EElegir un sitio para cenar es como elegir qué ponerse cada mañana: el arte está en saber vestirse para la ocasión. Y no hay ocasión más grande que esa en la que tus padres, que hace un puñado de años se gastaron los dineros en mandarte para la capital a convertirte en un “señorito/a hecho y derecho/a”, vienen a visitarte. Si, además vienen a visitar a tu pareja (como era el caso) la presión aumenta por partida doble: todo tiene que ser perfecto (o, al menos, parecerlo: que de eso sabemos mucho los hijos de la Generación Instagram). Por suerte para nosotros, de elegir locales sabemos un rato, y con el que hoy os traemos dimos en la diana: todos salimos encantados. Y es que la Vinoteca Moratín es un restaurante con personalidad propia (de los que tan poco abundan últimamente), aire romántico, elegante a la par que sencillo y con una cocina de raíces de sobresaliente y una atención estupenda. ¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo!
El barrio de Las Letras es, sin lugar a dudas, uno de nuestros barrios de culto de Madrid (los otros quizás sean Malasaña y Chueca). Durante una temporada tuvimos la suerte de trabajar por la zona y, entonces, suspirábamos por encontrar un sitio en la coqueta Vinoteca Moratín que -como sucede a menudo cuando algo merece la pena- siempre estaba hasta la bandera. Desde su apertura en el año 2013 es casi imposible conseguir una mesa en fin de semana (el hecho de que sólo tengan 6 mesas no ayuda), pero merece la pena intentarlo, porque este sitio tiene magia.
La Vinoteca Moratín es el proyecto personalísimo de Marcos Gil y su toque personal se nota en casi todo (por algo él está siempre ahí, atendiendo a las mesas, explicando los platos y cuidando a sus clientes: desde aquí le mandamos un beso). El local, decorado en buena parte por su hermano Alejandro -galerista-, es pequeñito, pero acogedor (de esos en los que uno se siente como en el salón de su casa), muy íntimo y de una elegancia sencilla (la que nos gusta a nosotros).
¿Y la carta? Como la de casi todos los buenos restaurantes, corta y enfocada: son una docena de platos en los que no se diferencian entrantes de principales, muy basados en el producto. Hay algunos míticos de la casa, como el salmón marinado o el steak tartar, y alguno que otro que va cambiando según temporada. También es muy interesante la bodega, con una buena selección de vinos nacionales poco comunes y algunos vinos internacionales. Te lo contamos todo plato a plato ; )
Vinoteca Moratín, plato a plato
Puerros confitados con salsa romesco
Puerros preparados al estilo del calçot catalán: los corazones más tiernos del puerro -se deshacen en la boca- se sirven con un ligero toque dulce y acompañados de una salsa romesco suave (tomate, almendra y avellanas tostadas…). Un plato muy mediterráneo, ligero y sano.
Salmón marinado en casa con vinagreta de encurtidos
Nos encanta el salmón ahumado y marinado (el de verdad, no la guarrería que compramos todos en el súper). Si, como Susana, nunca habías probado un salmón marinado casero, vas a alucinar porque no tiene nada que ver. Además la calidad del producto es estupenda, como no, y el disfrute de cada pieza, con un corte muy grueso, extrajugosa y llena de sabor, es total. La vinagreta de encurtidos, además de adornar, aporta un intenso contraste agrio que siempre combina estupendamente con el salmón. Sencillo y delicioso.
Steak tartar tradicional
Cada vez hay más sitios donde probar un buen steak tartar en Madrid, pero sin duda el de la Vinoteca Moratín sigue estando entre los mejores. Las claves, las de un buen steak tartar tradicional: carne de cadera de ternera de primera calidad cortada a cuchillo y un aderezo intensito y ligeramente picante pero que no llega a enmascarar el sabor de la carne. ¡Muy bueno!
Bacalao confitado sobre escalibada de verduras
Una pieza de bacalao fresco sobre escalibada de verduras (receta típica catalana de verduras asadas). Un plato sencillo y correcto, cocinado al punto y preparado también con productos de calidad, donde destaca sobre todo el sabor de la escalibada.
Canelones de carrillada de ternera
Si hay algo que nos pone sobremanera, eso son unos buenos canelones. Los de la Vinoteca Moratín son unos canelones clásicos caseros rellenos de un sabroso guiso de carrillada de ternera deshilada y gratinados con queso majorero. Una pasada de plato con sabor a la cocina “de la abuela” que nos enamoró.
Pollo de corral asado al albariño con sus patatas
Otro plato sencillo en el que el protagonista es el producto: un tierno y sabroso pollo de corral, cocinado con albariño y acompañado de sus patatas. Bueno, aunque quizás el menos sorprendente de todos.
Coulant de chocolate y yuzu con helado de yogur griego
Una buena comida o cena siempre tiene que acabar con un dulce (eso de no pedir postre es como marcharse de la peluquería sin peinar, inadmisible). Nosotros nos lanzamos a por este coulant de chocolate, muy rico (mucho sabor a cacao, crujiente por fuera y cremoso por dentro) y con contrastes muy interesantes gracias a la ligereza y cremosidad del helado de yogur y a la acidez del yuzu: mmm…
Crema quemada
Un postre riquísimo, preparado en base a una receta de la familia de Marcos y que está a medio camino entre la crema catalana y las natillas. Una textura estupenda y un sabor equilibrado, sin exceso de azúcar: para repetir y repetir…
Tarta tatin
Una tarta tatin al estilo clásico, con manzanas caramelizadas en mantequilla y azúcar y base de masa quebrada, que se sirve calentita y acompañada de helado.Un postre infalible que no podía fallar y no lo hizo, ¡ñam!
Y, con esto, nos despedimos por hoy. Recuerda dejarnos tus comentarios abajo, ¡nos encantará leerlos!
¡Hasta pronto!
Con cariño,
Susana & Fabio