Los eat&lovers somos frikis viajeros. De mente, de estómago y de paladar. Si podemos cogemos un avión de verdad, y si no, salimos en busca de algún punto ardiente que nos deje contentos y bien llenos. Así que cuando nos enteramos de que un tal Asian Army estaba dando mucha guerra (casi literal) en el Mercado de Antón Martín, salimos disparados hacia allí. ¿Y qué nos encontramos? Auténtica comida asiática callejera y una historia: la de Isadora y Stuart. Ella de Indonesia, él de Londres. Sus vidas chocaron mientras ella curraba en un restaurante japo de la ciudad británica y fue amor (y sabor) a primera vista. Y como la unión hace la fuerza (y si hay amor de por medio, todavía mejor) pues… ¿Te imaginas entonces cómo son sus platos? Te lo contamos en 3,2, 1…

 

 

Como te íbamos contando, los creadores de este explosivo y delicioso proyecto son Stuart e Isadora (o Issy, como la llaman). Un inglés que trabajaba en la bolsa de Londres y salía a comer al restaurante japonés en el que ella, indonesia de nacimiento, trabajaba. Entre plato y plato cruzaron miradas y aquello explosionó. Hasta que Issy empezó a cuestionarse todo: ‘¿qué hago yo trabajando para el local de otro, cuando puedo hacerlo para el mío propio?’. ¡Y chas! La magia empezó a brotar y su pasión por la cocina hizo el resto. Su primer proyecto fue un puestito de street food asiática muy currada que empapaba de sabor a distintos mercados, festivales y otros eventos celebrados en Gran Bretaña.

¿Y luego? De perdidos, al río. Stuart dejó la City y se unió a las filas foodies de su compañera de viaje. España ya era conocido para ellos, así que tiraron la casa por la ventana y se mudaron a Madrid. Ya instalados empezaron preparando platos asiáticos para eventos antes de embarcarse en su último proyecto: Asian Army. Un puesto con mucha personalidad ubicado en el Mercado de Antón Martín (decorado con piezas vintage e inspirado en un ejército de flores). De rollo chic-militar, en tonos verde oscuro, lámparas traídas de China y ese ambientazo de mercado informal que tanto nos flipa.

Y ahora vamos al turrón: ¿cuál es la propuesta gastro de Asian Army? Pues ni más ni menos que cocina asiática 100% auténtica. Igual que la podrías catar en los puestos callejeros de cualquier país de por allí. Pero no a esa a la que Madrid nos tiene acostumbrados, en plan topicazos, sino la de Indonesia, Singapur, Malasia o Vietnam. Genial para el ansioso descubridor de sabores nuevos. Comida sin artificios, informal, con productos frescos (conseguidos en sus puestos vecinos) y mucho sabor. Por no hablar de los precios, que son súper asequibles.

Por eso en la carta de Asian Army te vas a encontrar cositas como la sopa Laksa, el tempeh de soja o las salsas sambal indonesias. ¿Lo ideal? pedir distintos platos para compartir, y así probar todos los que puedas, porque merece la pena hacerte una idea general de todo el sabor que manejan. Platos como el Tahu Sumbat (buñuelos de hojaldre de tofu de verduras rellenas, semillas de cilantro y salsa de soja picante), el pollo al curry con albahaca de limón o su Nem Nuong (brochetas de cerdo vietnamitas, ensalada de papaya, salsa de cacahuete y hierbas aromáticas en papel de arroz), entre otros. Ojo, que puedes pedir algunos de sus platos en su versión vegana, pregúntales.

Marídalo todo con una buena birra Arriaca Sessio y a gozar. Te queda una comida mágica, explosiva y a un precio fetén. Para repetir unas cuantas veces ? Y ahora, como siempre, te contamos nuestra experiencia en Asian Army con ‘palillos y señales’. ¡Dale caña!

– ASIAN ARMY, PLATO A PLATO –

 

Sate Ayam with Bali Sambal Matah

Ya empezamos con los nombres raros (ve acostumbrándote). Para calentar motores empezamos con estas brochetas tipo satay con sambal matah (una salsa balinesa elaborada a base de aceite de coco, hoja lima kaffir, cacahuete, soja y chile). Explosión de sabores exóticos en toda regla que poco tiene que ver con los satay de cacahuete a los que estamos acostumbrados.

 

Jackfruit and tempe curry

El segundo plato vino con el Jackfruit and tempe curry. Un curioso curry de coco caramelizado con jackfruit (fruto tropical sin traducción a la española), berenjena y tempeh (un bizcocho de curry fermentado típico de Indonesia). Como todos los curries, lo acompañan de arroz blanco jazmín. No es el mejor que hemos probado en Madrid, pero le damos el aprobado. Estaba bueno y los ingredientes y sabores que utilizan son 100% auténticos.

 

Mie Ayam Happy

Este Mie Ayam Happy estaba de miedo. Es un plato típico de la street food indonesia que se prepara con noodles de huevo caseros, pollo, setas confitadas, pack choi, brotes de soja y wontons de pollo hechos a mano. Lo riegan con un caldo de pollo mega casero que lo hace perfecto. Sabor puro y duro de abuela asiática.

 

Nasi Bakar Rendang

El siguiente plato llegó con este Nasi Bakar Rendang. Que, básicamente, es un arroz de coco con rendang (curry) de ternera preparado a la parrilla en hoja de plátano. Lo acompañan de un sambal al que llaman ‘’killing me softly’’ (con un picante gradual no demasiado hardcore, si quieres algo más extremo pídete el sambal más picante que tengan). Muuuuy rico gracias a la textura y sabor concentrado del arroz, y también al guiso especiado de la ternera estilo rendang. Uno de nuestros platos asiáticos favoritos.

 

House Laksa

El último plato vino con el que ya empieza a ser un icono en Asian Army: su deliciosa sopa Laksa. Típica de las zonas de Singapur, Malasia, Indonesia y Tailandia. La elaboran a base de jugo de mariscos, curry y leche de coco. Issy prepara una receta de su abuela al estilo del norte de Sumatra, a la que le pone noodles y albóndigas de pescado y tofu. Un buen viaje de sabor. Nos flipó.

 

Postres

Como suele ocurrir en los asiáticos más auténticos, los postres no son el punto fuerte de la carta. Pero como nuestra religión nos prohíbe irnos sin probar alguno, le dimos a la panacota vegana con mango y fruta de la pasión (correctita) y al polo de arroz negro (que le faltaba un poco de chispa). A menos que incluyan un mango sticky rice (uno de los pocos postres asiáticos que nos flipa), el empacho final a base de dulce nos lo podemos saltar esta vez ?

 

Si le haces una visita, cuéntanos qué tal. Esperamos que te guste tanto como a nosotros. Y con esto, y un bizcocho, ¡nos despedimos hasta la próxima!

 

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