¿Notas el viento gélido en la cara? ¿los pelos tiesos, como palos de escoba? ¿el moquillo en la nariz? ¡ay, amigo! Ya te lo advirtieron los Stark, que de esto saben un rato: “winter is coming”. El invierno ya campa a sus anchas entre nosotros, pobres mortales. Y como hibernar cual marmotas no es una opción (sigh ><!) hemos decidido adaptarnos a los designios de la madre Tierra y empezar a disfrutarlo. Hete aquí nuestra primera decisión: escaparnos a Lamian, el nuevo restaurante de “Julio” (el chef chino que nos conquistó con Soy Kitchen) y regalarnos un delicioso ramen (su especialidad), preparado con un toque súper creativo. ¿Nos acompañas? ¡Vámonos!
Jong Ping Zhang (también conocido como “Julio”) se convirtió hace unos años en el chino más famoso del panorama foodie madrileño gracias a las virguerías que cocinaba en su inusitado restaurante asiático –Soy Kitchen-. Allí, en la Plaza de los Mostenses, en una taberna castiza de las de toda la vida de Dios -con su tragaperras y todo- Julio desarrolló un concepto de cocina de fuertes bases chinas con componentes creativos y de fusión asiática. No había carta, tan sólo un menú degustación que el chef diseñaba según su humor de cada día y según lo surtida que la cesta de la compra hubiera llegado del cercano mercado de los Mostenses (la cuenta, por desgracia, también era ‘sorpresa’, y no siempre de las buenas). Hoy, aquel local tan singular se ha transformado en Lamian (en teoría, Soy Kitchen volverá a abrir en otra ubicación): un concepto quizás no tan sorprendente como su antecesor, pero más profesional y económico (aquí no te vas a llevar un susto cuando llegue la cuenta: los precios vienen marcados en la carta, ¡y no cambian!).
En Lamian, como nos dice su nombre, el gran protagonista es el ramen (en China se utiliza la palabra “lamian” para definir los mismos fideos tan característicos de las cocinas asiáticas que en Japón se conocen con el nombre de “ramen”, más popular en occidente). Aunque parte de una base muy tradicional, aquí Julio le da un toque diferente y muy creativo al ramen con distintas preparaciones que te sorprenderán (no te pierdas el plato “Jackie Chan no es Bruce Lee”, de ramen con rabo de toro -la estrella de la carta). Además, la carta incorpora otros muchos platos míticos de la cocina callejera no solo China, sino del resto de Asia, como los dim sums, el okonomiyaki, los langostinos al aroma de te o el chili crab.
Te contamos como siempre nuestra experiencia con “platos y señales”.
– LAMIAN, PLATO A PLATO –
Lubina acevichada
Esta lubina macerada y aderezada con con toque de pimienta de Sichuan se acompaña de maíz tostado, papaya verde en la base, boniato y cilantro. Es un plato fresco y sorprendente, perfecto para ir abriendo boca.
Xiaolong bao
Los xiaolong bao, rellenos de carne y caldo, son de nuestros dim sums preferidos. Aquí los preparan con carne, cebollino fresco y una salsa de jengibre por encima. Están bien, pero la masa debería ser algo más ligera y se echa de menos una mayor explosión de caldo, básica en un gran xiaolong bao.
Langostinos crujientes con cacahuete al aroma de te
Un plato de base china y aires tailandeses: los langostinos rebozados con una textura crujiente se sirven con una salsa agridulce típicamente china con aroma de té, y se complementan con migas de cacahuete y cebollino. Sabores asiáticos clásicos que nunca desentonan, pero quizás le faltaba un poco más de punch al plato.
Chili crab
Uno de los platazos de Lamian que, junto al ramen, no te puedes perder (eso sí, prepara el babero, porque comer esto se las trae). Esta propuesta, típica de Singapur y cada vez más presente en Madrid desde que en StreetXO se lanzaron a la piscina por primera vez, se presenta aquí con una sabrosa y contundente salsa picante con influencia de los sabores de Hong Kong y Sichuan. Para mojar pan y no parar.
Pulpo con panceta y salsa coreana picante
Un mar y montaña de libro que ganaba con el toque picantito y sabroso de la salsa coreana. Bien, aunque le faltaba algo más de definición a los sabores y una mejor textura al pulpo.
Jackie Chan no es Bruce Lee
Con este plato, una de las estrellas de la carta, entramos por fin en territorio ramen, la especialidad de Lamian. Este es un ramen clásico con caldo preparado con un ingrediente inusual: rabo de toro. Los tallarines y el caldo de miso y garbanzos se acompañan de verduras, setas y calamarcitos y se aderezan con pimienta de sichuan y guindilla. Sin duda un sabroso plato ideal para una fría noche de invierno, y de lo mejorcito que probarás aquí.
El juego de los sabores en la mesa 2.0
Para cerrar el apartado salado probamos este ramen sin caldo, preparado con fideos fríos de boniato, solomillo ahumado de añojo y verduras, todo mezclado por Julio en la propia mesa y aderezado con aceite de sésamo, vino y té verde. Original y sabroso.
Tarta de chocolate y crema de wasabi / Helados de té verde y sésamo
Cerramos la cena con una tarta de chocolate y wasabi un pelín decepcionante -no sabía a wasabi, y como tarta de chocolate tampoco era especialmente interesante: de Lamian nos esperábamos un postre un poco más gamberro- y los helados de té verde y sésamo, llenos de sabor y naturales, que nos encantaron.
Y, con esto, y un bizcocho, nos despedimos hasta la semana que viene. No sin antes recordarte nuestra frase favorita: “come y ama, lo demás, ¡ya vendrá!” ; )
Con cariño,
Susana & Fabio
Somos Susana y Fabio, foodies empedernidos, viajeros y diseñadores de experiencias gastro (eat & love studio). Te recomendamos los mejores locales de Madrid. ¿Te apuntas a comer y amar con nosotros?
S&J
24 septiembre
Hola!
Mil gracias por ésta recomendación!
Creemos que el buen número es 685 160 065