Taxi a Manhattan: New York a la española

Taxi a Manhattan ha llegado hace unos pocos meses para convertirse en uno de los locales de moda de Madrid. En los alrededores de calle Orense (C/ de la Basílica 14), el espacio, de inspiración neoyorquina, es simplemente flipante: terraza exterior e interior, barra de cócteles, graffitis, DJ-set y hasta un piano de cola son algunos de los ingredientes del escenario de una propuesta que gastronómicamente se aleja de los EEUU para hacer un guiño a la cocina española urbana y creativa que tanto éxito tiene últimamente. ¿Quieres saber más? Súbete, que te lo contamos todo!

Como os íbamos contando, en contra de lo que pueda parecer, Taxi a Manhattan no aparca en los EEUU en cuanto a gastronomía se refiere. La carta, muy variopinta, os recordará a la de otros muchos locales de estética ‘molona’: croquetas extravagantes, pulpo reinventado, arroces variados, hamburguesas y opciones más exóticas de cocina fusión como los mejillones en salsa de curry, el sushi “spanish style” los o noodles de cangrejo crujiente y txangurro.

Nosotros probamos un poquito de todo y, aunque los chicos de Taxi fueron majísimos y el local es una maravilla, creemos que su propuesta gastronómica tiene bastante margen de mejora: algunos de los platos se quedan simplemente en correctos, de esto que “ni fu ni fa”. Falta sabor, mimo, chicha. Falta, que diría Chicote, emoción. Y aunque el precio medio esté en unos 30 € los que nos leéis ya sabéis que en Madrid hay restaurantes en este rango de sobresaliente. Seguro que volvemos a subirnos al Taxi a Manhattan, pero esperamos que pulan un poco más estos detallitos para una experiencia realmente redonda. Os lo contamos, como siempre, paso a paso.

Taxi a Manhattan plato a plato:

Alitas de pollo deshuesadas con pico de gallo y mango: bastante sabrosas, el acompañamiento le daba un toque original y fresco, aunque echamos de menos que estuviesen un poco más crujientes.

Croquetas de jamón ibérico y croquetas de calamares en su tinta: No os las recomendamos. Aunque estaban fritas en su punto, la bechamel era muy floja y no se apreciaban demasiado sus ingredientes. Las de calamares estaban especialmente flojas.

Pulpo braseado con papas arrugás y mojo rojo: uno de los aciertos de la cena. El pulpo estaba muy bueno, crujiente por fuera y en su punto por dentro. Y el acompañamiento de papas con mojo le daba un contundente toque original al estilo canario que combinaba muy bien con el producto principal.

Presa ibérica con compota de manzana y parmesano: una de las estrellas del local. La pieza es estupenda (hace innecesario cualquier acompañamiento) y su ternura e intenso sabor a brasa se disfruta bocado a bocado. El único defecto es que la carne, que pedimos poco hecha, estaba un poco cocinada de más.

Hamburguesa de cebón con pan a la cerveza y salsas de mayonesa de tomate seco, ketchup personalizado y mostaza con miel: otro de los favoritos del local (muchos dicen que es la mejor de Madrid). A nosotros no nos decepcionó. La carne de buey es realmente sabrosa, la presentación con el pan de cerveza negro le da un toque especial, y el kepchup “personalizado” (con una buena variedad especias añadidas) y las demás salsas caseras están muy buenas.

Arroz con ibéricos y gnocchis: Ni fu ni fa. Aunque el plato es original, suena mejor que sabe. La combinación de pasta de patata y arroz al final cae un poco pesada de más.

Brownie cremoso de M&M: un brownie un poco flojillo. Le faltaba intensidad al chocolate y, sorprendentemente, no estaba demasiado cremoso.

Crema de frutos rojos: equilibrada, con el dulzor justo y cremosa, un postre muy correcto.

Fresamisú: de los tres postres, el mejor. Si como a nosotros te gusta el tiramisú y los toques de fruta en los postres, te encantará. Combina muy bien el goloso mascarpone, un rico bizcocho y el sabor fresco y aromático de la fresa.