SSi hay una calle capaz de poner a prueba nuestro amor por Madrid, esa es sin duda la calle Montera. Uno llega ahí, a la esquina del McDonalds, otea el horizonte, ve lo que se le viene encima y necesita respirar profundamente 3 veces (y si es diciembre, 4 o 5) antes de lanzarse calle abajo a codazo limpio. Y es que hay momentos en los que Madrid mata, y esos cinco minutos hasta Sol –zigzageando entre la cola de Doña Manolita, los chicos de la carpeta, y las “chicas” (ya sabes cuáles chicas)- son demoledores.
Nadie diría que en medio de esta vorágine se esconde un pequeño oásis lleno de paz, plantas y caprichos dulces. Un lugar en el que relajarse, dejar las bolsas, dejar el ansia y limitarse a disfrutar. Es el Jardín Secreto de Salvador Bachiller, una terraza oculta tras bolsos y maletas, en la última planta de la tienda (que, por cierto, tiene también un encantador salón de té en este edificio y acaba de abrir otro -el Rincón Secreto de Salvador Bachiller-, en su local de calle Alcalá, 151). Un rincón inesperado, genial para sorprender a los pocos que todavía no conocen este secreto a voces con una merienda (lo mejor de los espacios de Salvador Bachiller es el apartado dulce y las infusiones y tés, aunque también tienen picoteo salado y están abiertos para comer y cenar) o incluso un brunch.
¿Te animas a descubrirlo?
El Jardín Secreto de Salvador Bachiller es uno de esos rincones mágicos en los que todo es instagramizable y pineable (un peligro si, como nosotros, tú también eres un adicto a estas redes). Cada detallé aquí está cuidado hasta el último milímetro -desde la vajilla, toda de la marca, hasta la decoración floral de mesas y paredes o los preciosos uniformes de las camareras- y eso se nota en la atmósfera pausada y elegante de este particular rincón.
En esta terraza vas a poder disfrutar (en verano y en invierno, lo tienen muy bien acondicionado) de un desayuno / brunch, una merienda (tienen una muy buena selección de tartas, que puedes acompañar con un té, café o infusión por 8 €; también hay batidos, cócteles…), un cafecito a media tarde o una comida o cena (eso sí, nosotros te lo recomendamos como cafetería) a un buen precio (puedes echar un ojo a su carta aquí). Nosotros nos lanzamos a por el brunch (19,90 € con café / té + cóctel o zumo + elección dulce + elección salada).
Y, como una imagen vale más que mil palabras, te dejamos aquí las fotos de nuestro desayuno, que fue estupendo, excepto por un detallito que queremos mencionar aquí por si los chicos quieren animarse a mejorarlo, pero que les perdonamos, porque la experiencia general lo vale: el zumo no es natural (tampoco el utilizado en los cócteles), ¡una pena! Y dicho esto, te dejamos con las fotos : )
Y con esto nos despedimos por hoy. Si, como nosotros eres un adicto a los desayunos y a brunchear por Madrid, sigue nuestras recomendaciones en Instagram en el hashtag #desayunoseatandlove o en el blog cada 15 días. Ah, y no dejes de compartir con nosotros tus experiencias en los comentarios de abajo. ¡Hasta la próxima!
Con cariño,
Susana y Fabio