Sabemos que llevas más de un mes huyendo de la sección de turrones del supermercado. Ya puedes dejar de correr, porque ahora toca enfrentarse a la cruda realidad: oficialmente es Navidad (que dirían los Carolina Durante: ‘ahora sí que sí’). Y aunque siempre hemos recurrido al autoengaño, sabemos que un buen cóctel es el único antídoto que hará que no se te atraganten los cientos de polvorones que vas a ingerir. Si te descuidas incluso puede transformar los chistes de tu cuñado en algo tronchante ? Sea como sea, los eat&lovers nos vamos haciendo un poquito más añejos (y jaraneros). Por eso este año te proponemos un brindis con el elixir que tantas alegrías nos dio en el pasado y que hemos rescatado en su versión más high level para ti. ¿Quieres saber cómo preparar el cóctel ‘tesoro’ que va a salvar tu Navidad? Presta mucha atención, ¡amigo disfrutón!

 

-Un tesoro del pasado-

Hoy queremos traerte una historia del pasado (sí, esa que va a refrescar y a dar chispa a estas navidades tan poco fresquitas que estamos viviendo). Y es que, allá por el año 1888, Don Andrés Brugal Montaner viajó desde Sitges hasta Puerto Plata para fusionar culturas. Allí es donde fundó su marca de ron: ese brebaje al que tanto amaba. Pero vamos al ‘turrón’ del asunto: la 4º y 5º familia de Brugal unieron fuerzas llevando conocimientos de generación en generación y desarrollaron juntos una versión con más calité de lo habitual: el Brugal 1888. Un ron que te da lo mejor de dos mundos muy diferentes: República Dominicana y España. Y es que, después de estar 8 añazos madurando en barricas de roble americano ex bourbon, se pasa a reposar 6 más en barricas de roble europeo que han contenido jerez.

Entonces van y crean los Nearly Neat, o cócteles ”casi desnudos” que vienen a salvar tu Navidad poniendo sabor a tus recuerdos y creando otros nuevos. Los han hecho en función de cada uno de los matices de su ron, y fuertecitos, ¿eh? Y es que hablamos de un doble añejado con bien de cuerpo en el vaso. El resto de ingredientes acompañan sin tapar, solo potenciando todos sus matices. Nosotros hemos elegido uno de notas frías que te contamos cómo elaborar a la de ya.

 

-EL AMOR, PASO A PASO –

 

1. Refresca una pequeña ‘jarra’ con rocas de hielo: lo queremos bien fresquito, ¡oiga! Así que el recipiente en el que lo vamos a preparar tiene que ir enfriando los ingredientes con hielo según vayan mezclándose.

 

2. Primero Brugal 1888 (6 cl): Aquí es donde empieza la diversión navideña. En el momento en el que echamos 6 cl de felicidad como primer ingrediente. Brugal 1888 es un ron doble añejado que va a alborotar a todo ese montón de hielos tan vírgenes y pulcros. Un ron premium que va evolucionando mientras está en el vaso. Entre 15 y 20 grados notarás los sabores de la madera con jerez español como el toffee, melocotón, cítricos y frutos rojos (lo ideal para el cóctel que te vamos a enseñar hoy). Pero atento a esto: si calientas la copa de 1888 un poquito hasta alcanzar la temperatura del clima caribeño (24-26oC, mami) conseguirás potenciar las notas propias del bourbon americano, con sus toques a vainilla, café, pasas y dátiles. Su color ámbar intenso es por la complejidad del ron, equilibrado y con un final largo y suave.

 

3. Añade vermouth rojo (3 cl): Sí, ya sabemos que te beberías el vermouth a palo seco, pero no cuela. Hoy necesitamos uno bien afrutado y herbal que le quede que ni ‘pintao’ a este cóctel tan cítrico que estamos preparando. Busca uno que tenga notas de licor de frutos rojos para un resultado final más redondo.

 

4. Ahora la tónica (3 cl): La ames o la odies, hay una verdad más verdadera que el Evangelio: la tónica es uno de los complementos perfectos para muchos cócteles, y es que equilibra y complementa como pocos la pureza de cualquier alcohol. Así que echa 3 cl. de la que que a ti más te guste.

 

5. Ponemos un dash de angostura: ni uno más ni uno menos. Esta gota no tan secreta que llevan muchos cócteles y que consiste en zumo de lima concentrado (y que tiene un contenido alcohólico del 44,7%) se utiliza como bitter que aromatiza y da un puntito de amargor.

 

6. Servimos: le damos unas vueltas para que se mezclen bien todos los ingredientes y agarren bien el frío del hielo. Después empezamos a servir en los vasos (también con hielo, claro).

 

5. El momento frutos rojos: Los frutos rojos van a ser los protas indiscutibles de muchas de las notas y aromas que salgan de este cóctel, por eso el broche de oro final no podía ser otro que el de esta fresquita brocheta de frambuesas y arándanos. Dejamos descansar unas brochetas en un cuenco con hielo para que se enfríen. Una vez estén, pon una en tu vaso (y échale muchas muchas fotos). Si quieres más sabor a fruta, dale con unas pocas gotas de naranja y… voila!

 

6. Tú y tus compañeros de mesa (cuantos más, mejor): El mejor ingrediente (secreto o no) de un buen cóctel son las personas con las que lo vas a compartir. Asegúrate de tenerlas bien cerca y… ¡arrancamos!

 

Ya estás listo para una noche navideña (o varias) de esas que no se olvidan =)

 

*Este post ha sido patrocinado por nuestros amigos de Brugal. Con todo, lo hemos escrito, como siempre, con el corazón: nunca te recomendaríamos algo que no nos enamorase. Palabra de disfrutones ?

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