Es viernes y tú y tu panda de amigos vagáis cual almas en pena por la masificada noche madrileña. Hay (mucha) hambre y pocas ganas de rascarse el bolsillo. Pero no habéis hecho los deberes y no tenéis reserva (¡para ocho!). Cual tribu de los Brady abordáis un restaurante tras otro esperando que se obre el milagro (que haya sitio para todos, que la comida este buena, que cueste pocos euros: poca cosa). En vez de eso os encontráis sistemáticamente con la misma escena: camarero con cara de póker (“pringaos”, sabes que piensa) y portazo en los morros. Entonces algún colega tiene la idea de oro de la noche: “Vamos al VIPS”, dice, (o peor al kebab de la esquina).
¿Te suena la historia? O peor, ¿se repite como un mal sueño cada fin de semana? Es tu día de suerte. Hoy compartimos contigo nuestro final feliz: se llama Clarita, está Malasaña (Corredera Baja de San Pablo, 19) y es un restaurante de esos redondos en los que todo está bueno, el local es cuco y acogedor, los camareros son encantadores y han hecho encaje de bolillos para darte mucho… por poco. ¿Te pica la curiosidad? ¡Sigue leyendo!
Clarita es uno de esos locales difícilmente encorsetables, con una propuesta honesta (se nota que les gusta lo que hacen) que combina algunos clásicos típicos del gastrobar chic (tartares, hamburguesas, pulpo a la brasa…) con platos muy originales y con sello propio, unos y otros preparados con materias primas de calidad (encontraréis mucho producto del mar) y un mimo que se paladea en cada bocado. La carta (precio medio 25 – 30 € por persona, hay descuentos en Eltenedor) está basada en propuestas para compartir de inspiración internacional, con toques creativos y de fusión. Entre semana también tienen un menú del día que triunfa bastante, pero que es mucho más sencillito que los platos que encontrarás en carta. ¿Sugerencias? Difícil, todo está riquísimo. Pero si tenemos que elegir nos quedamos con el ceviche, las alcachofas, el atún con chutney de cerezas y las vieiras con ajada y trufa: ¡tremendos!
Clarita plato a plato
Alcachofas naturales confitadas, preparadas a la parrilla con vinagreta de piñones y miel de caña: de lo mejorcito de la carta. Braseadas en su punto hasta quedar crujientes por fuera, tiernas y jugosas por dentro, de esto que se te deshacen en la boca. Delicioso toque dulce de la miel y los piñones.
Rollitos vietnamitas: Ni fu ni fa (como en casi todas partes). Nos recordaron más a un rollito de primavera y la salsa agridulce que los acompaña sobra un poco.
Langostinos crujientes con guacamole y chips de yuca: una combinación fresca y ligera que entra de maravilla. El guacamole es de esos casi perfectos, con el aguacate en su punto y el toque justo de aderezo, combinado con yuca frita el plato adquiere un toque muy original (aunque se echa en falta algún chip extra).
Pulpo a la brasa: Plato de moda que en Clarita preparan acompañado de un chutney de mango que le da un toque muy especial a la propuesta. El pulpo, muy tierno, crujiente por fuera y nada chicloso, también está de nota.
Vieiras a la gallega sobre puré con trufa, ajada gallega y brotes: espectaculares, uno de los mejores platos de la noche. Vieiras llenas de intenso sabor, realzado con el aroma de la trufa y la tradicional ajada gallega, que siempre combina estupendamente con la patata y los productos del mar.
Atún rojo marinado en sésamo y con chutney de cerezas: Buenísimo, una sorpresa total. Jugoso, el chutney de cerezas mejora el plato sin enmascarar el producto. Servido con ricas verduras a la brasa.
Lomo de buey a la plancha, servido en filetes y acompañado con virutas de foie y reducción de Pedro Ximénez: una propuesta clásica y contundente estupenda para complementar una carta llena de platos ligeros. La carne es buena y la cocinan en su punto. No nos defraudó.
Los postres: La pannacotta con coulis de fruta de la pasión y helado de piña tiene más de flan de nata que de pannacotta, pero está estupenda. Ligera, con un toque tropical que nos conquistó, fue el postre favorito de la noche. La tarta tatin de manzana con crujiente de filo, salsa de caramelo y helado de vainilla está así asá: le falta algo de sabor y consistencia al relleno. Además, suelen tener una buena selección de tartas caseras del día, como la de chocolate de la foto que también estaba increíble. ¡Bon appètit y hasta la próxima semana!
PD: … Si os dejáis caer por Clarita, no olvidéis decir que vais de parte de Eat & Love : ) !
Hola, suscribo todo lo que decías. Me encanta. Salu2
yo fui con mi novia el sabado pasado.
Llegamos tarde y tuvimos la suerte de que nos mantuvieron la reserva(aunque nos dijeron por telefono que no habia problema si llegabamos tarde y que teniamos que terminar antes del siguiente servicio) porque si llegais mas de 15 minutos tarde os la cancelan.
La comida muy buena y sabrosa,pero nos dejaron sin postre porque se hacia la hora y tenian que preparar la mesa(quizas si hubiesen tardado 10 minutos menos en quitarnos el plato principal nos habria dado tiempo, seguro), asique nos quedamos con cara de pasmaos(igual que las chicas de la mesa de al lado) y nos lo tomamos en otro sitio,porque esta claro que aqui….no volvemos
Sentimos que hayáis tenido esa mala experiencia… Gracias por comentar!