Experiencias gastronómicas extravagantes para dejar a tu cita ojiplática

Foto: NARS

Todos hemos sufrido de cuando en cuando el síndrome del tedio que suele generar la rutina. Quienes solemos salir en pareja conocemos especialmente bien sus síntomas: fin de semana tras fin de semana la sucesión de comidas y cenas -unas más afortunadas que otras- se repite hasta formar en nuestra memoria un bloque monolítico de recuerdos gastronómicos en el que sólo destacan un puñado de noches excepcionales. Y aunque a veces es precisamente esa rutina -las tapas y el cañeo con los amigos, las cenas (servilleta en las rodillas) con la pareja…- la que hace la felicidad, nunca está de más ponerle a la monotonía un poco de sal. Os dejamos siete propuestas gastronómicas -con un punto extravagante- que no vais a olvidar y que seguro que dejarán a vuestros acompañantes absolutamente ojipláticos.

1. Cita a ciegas… gastronómica, claro.

Si habéis visto el reciente estreno ‘Una cuestión de tiempo’, del director de Love Actually, Richard Curtis, habéis oído hablar de las ‘citas a ciegas’ gastronómicas que tanto éxito han tenido en Europa. Desde hace varios años la cadena Dans Le Noir -presente en Paris, Londres, Moscú o Barcelona- apuesta por estas singulares comidas a oscuras que nos brindan la oportunidad de disfrutar de la divina trinidad de la gastronomía -el sabor, la textura y el aroma- sin dejarnos despistar por las apariencias.

Aunque en Madrid no existen propuestas permanentes para comer o cenar en la oscuridad, sí hay locales que organizan estas experiencias puntualmente. Podéis probarlo en la librería A Punto -que funciona como escuela de cocina y cata- situada entre Chueca y Alonso Martínez. La próxima, el 16 de noviembre (Cheap & Chic ha publicado un artículo sobre la experiencia que seguro que os interesará). Nosotros aún no podemos daros nuestra opinión sobre A Punto, aunque sí probamos hace años Dans Le Noir en Paris y la experiencia merece la pena. Además, Casitodoslosentidos organiza eventos de este tipo en hoteles y restaurantes periódicamente. La próxima ‘Cena de los Sentidos’ en Madrid es el día 29 en el hotel Santo Domingo. Corre porque las plazas vuelan.

2. Cena a la romana

Imagínalo: tú, recostado en un triclinium romano degustando un banquete infinito -uno de los buenos, no un buffet del All U Can Eat-. ¿Quién no envidiado alguna vez las bacanales romanas? Desgraciadamente -perdónanos si ya has empezado a salivar al estilo del perro de Pavlov- aún no existen propuestas de esta altura en Madrid. Sin embargo, sí podemos sugerirte algunos locales donde disfrutar de tu cena tumbado cual Venus junto a tu acompañante.

Uno de los más populares en Madrid es el Laydown, cerca de Gran Vía, que ofrece platos creativos que puedes degustar… desde la cama, tal cual (también hay actuaciones en directo). El lugar, decorado con una estética moderna en la que priman el blanco y los tonos neón, ha recibido muy buenas críticas en 11870 y está especialmente recomendado para parejas. Personalmente lo encontramos caro y con un cierto tufillo a ‘Mujeres y hombres y viceversa’ que nos desencantó. Dicho esto nos curamos en salud, tú decides ; )

Una alternativa al LayDown es el Mezklum, en pleno centro de Madrid. El local tiene un espacio con mesas y otro con camas. Buen precio y comida aceptable hacen de este restaurante una opción interesante, aunque la excesiva afluencia de yogurines y la decoración pseudomoderna no nos acaba de convencer.

