Parece mentira, pero sí: hace frío. El invierno por fin ha llegado a nuestras vidas y, con él, los gorritos de lana, las tazas de chocolate caliente, los ‘arrumaqueos’ bajo la manta en el sofá y, sí, la ‘cocina hygge’: esa que, como el ‘caldito reconstituyente’ que te preparaba tu abuela de niño, instala en tu cuerpo un ‘nosequé’ que te devuelve al calor y a la vida. Compartimos contigo una receta ‘gustosa’ como pocas, preparada con ingredientes de temporada -como las castañas– perfecta para ponerle luz a los días grises que están por venir. ¿Vamos?
– INGREDIENTES & LOVE –
(para 4 personas bonitas, como tú)
500 gr de castañas de otoño
Es pensar en castañas y sentir un cosquilleo instantáneo en el estómago. De las castañas nos gusta todo: su delicioso aroma en una tarde de frío, el saborazo que dan a nuestras recetas de invierno … Sí, sin duda son un ingrediente hygge como pocos y, además, de temporada. Si no sabes dónde encontrarlas, en Ahorramas las tienen deliciosas ?
300 gr. patatas
Deben ser buenas para guisar (nos interesa que suelten almidón). Variedades como la Monalisa como la Kennebec te vendrán de perlas.
2 chorizos y 2 morcillas / 200 gr. de tocino o jamón serrano
Aquí te recomendamos que selecciones unos embutidos “de verdad”, artesanos (evita los típicos industriales llenos de aditivos: ¡seguro que tu abuela no los usaba nunca!). Si no sabes cómo conseguirlo, visita tu Ahorramas más cercano y cuéntale al charcutero cómo es la receta que vas a preparar. Él te asesorará con cariño y te ayudará a elegir los mejores acompañamientos para que tu potaje no haga de menos a aquellos tan memorables con los que te ponías las botas de niño.
400 gr. de verdura picada (berza o repollo)
Puedes preparar nuestro potaje ‘hygge’ con berzas o, si no las encuentras, con repollo. La clave, como siempre, está en que los ingredientes estén súper frescos: así conservarán todas su propiedades y sabor intactos : )
1 cucharadita pimentón dulce
1 diente de ajo
1 cuarto de cebolla
Sal
1 chorro de aceite de oliva virgen
1 pizca de ‘amore’ del bueno
– TU POTAJE ‘HYGGE’, PASO A PASO-
1. Empezamos por el ingrediente estrella: las castañas. Te dejamos un truquito de abuela para que no te vuelvas loco pelándolas: haz un corte en un lateral, colócalas en un recipiente con agua y escáldalas. Escúrrelas y cúbrelas con un paño. Espera un ratito y, después, empieza a pelarlas. Ya verás como ahora no te cuesta nada : )
2. Ahora llegamos a lo bueno. Pon al fuego una olla con aceite de oliva, ajo picado, un poco de cebolla y dos cucharadas de pimentón. Sofríelo todo y rehoga los chorizos, las morcillas y la panceta. Añade agua fría y espera a que rompa a hervir. Ahora que tu cocina está inundada de deliciosos aromas, añade la verdura picada en trozos.
3. Espera unos 15 minutos mientras el potaje se cuece a fuego lento. Entonces, añade las patatas en trozos chascados o desgajados (así desprenderán más almidón y el guiso quedará más espeso y “gustoso”) y las castañas.
4. Ahora que ya lo tienes todo en la olla, haz acopio de paciencia, ve poniendo la mesa bonita y espera una hora y media o dos mientras la magia se cocina a fuego lento. Si tienes prisa, relájate un poco, ponte a hacer calceta o haz flexiones en el salón para hacer hueco al potaje, pero no hagas trampas: lo bueno en la vida, ya lo decía tu abuela, se hace de rogar y tu guiso no va a ser una excepción. Eso sí, no olvides levantarte a remover de vez en cuando para que no se pegue todo al fondo de la cazuela y termine sabiendo a chamusquina.
5. Ahora que ya huele toda la casa a una plácida tarde de invierno, apaga el fuego y deja reposar el guiso 15 minutos con un paño (sí, te toca volver a esperar: ¡paciencia!) para que los sabores se integren aún mejor.
6. Ya sólo te queda lo mejor: ¡comer y amar! Coloca unas velas en la mesa, pon una suave música de fondo y -lo más importante- invita a tus amigos (o a esa persona especial) a compartir el potaje hygge contigo. Si esto no es la felicidad, se le parece mucho : )
PD: este post ha sido patrocinado por nuestros amigos de Ahorramas. Con todo, lo hemos escrito, como siempre, con el corazón: nunca te recomendaríamos algo que no nos gustase. Palabra de eat&love.
Somos Susana, Fabio y el resto de colaboradores molones que nos acompañan en este viaje gastronómico.
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