El ketchup. Ese ingrediente no tan secreto en todos nuestros platos de la infancia que desató el primer interés por la comida cuando aún éramos mini foodies. Una tímida práctica que perturbó a más de una madre y que, en algunos, evolucionó monstruosamente en patatas fritas con helado o en bocata de chorizo y chocolate. Pequeños canallas… Así canalizábamos la creatividad gastronómica que nos corría por las venas. Con los años, la mayoría preferimos que nos cocinen a tener que llorar cortando cebolla, es cierto. Pero oye, los más talentosos desarrollaron sus experimentos con éxito y besaron el cielo. Por eso hoy te traemos doce garitazos de mucho sabor que se han propuesto sorprendernos con las mezclas más extrañas de comida canalla y gamberra en Madrid. Chefs que se pasaban el ‘niño, en la mesa no se juega’ por el forro de los fogones, y les ha salido tan bien, que hasta da un poquito de miedo. Hoy, disfrutón, saca tus agallas gustativas de donde puedas: te traemos una oda al descaro. ¡Toma nota!

 

Kitchen 154: La precisión del caos

Sentado en la barra de Kitchen154 te mueves al ritmo de ‘Somebody’s watching me’, pero tu mirada se pierde en el fuego que sale de las Korean BBQ Ribs y tu boca en la (siempre espectacular) merluza ”black pepper” que se deshace sola. Nosotros somos adictos habituales en este kiosko de locos al que venimos a chuparnos los dedos con toda su carta. Si nunca has probado la esquina con más jolgorio del Mercado de Vallehermoso, aquí te están esperando unos chicos sin miedo a los sabores, vengan de donde vengan, y sean lo fuertes que sean. Comida callejera de todas partes del mundo y bien ejecutada en la que reinterpretan platos tradicionales y exóticos con técnicas de cocción al vacío. Pregúntales si pican sus platos. Siempre te dirán que ‘no mucho’, y mientras les maldices con la boca en llamas tu cabeza ya estará planeando cuando volver.

Precio medio: 20-25€ (con cerveza y postre)
Mercado de Vallehermoso en C/ Vallehermoso 36 (Metro Quevedo)

 

Tripea: otro hit para Vallehermoso

No salgas de Vallehermoso. Echa a andar hacia la otra punta del mercado y siéntate en Tripea. Una cocina, un grafiti y muchas ganas. Eso tiene el ”puesto” de Roberto Martínez Foronda, su proyecto más personal en el que da rienda suelta a lo aprendido en Nikkei225, Nakeima y Kena. Inspirado por la cocina peruana descarga toda su creatividad en platos que conviven con Asia, pero que no se olvidan de España y su base de guisos, caldos y sofritos. Con platos fijos que van cambiando según el producto que les ofrezca el mercado, te abren el apetito con una carta pensada para compartir y que se comporta como un ‘menú degustación’. ¿Qué comer? El menú va variando, pero por ahora triunfan platos como pappadum de abanico ibérico, jalapeños en tempura (ojo con el interior, ¡chavales!), causa limeña con velo de papada ibérica, shitakes y champis al ajillo o su riquísimo curry de ají de gallina sofrito con jengibre y otras especias, leche de coco, gallina, huevo duro, chalotas y parmesano. ¡De muerte! Termina del todo con su Banana Tripcookie o el Maru’s cake de spicy choco con galleta caramelizada, lima y mermelada de aguacate.

Precio medio: 20-25€
Mercado de Vallehermoso en C/ Vallehermoso 36 (Metro Quevedo)

 

Soma by Luke: Corea no-convencional para salir de aquí ‘flipando’

Luke, como ya te contamos en este post, empezó picando cebollas en un restaurante chino y acabó haciendo prácticas en El Bulli después de ‘encabezonarse’ y acampar varios días frente a la puerta para llamar la atención de Adriá. Y vamos, le salió redondo. Hoy, puedes probar su cocina más loca en Soma by Luke, el restaurante de raíces coreanas que te va a sorprender de lo lindo. Y es que no se trata de un coreano al uso, sino de un giro totalmente inesperado y que -ojo- no es para todos los públicos. Su toque personal y las técnicas aprendidas en los templos de la alta cocina hacen de sus platos toda una experiencia para los foodies más frikis, que podrás probar en forma de menú degustación (incluye doce pasos, con snacks de bienvenida, entrantes, pescado, carne y dos postres) o de tapeo en barra. Enloquece con platos como la Marimontaña -rabo de cerdo glaseado con su jugo y gamón en tempura estilo coreano- o su sorprendente foie de mar con golosina de kombu, sésamo negro y crema de wasabi. En este último, la base es el hígado de rape, que se cura y limpia a muerte, luego se prepara al mismo estilo mi-cuit del tradicional foie de pato. Mezclado en tu boca es una auténtica explosión. ¿De postre? Por ejemplo, su queso Idiazábal de sidrería con membrillo fermentado y falsa nuez.

