros muy agradables, aún estando llena la terraza.
Merece mucho la pena ir en verano, la terraza del Círculo de Bellas Artes es un sitio único.