Y entonces llegó el veroño. Ese Triángulo de las Bermudas climatológico en el que tu amigo lleva puesta una cazadora y tú unas chancletas. La quinta estación que no quiere ser ni del verano, ni del otoño. Esos días en los que el calor nos da una merecidísima tregua y el frío aún no se atreve a salir, pero juega a despeinarnos un poco el pelo por la calle (y nos encanta). Sí, el bochornazo madrileño -por fin- ha terminado y aunque a veces lo echas de menos, reconoce que te morías de ganas por salir de casa antes de las 10 de la noche sin sudar como un pollo. El único inconveniente es que ésto dura cuatro días… Lo bueno es que tenemos un plan para retenerlo, y si llevas la cámara contigo, mucho mejor. ¿Nos vamos de picnic?
– LET’S PICNIC-
Hoy queremos proponerte El plan por excelencia para tu tarde de fin de semana: un picnic. Pero no cualquier picnic, no. Aquí ya no vale la misma comilona de siempre protagonizada por tortillas de patata, sandwiches de atún y tomate y (valga la redundancia) grasientas patatas fritas. Piensa en un aperitivo de los que molan. Tú tirado sobre una manta, con el solecito dándote en la cara -de ese tan rico que no molesta y que sigue a tu lado aunque te pongas la chaqueta por encima-, con las hojas de los árboles rodeándote en un parque (nosotros escogimos el Retiro) hasta los topes de color, mientras uno de tus amigos te echa aceitunas en la copa y te quedas hablando y hablando hasta que cae la noche. Suena bien, ¿verdad?
Como siempre, enganchamos la bolsa de la compra y nos acercamos a un Ahorramas que, como sabéis, nos encanta por la buena relación calidad-precio que tienen todos sus productos. Por eso fuimos al grano y le preguntamos al charcutero cuáles eran sus embutidos más especiales. Y como el buen foodie es exigente hasta la médula… pedimos y pedimos, sin reparo. Que si el queso en dados, que si en triángulos, que si en trozo… Lo mejor, es que puedes indicar a tu charcutero de Ahorramas el grosor que prefieres, todo un festival de cortes con embutido que no hizo más que ponernos los dientes muy, ¡muy largos! Así que mientras uno esperaba con la baba fuera, el otro marchaba a por frutos secos. Y el resultado fue, sin duda, delicioso. Prepárate, porque aquí te contamos todo lo que necesitas para ser el preparador de picnics más moderno del barrio. ¡Apunta, apunta!
– INGREDIENTES & LOVE-
1. El parque
Nosotros nos decantamos por El Retiro. El pulmón oficial de Madrid que se vuelve (aún más) precioso en esta época del año. Tiene tantos sitios que puedes montarte el aperitivo hasta en una barquita ?
2. La cesta y la manta
Vale, lo de la cesta puede ser algo exagerado, ¡pero auténtico es un rato! Y si no te atreves, cualquier bolsa de playa servirá ? Mete una manta bien grande (de las que no abrigan mucho, ¡salvaje!), y si quieres, las venden impermeables para que no os mancheis en el césped.
3. Los utensilios de cocina
Cuchillos, tenedores, una cuchara pequeña, copas, servilletas, pajitas, una jarra para la bebida y tablas de cortar -de madera quedan genial-. No te olvides de llevar bolsas para tirar después los restos, ¡muy importante!
4. La comida
La mejor parte de todas. La que nos vuelve locos: El aperitivo más instagramizable, rústico y cuidado de la historia de los aperitivos. Y por si fuera poco, en plena naturaleza. El nuestro se centra en los embutidos, ya que son fáciles de preparar, y sobre todo de comer ? Por eso pedimos cuatro quesos: el mezcla de La Huz (un queso fuerte de manteca con sabor intenso, con corte en triángulos), el Doña Encarnación (muy difícil de encontrar en Madrid -pero Ahorramás lo tiene ;)- cortado en rectángulos), un queso de cabra en rodajas y otro canario con corte también triangular. Seguimos con otra recomendación del súper: el jamón Batallé – y es que de la tortilla de patata podíamos prescindir, ¡pero del jamón nunca! Además, puedes pedir a los charcuteros que te sirvan el jamón en tapas ideal para nuestro picnic y un buen salchichón cortado en lonchas finas. Todo ello lanzado con faldas y a lo loco sobre una tabla de madera (puedes añadir también mermelada, frutos secos…) que va a ser la envidia del parque.
Ahora que ya tenemos la contundencia, el jolgorio va a continuar con esa mezcla que lleva un tiempo en la calle pero que nos sigue conquistando a todos: añadir frutas y frutos secos -nueces, avellanas y pasas- junto al resto de alimentos. El pan no puede faltar nunca, y en este caso no escatimes. Además de tomarlo con el embutido, podrás hacerte unas tostas con queso, nueces y su mermelada de fresas y arándanos. Termina de prepararlo con alguna bebida que os apetezca mucho (si queréis tenerla fría recordad coger neverita) y unas aceitunas.
5. La compañía
Tus padres, tu abuela, tu perrito, tus amigos… o tu medio limón. Alguien cercano con quien pasar la tarde despreocupadamente se convierta en un día top. Ya lo tienes todo. Un plan lowcost diferente para divertirte al aire libre ahora que todavía puedes. ¡Ah! Y no olvides consultar el parte del tiempo, no vaya a ser… ?
Y, con esto, y un bizcocho, nos despedimos hasta la próxima.
Con cariño,
Bea
PD: este post ha sido patrocinado por nuestros amigos de Ahorramas. Con todo, lo hemos escrito, como siempre, con el corazón: nunca te recomendaríamos algo que no nos gustase. Palabra de eat&love ?
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