Precio medio: 65€ menú degustación + bebida
C/ Bárbara de Braganza, 2 (Metro Colón)

 

Arallo Taberna: muerte al protocolo

Existe un lugar donde los eatanlovers nos sentimos como en casa: Arallo Taberna, el restaurante gallego y muy ‘canalla’ al que vino a morir el protocolo. Porque aquí formalidades las justas: solo producto, creatividad y gamberrismo. Ya te contamos con nuestra experiencia al completo en este post que siempre que venimos disfrutamos como enanos de sus raíces gallegas fusionadas con técnicas, sabores e influencias de otros lugares del mundo. Street Food para gozarla, con platos como sus orgásmicas croquetas de nigiri de merluza, sus volandeiras agripicantes o su increíble pizza indie. Una masa de pan al estilo indio cocinada al horno Josper con queso San Simón gallego (ahumado), chutney de mango, anguila ahumada y brotes. No hay postres, pero (por una vez, no os vayáis a acostumbrar) se lo perdonamos.

Precio medio: 30-35€ pp. (con cerveza y cóctel)
C/ Reina 31 (Metro Sevilla)
No admiten reservas

 

Nakeima Dumpling Bar: el arte de crear expectación

Ya nos conocemos Nakeima, y tú también, porque os los hemos recomendado hasta la saciedad. No admiten reservas, no sabes cuánto tiempo esperarás de cola (bajonazo total, lo reconocemos) y tampoco qué vas a comer hasta que te sientas en su barra. A cambio, sabes que tu estómago estará a cargo de cocineros de Nikkei 225, Kabuki y DiverXo. Y poco más le puedes pedir a la vida, más que tener hambre, coger aire y dejarte hacer. Como ya te contamos hace mucho mucho tiempo por aquí, a Nakeima se viene a probar virguerías deliciosas: dumplings de pichón -con salsa teriyaki de manzana y trufa-, el shumai de papada con salsa de soja reducida o su bao negro -con salsa de ajo negro, cilantro y cebolleta china-. En nuestra última visita culminamos con un ramen sin caldo y con un sabor de escándalo que llevaba neavi (cebollino japonés), shichimi togarashi (un condimento japonés muy típico que combina varias especias), ali-oli de ajo y jengibre, naruto, shiitake encurtido, yema, alga nori y katssobushi. Esto en un ambiente muy ‘de estar por casa’ que te hace sentir bien a gusto. Si algo de lo que te sacan te suena demasiado a ‘’chino’’, déjate guiar por ellos y sobre todo decide rápido, porque las raciones con más éxito vuelan.

Precio medio: 50€ (con vino y postre)
Calle Meléndez Valdés 54 (Metro Arguelles)

 

Skull Street: gamberrismo y producto a partes iguales

Su nombre ya nos da muchas pistas, y podríamos decir con los ojos cerrados que es un bareto molón, callejero y con ‘’gancho’’. Lo probamos y sí, no nos equivocábamos. A Skull Street se viene en plan ‘malote’ y con amigos a darlo todo: ambiente genial, tapas creativas y coctelería muy ‘top’. El chef gallego Carlos Núñez (Atlantik Corner) abrió este garitazo con una ‘peaso’ de barra, tapeo en clave de twist y carta líquida cañera. En su propuesta encontrarás platos, probablemente, más atrevidos que tú ? Entre ellos las croquetas de sepia y gamba con alioli negro; la hamburguesa de cangrejo en tempura (con un toque picante que nos flipa), su lasaña de zamburiñas y gambas; las empanadillas de criollo con idiazábal, huevo y boletus; o sus -ejem- apoteósicas costillas de ternera horneada durante 36 horas. ¿Para mojar la fiesta? Sus clásicos: el Black Skull, un cosmopolitan que elaboran con vodka negro, o el Red Skull, que lleva sum de frutas naturales, sirope de amarena, tequila y licor amaretto. Te contamos nuestra experiencia con ‘platos y señales’ en este post.

Precio medio: 25€ – 30€
C/ Barquillo, 8 (Metro Chueca)

 

Hunan: ¡que vengan los bomberos!

Como te hemos contado hace bien poquito en este post, Hunan es el local de la calle Ballesta que está poniendo patas arriba a los paladares vecinos (y a los de todo Madrid, también). Cocina china de la región de Hunan, la más gloriosa ‘foodiemente’ hablando, pero casualmente, la menos conocida en Madrid. Su propuesta se basa en platos tradicionales sin alterar lo más mínimo. Y eso requiere picante para tumbar a cualquiera, porque ahí en el sótano se guardan 8 tipos diferentes de guindillas, y en su carta tienes platos con diferentes grados de ‘’ardor’’. Desde algo más suave como su Tou-Fu al estilo Changsha (el entrante perfecto para empezar a calentar motores) hasta recetas no aptas para cualquier paladar, como su cabeza de merluza o la ternera salteada con guindilla (que pica hasta la muerte, y es una de las elaboraciones más esenciales de la región de Hunan, además de una de las favoritas de los visitantes chinos del local). La clave no solo está en lo condimentada y ‘’especiada’’ que es toda su carta, sino en que te vas a sentir un occidental incomprendido entre sus mesas: muy probablemente estés rodeado de chinos. Para ”colmo”, el sitio es bastante mono ?

