¿Quién nos iba a decir hace 6 años que algo tan simple como el pan iba a dar tanto que hablar? Giro de 180º y vuelta al pasado, al de nuestros abuelos, para tirar una amiga al aire en Madrid y sacar 50 devotos de la masa madre. Y aunque estamos encantados con ello (la prueba en este post con los 10 locales para panarras sin remedio en Madrid), aquí no todo vale. Para que el eatandlover se enamore de una panadería hace falta algo más que un ‘hecho con masa madre’ como apellido. Nos gustan las historias y las ganas de hacer las cosas bien. Por eso hoy te hablamos de Panadarío. El esquinazo del barrio de la Guindalera creado por Darío, un apasionado de la materia prima y los procesos slow. Esos cargaditos de la paciencia, la intuición y la mañana necesarios para otorgar a su panadero el adjetivo de ‘artesano’. Ojo al proyecto que, con su Miga de Oro 2017, ya lleva un tiempo haciendo escuela entre sus vecinos de lo que significa comer pan como Dios manda.
eat&lover
El eat&lover de hoy es Darío Marcos. Treintañero, salmantino y arquitecto. O bueno, a eso pensaba él que se iba a dedicar. Y es que, después de algunos viajes por varias ciudades europeas, se enamoró del alimento más básico del mundo. Curioso con los procesos del pan, empezó a elaborarlo para pasar el rato mientras echaba CV por Madrid. Al final decidió tirar la casa por la ventana y dedicarse a lo que de verdad le quitaba el sueño: abrir su propia panadería. Así nació Panadarío en la Guindalera: con tutoriales de internet (bendito Google), cursos con Bea (mítica panadera de El Horno de Babette) y muchas ganas de petarlo. Y reto conseguido. Desde que abrió se ha dedicado a crear cultura de pan en su barrio, defendiendo la calidad de las piezas como se hacían antes y aportando, poco a poco, todo lo que sabía. Y saber sabía, ¿eh? Y si no que se lo digan a Panàtics , la plataforma que lo premió en 2017 con el premio Miga de Oro.
food&love
Pero vamos al turrón. En Panadarío le rezan al pan de verdad. ¿Y eso qué significa? Granos enteros, masa madre natural (que aporta más sabor), sales marinas sin refinar, harinas ecológicas y fermentaciones bien lentas. Tan lentas que su panettone tiene una esponjosidad de locurón. Así que, además de comer pan sano, te vas a casa ligero como una pluma. Sobra decir que aquí no hay hueco para aditivos, colorantes o conservantes.
Entre su oferta te vas a encontrar piezas deliciosas: chapatas, bagettes, hogazas como la básica, la de centeno 100% integral, la de pasas y nueces o la de espelta 100% blanca. Pero también sueco integral de centeno en molde, pan de molde tierno básico y molletes. Además de una repostería brutal, donde rebosa un mostrador con croissants, pain du chocolat, magdalenas, tarta de santiago, cookies, suizos, cakes y bizcochos enteros. Además le dan a los crackers y galletitas saladas, y se han atrevido con una masa fresca para pizza que se vende de lujo. No se olvidan de otros productos especiales, como la mermelada artesana, la miel o las craft beers.
Esperamos que te haya gustado el flechazo de hoy. Sin duda, Panadarío se ha convertido en una de nuestras panaderías favoritas. Así que hazles una visita, porque te va a encantar ?
Y con esto y un bizcocho, ¡me despido hasta la próxima!
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