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10 aperturas de éxito que quieres (y debes) incluir en tu lista de propósitos de 2014

Existe un dicho muy millenial. Dice que ‘no importa qué quieras o intentes hacer: siempre hay un chino en Youtube que lo hace mejor’. En su versión foodie podríamos decir que ‘cualquier cosa que te quieras comer, en Galicia está más buena’. Lo peor es que razón no suele faltarles. Y si no que se lo pregunten a tu amigo el gallego. Es saltar el tema de las tortillas de patata y el fiera desenfunda casi por acto reflejo un reguero de halagos implacable hacia la de Betanzos. Y vale, será la tortilla de patata el concepto español más manoseado y banalizado de la historia (solo por detrás de la paella valenciana). Pero, ¿con qué cara le dices que ese plato tan increíble no es una obra de arte? No puedes. Claro. Y es que esta tortilla (favorita del eat&lover ‘foreva and eva’) es una razón para seguir viviendo en sí misma. Ahora que ya te hemos recordado que ‘Galicia Calidade’ -y no, no es Fabio quien está escribiendo esto ;)- queremos contarte por qué la tortilla de Betanzos es tan especial. ¡Sigue leyendo!

 

 

Este plato ya se sabe que no viene de nuevas: desde el siglo 19 que lleva la peñita zampándola a cualquier hora del día. La tortilla de Betanzos, en cambio, empezó a petarlo hace unos 100 años por tierras galegas gracias al centenario restaurante La Casilla (aún en marcha) que la puso en boca de todos, literalmente. La hicieron tan famosa que ahora es símbolo de la localidad y se come en toda España (aunque te aseguramos que en ningún sitio sabe como en el propio Betanzos). Llegó el manjar hasta límites inesperados y los demás restaurantes del lugar empezaron a imitar su elaboración. Así, y con muchos años a sus espaldas, es como esta tortilla se convirtió en un icono para la ciudad de Betanzos.

¿Y cómo es la tortilla de Betanzos? Aquí quien manda es el huevo, que tiene que estar muy poquito cocinado (pero no crudo), quedándose consistente por fuera, pero bien cremoso por dentro. Además, y aunque parezca un requisito mega típico, una de las grandes claves en el proceso es la calidad de los ingredientes.

Como se cuentan por miles las que nos hemos zampado los eat&lovers, hoy venimos a contarte cómo se prepara una auténtica tortilla de Betanzos. La de verdad. La que nos han enseñado a hacer desde @betanzostancerca (a.k.a. Ayuntamiento de Betanzos). Y es que, ¿quién iba a saber elaborarla mejor que ellos? Coge papel, boli y un poco de maña, ¡arrancamos!

– INGREDIENTES & LOVE –

Para 1 tortilla

10 huevos camperos

Sí, 10 huevos camperos. Suena a brutalidad, lo sabemos. Pero aquí está la primera de las claves. Necesitarás mínimo 10 huevos para una tortilla en sartén mediana, porque si algo diferencia a la estrella de Betanzos del resto es la gran cantidad de huevo que lleva. Pero no unos cualquiera, ¿eh? De los amarillos amarillos. Que sean camperos de corral, de gallinas criadas en libertad (a ser posible) y frescos, por favor.

Patata Kennebec (450 gr.)

La patata que se utiliza es gallega (como no) y es de la variedad kennebec. Bien famosas en la tierra de Fabio. Su sabor es bastante intensito y fortachón, diferente al del resto de patatas que probarás por ahí. Su cultivo, al ser de secano, hace que apenas tenga agua. Así que genial para freír, ya que no chupa el aceite. Apunte: la patata siempre debe estar fría.

Aceite de Oliva

Bien sabido es que para freír patatas casi siempre se utiliza aceite de girasol, pero en este caso usaremos el de oliva. La calidad del aceite no es la misma y eso se nota.

Sal

El último ingrediente tenía que ser la sal. Aunque todo lo que utilicemos sean ingredientes top, un punto de sal siempre le aportará esa subida de tono para que el sabor final quede perfecto.

