Para qué lo vamos a negar: llevábamos los foodrieleños afilando las hojas del morro (y babeando a la vez, ¡por qué no decirlo!) un largo tiempo imaginándonos y haciendo nuestras apuestas sobre quién sería el privilegiado chef que firmaría la propuesta gastro del hotel más esperado del último año, el Four Seasons. ¿Algún estrellado? Blanco y en botella. El cabeza de cartel elegido ha sido Dani García, el marbellí más conocido de la capital, ganador de tres Estrellas Michelín y creador del restaurante BiBo. Con las papilas gustativas listas para entrar en acción nos fuimos a la séptima planta del Centro Canalejas (donde se unen la calle Alcalá y Sevilla) y nos dejamos llevar por el concepto creado para una de las terrazas con más encanto de la capital: Dani Brasserie. Un proyecto de cocina tradicional andaluza perfecta para gozar de sabores genuinos en una velada muy especial. Subir al cielo de Madrid era esto, ¿no?

 

Al subir al último piso del Four Seasons nos agarra una nostalgia inevitable, sobre todo para quienes llevamos unos años viviendo en Madrid y nunca (jamás) nos planteamos subir y, para cuando nos picó la curiosidad, tuvimos que esperar unas obras eternas (de toda la calle en general, y del edificio de la Galería Canalejas en particular). Ahora que tuvimos la oportunidad quisimos hacerlo por todo lo alto (literalmente), así que nos acercamos a conocer la propuesta del chef Dani García en el último piso.

Una carta que cambia dependiendo de la estancia en la que vayas a disfrutarla: en un ambiente más informal en la zona que da a la calle Sevilla, con una sección de platos sencillos y con chispa (snacks en su mayoría, como su sándwich mixto con costra de parmesano havarti y láminas de ibérico); pero también en la zona más amplia que da a la calle Alcalá, donde puedes vivir una experiencia más formal (recomendable si lo que buscas es celebrar un momento especial). Dentro o fuera, en su bonita terraza.

¿Cuál es la propuesta gastro en la terraza de Dani Brasserie? Aquí lo que se cocina es comida tradicional andaluza, con sabores genuinos (protagonizados por producto de muy buena calidad, of course) y algunos toques muy ‘chic‘ que la hacen más sofisticada. Suena un poco altivo, pero no temas: los platos son más sencillos de lo que parecen y aquí se viene a disfrutar de un buen atún de Barbate sin complicaciones, siempre con pequeños giros de tuerca cortesía de Dani.

Así que en su carta tenemos varios apartados: primero una parte enterita dedicada al atún con platos como las Láminas de O’toro (impresionantes) o el Descargamento de atún (con pimientos amarillos, lima y aceituna negra); la parte de ‘barra naked‘, con delicias como las Milhojas de anguila ahumada (con holandesa de yuzu); el apartado de ‘Juntos es mejor’, con recetas como la tortilla de erizo o las láminas de vieiras; entrantes como el Tomate nitro (un verdadero must -te lo contamos más abajo-) o el Tartar de vaca vieja; platos principales como el arroz cremoso de verduras (plant based, perfecto para Carlos que es vegetariano), la Taglatielle a base de cangrejo real y crema de oloroso o la Hamburguesa Rossini preparada con lomo simmental madurado, foie gras y parmesano; termina con una sección de parrilla más breve pero intensita, con propuestas como la Entraña, el Ribeye o la Costilla de Vaca con cebolla trufada.

Para el postre tienen una propuesta breve pero bastante bien elegida y, además, mola combinarla con cualquiera de sus cócteles. Y es que ahí, en la terraza, verás una súper barra que hará todo lo que esté en su mano para que no te vayas sin probar una copichuela (¡y ya te advertimos que no es fácil pasar de ella!). Ahora coge aire, disfrutón: te contamos nuestra experiencia en la terraza del Four Seasons con Dani Brasserie a las fogones en 3, 2, 1… ¡Action!