3. Welcome to la playa de Madrid

Ojalá: un restaurante económico, con una carta a base de tapas sencilla pero muy rica y una propuesta muy original. ¡Uno de nuestros favoritos! (Foto: hoypormadrid.com)

Si, como nosotros, ya tienes mono de playita, el restaurante Ojalá (Malasaña) es una opción estupenda -y muy económica- para cenar descalzos y tumbados a la bartola entre mullidos cojines. La ‘playa’ artificial se esconde en su sótano, en un ambiente ‘cool’ con luces tenues y mesas bajas ideal para parejitas melosas y grupetes de amigos dispuestos a emular sus noches en el Mediterráneo. Lo hemos probado (y hemos repetido). Es una apuesta segura: tapas creativas y deliciosas en un ambiente superrelajado y divertido a un precio sorprendentemente asequible. Eso sí, suele estar hasta la bandera.

4. Bienvenido al restaurante independiente de tu casa

Si realmente quieres dejar a tu acompañante ojiplático, nada mejor que llevarlo a cenar a los mejores no-restaurantes de Madrid. No nos hemos vuelto locos. La moda -que ya triunfa en Berlín y Londres- de organizar cenas gourmet en pisos ha aterrizado en Madrid. En ellas, apasionados foodies dan rienda suelta a sus artes culinarias para ofrecer una experiencia única a un reducido grupo de comensales. Uno de los pioneros en España es Íñigo, del blog Umami Madrid, que organiza degustaciones de alta gastronomía asiática en su casa del centro de Madrid. Hay varias páginas web donde encontrar y apuntarse a estos eventos, como comensal o como anfitrión, aunque por ahora la que mejor funciona es Eatwith, que ofrece experiencias en casas particulares en Madrid y otras muchas ciudades del mundo. Puede parecer que los precios son caros, pero las propuestas suelen ser de calidad (aunque la mayoría están muy enfocadas a turistas).

5. El toque retro: la gastronomía de la abuelita se vuelve ‘cool’

Ah… ¿quién no echa de menos las estrellas gastronómicas de los 80? Cordon Bleu, pescado en papillote, tarta al güisky… ‘Clásicos’ que son revisados en el Junk Club: un restaurante escondido dentro de otro (está en los bajos de La Musa Latina) que, para más inri, requiere contraseña para entrar (te la dan cuando reservas).

Los platos ‘rancios’ de la abuela -servidos en una vajilla digna de todas ellas- saben mejor en esta cava madrileña decorada con estética vintage. Entre las opciones del menú encontrarás excentricidades como costillas al cuba libre, cocktail de langostinos o un pollo picantón a la cerveza (que incluye una lata de cerveza Mahou saliendo de su trasero).

6. Gastronomía & boutiques: cenar entre diseño

Para los amantes de la gastronomía y el diseño, Madrid ofrece un puñado de locales que combinan boutique con zona de restauración. Esta moda , que ha calado con fuerza en las cafeterías y restaurantes de Inglaterra, llega a la capital de la mano de locales como Asiana, una tienda de decoración entre Malasaña y Alonso Martínez que se transforma en uno de los mejores y más exclusivos restaurantes asiáticos de Madrid cada noche. Aún no hemos tenido la suerte de poder disfrutarlo (el precio por persona ronda la friolera de 120€), pero las críticas hablan por sí solas: en Asiana disfrutarás de un apasionante menú degustación de hasta 16 platos de cocina asiática de vanguardia en un marco único.

Una alternativa más económica (25€ por persona) es La Maison Blanche, que en este caso combina su faceta como tienda de diseño y productos delicatessen con su vertiente de restaurante. Aquí podrás degustar una cocina internacional en un ambiente elegantísimo decorado con mucho gusto. Según las críticas, una propuesta estupenda en relación calidad / precio.

7. Restaurantes ‘techie’

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(Actualización: Hemos pasado por delante del Deskubrick y parece que ha cerrado… Otra baja por la crisis… )

Otra opción tecnológica menos atrevida pero bastante cool es la que ofrece el moderno restaurante asiático Lah (María de Molina), en el que las cartas se consultan a través de un iPad.

Y esto es todo -de momento-. ¿Y vosotros? ¿Habéis probado alguna de estas experiencias? ¿Conocéis alguna otra propuesta gastronómica ‘extravagante’ que se nos haya quedado en el tintero?