Amor. Siempre ; )

Compártela con quien tú quieras (y hazle muchas fotos cuando se pringue la boca).

– TU TORTILLA DE BETANZOS, PASO A PASO –

 

 

1. Pelamos la patata y la cortamos bien fina

El primerísimo paso de toda tortilla de patata (sea del tipo que sea) es ponerse uno a pelar, ¡así que vamos a por ello! Nuestra recomendación es que no utilices un cuchillo de asesino en serie (no teníamos otro mejor en ese momento). Aunque siempre está la opción de usar el pelador, más cómodo y perfecto para el team de los vagos empedernidos. Para cortar la patata debes hacerlo como en Betanzos: fina fina filipina, sin llegar a ser transparente. Con una mandolina será más fácil ?

 

2. Hacer crujir las patatas

Como te decíamos, la tortilla de Betanzos se hace con patatas cortadas bien finas y crujientes. Sí, has leído bien: crujientes. Lo que debes hacer es armarte de paciencia y secar bien las patatas con papel de cocina antes de echarlas a la sartén. Y es que es la mejor forma de hacerlas crunchy. Tanto que una vez las sacas parecerá que son patatas de bolsa. Utiliza el aceite de oliva para freír las patatas y reserva ese aceite para hacer la tortilla después (primero lo necesitas limpio, y luego con menos saborazo a oliva para el resto de la receta).

 

3. Los huevos y la sal

Como te decíamos, para una tortilla de tamaño mediano utilizaremos 10 huevos camperos (de corral) frescos. Los pones en un bol y empiezas a removerlo bien. Ojo al truco: para esta tortilla el huevo no se bate, solo se agita con movimientos envolventes. No queremos que quede espuma, sino una especie de cremita de huevo que será el origen del desparrame cuando la vayas a servir. Por eso es súper importante no saltarte este paso. ¿La sal? Un pellizco por huevo.

 

4. Mezclamos y a la sartén

Sacamos nuestras patatas crujientes de la sartén y las dejamos soltar todo el aceite. Después, como ya tendremos los huevos convertidos en una especie de crema dorada, lo mezclamos todo bien y lo echamos a la sartén. Importante: el fuego primero debe estar fuertecito y, al poco, bajarlo a medio. Lo ideal es crear una capa alrededor de la tortilla lo suficientemente consistente como para soportar toda la magia que lleva dentro. Por eso al poquito de volcarlo, debes darle la vuelta y repetir el ritual varias veces.

 

5. Emplatamos y… ¡a comer!

En la última vuelta lo dejamos en el plato en el que queramos servirla y al abrirla… ¡voila! Desparrame de placer por el plato. No hagas como nosotros e intentes hacer mil fotos antes de partirla. Al estar todavía caliente se sigue cocinando por dentro y al abrirla no queda tan cremosa como debería. Lo mejor es que según la sirvas la abras y te la zampes (ahí ya si quieres disparas).

 

Ahora tienes 3 opciones. Cocinarla, tomarla en algún local madrileño o la mejor sin duda: ir a Betanzos a probar la más auténtica de todas, la tortilla de Betanzos de verdad. Y es que viajar allí para probar la receta original no se compara con nada. Ojito a tus próximas vacaciones a Galifornia (que lo petan always y lo sabes). Si pisas A Coruña, Betanzos y su saborazo son parada obligatoria. De esas que nunca fallan ?

Esperamos que te haya gustado nuestro post de hoy. Y con esto y un bizcocho, ¡nos despedimos hasta la próxima!

 

*Este post ha sido patrocinado por nuestros amigos del Ayuntamiento de Betanzos. Con todo, lo hemos escrito, como siempre, con el corazón: nunca te recomendaríamos algo que no nos enamorase. Palabra de disfrutones.


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  1. Que pinta más deliciosa tiene la tortilla! Mis felicitaciones

  2. Que receta mas sabrosa, la recomiendo despues de haberla preparado.

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