 

-DANI BRASSERIE, PLATO A PLATO-

 

Láminas de O’toro

No sabemos muy bien por dónde empezar a piropear este plato porque se nos corta la respiración solo de acordarnos de cómo sabía. Probablemente de lo más fresquito y sabroso que probamos fueron estas láminas de O’toro que son, básicamente, finas lascas de atún de Barbate en el centro y sobre una especie de sopa elaborada a base de aceite de oliva y soja blanca. ¿La magia? Esparcir el atún por todo el plato para que coja el mayor jugo posible antes de llevártelo a la boca. La textura perfecta, el sabor de locos. No chupamos el plato porque estábamos en un hotel de 5 estrellas.

 

Calamares a la andaluza

Uno de los entrantes que pedimos fueron estos calamares a la andaluza. De sabor estaban muy buenos: venían ”aliñados” con almendras, albahaca frita y chile, además de unas rodajas de lima para aderezarlo que dejaban una sensación muy fresquita. Hemos de reconocer que nos parecieron un poco secos, pero les salvó el picante inesperado al que no estamos acostumbrados a probar en unos calamares.

 

Tomate Nitro

Este fue otro de los platos estrella que probamos: el tomate nitro con gazpacho verde. Elaborado con tomate seco, pimiento verde y tartar de quisquillas. Sorprendía a cada bocado. ¿El sabor? Potente y equilibrado. Rompes el tomate y empieza a salir el cremoso que guarda dentro, lo esparces un poquito y con la cuchara agarras un trozo con la base de gazpacho. No te olvides de coger un poco del meloso tartar que lo rodea porque la textura es perfecta. Impresionante.

 

Lubina salvaje

Este plato principal de lubina salvaje nos dejó con la boca abierta y el corazón loco. Obviemos que se desmenuzaba con solo mirarla y vayamos a por otro de sus fuertes: la salsa de ave e hinojo y el aceite de perejil que la acompañan. El pescado de un sabor glorioso, y la salsa ni te cuento. Embadurnar cada trozo con ella era lo más.

 

Duck Pie

El nombre ya lo dice todo: este pastel lo elaboran a base de hojaldre y lo rellenan con un pato guisado bien desmenuzado. Lo que le cae por encima es su jugo especiado y, lo que está a su lado, el bimi (una hortaliza de origen japonés parecida al brócoli muy rica y que nosotros solemos comer bastante). ¿Veredicto? Sabroso, aunque quizá prescindible (llena bastante por la masa). Para comer carne hubiese sido una buenísima opción (y no podemos dejar de pensar en ello) probar esa burger de lomo simmental madurado…

 

Cookies de pistacho

Las coockies de pistacho artesanas que nos sacaron a la mesa fueron un pre-aperitivo al postre. Para entrar un poquito en el mood dulce, vamos, aunque perfectamente podían haber sido un postre en sí mismas. Estaban increíbles y nos hubiésemos comido como 200. Dani… no querrás envolverlas y ponerlas como ‘Merienda Take Away’… ¿verdad?

 

Tarta de manzana

Esta tarta de manzana fue el golpe de dulce perfecto. La elaboran con una crema de almendra y amarula (queda una base como de galleta espectacular) y le ponen por encima láminas muy finas de manzana. La coronan con una bola de helado de yogur y un chorrito de AOVE que le daba todo el rollo. Nos hubiésemos comido dos.

 

Frescor Andalusí

Este postre nos gustó un poco menos, pero el sabor de cada ingrediente también era top. Lo que ves parecido a un espagueti es una crema de pistachos que estaba para tocar el cielo (y los cubos con forma de esponja también, solo que en un formato más original). Además tenía naranja en dados (con textura un poco gelatinosa), azahar y bola de helado de té moruno (que es un té aromatizado con hojas o ramas frescas de yerbabuena).

 

 

Esperamos que te haya gustado nuestra comida plato a plato en Dani Brasserie. La experiencia fue muy bonita: buena comida, buena compañía y unas vistas que ya teníamos ganas de disfrutar por fin: las del hotelazo Four Seasons en pleno centro de Madrid. Si tienes algo (o mucho) que celebrar y eres un foodie friki como nosotros, lánzate a probarlo y nos cuentas qué tal ?

Y con esto y un bizcocho, ¡nos despedimos hasta la próxima!

 

Bea&Carlos

 

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