Precio medio: 20€ pp. (con cerveza china y postre)
Calle de la Ballesta 4 (Metros Gran Vía – Callao)

 

Guey: ¡una de saltamontes, por favor!

Si nunca te hemos hablado de Guey, este es el claro momento para hacerlo. Y es que si abres un puesto en frente de la barra de los Kitchen154, pues algo de alboroto se te habrá tenido que pegar. En este caso, una vez más, estamos en el Mercado de Vallehermoso. Edson, el dueño y creador, se pasa tres días preparando el mismo mole entre sus manos, porque las cosas buenas necesitan tiempo y él lo elabora con amor del de verdad. Cocina mexicana donde los platos llevan un buen ‘trabajazo’ detrás, pero que no son lo único que te vas a encontrar. Y es que, si eres fan de los ‘bichines’, aquí tienes un hueco en la mesa: prueba (si los tienes bien puestos, claro) sus tacos de chapulines y saltamontes. Bien ‘crujienticos’, ¡oiga!

Precio medio: 15€ – 20€ pp. (con postre y cerveza)
Mercado de Vallehermoso. C/ Vallehermoso 36 (Metros Quevedo y Canal)

 

Ruiz154 Curry House: ¡quema, quema, quema!

Nuestros chicos favoritos ever ahora no solo son Ruiz154: son Ruiz154, Curry House. Si antes ya picaban, ahora nos dan escalofríos solo de pensarlo. No solo porque este garitazo venga, como sabes, de los Kitchen154, sino porque en él están dispuestos a darle especial importancia a los curries. Pero a los de verdad, sin traducciones. Una sección de su carta dedicada solo a ellos con la que te van a hacer la boca chiribitas (si ya has visitado su barra en el Mercado de Vallehermoso, ya sabes bien de lo que te estamos hablando). Sudarás la gota gorda con su Roti Dhal –curry de lentejas, encurtidos y pan roti tostado con ghee-, con el Chipi de gambones Sri Lanka –curry ”blanco” del Sur, chipirones tostados, gambones, patatas, tomates asados y leche de coco- o con su Korma de ternera –curry Mogul con ternera a baja temperatura, yogurt, batata, almendras y cardamomo-. Orgasmo ya. Saca al foodie ‘envalentonao’ que tienes por ahí dentro, porque lo vas a necesitar. (Ah, y que no cunda el pánico, en este local siguen sacando su eterno crossover -y reinas indiscutibles en nuestros corazones-, sus costillas coreanas con kimchi casero). ¡Namasté, bitches!

Precio medio: 15€ – 20€ pp.
C/ Ruiz 20 (Metros Bilbao – San Bernardo)

 

Barra Eme: Perú de a pie

El Perú más gamberro vino y se quedó. Vaya si se quedó. Y si no que se lo digan al corazón de Chueca, culpable de esconder en calle Libertad a Barra Eme, el local de diseño industrial con una larga mesa de acero como columna vertebral y una cocina expuesta a los 5 sentidos del comensal (aquí te lo contamos al detalle). Omar Malpartida te trae una carta inspirada en la cocina street peruana que tanto nos pone, con mucha fusión internacional, ingredientes frescos, y con todo hecho al momento y a la vista de los clientes. ¿Qué pedir? Choritos servidos en su concha con leche de tigre, ají amarillo, maíz, cebolla y tomate; gyozas chilangas; ceviche de aguachile de gambas; huevos rotos con jamón, tempura de setas shitake y salsa de soja y hoisin; curry verde de lengua; palta rellena -aguacate relleno con langostinos cocinados con soplete en la misma mesa- ; y no te olvides de su particular versión del lomo saltado. Termina con su tartaleta blanda de limón, ¡babeo puro y duro!

Precio medio: 25-30€ pp. (con cóctel y postre)
C/Libertad 5 (Metro Chueca/Banco de España)

 

La Chusquery: diario de una cocina viajera

La Latina, uno de los barrios más emblemáticos de la ciudad, guarda un local de esos con los que no te vuelves a primera vista, pero de los que te acabas enamorando si les prestas un poquito de atención: La Chusquery. Un laboratorio particular en el que Ángel Jímenez (‘el gato’) se pringa las manos innovando con producto de mercado y cocina viajera -de toque canalla- que sorprende a cualquier boca que se le ponga por delante. Pero ojo con este chef, que dicen ‘¡lo mismo te saca un bao que te planta unas pochas!’. Por eso la carta es el reflejo de su personalidad y locura, llena de guisos tradicionales con ingredientes y especias de Thailandia y Malasia. Al solecito de su terraza, a la vera de su barra o en mesa, disfruta de platos como la ensalada de burrata con tomate semiseco, romescu de hierbas y vinagreta de jamón; la caballa ahumada con hinojo, crema de cabra, avellanas y praliné; el tiradito de vieira con lapas, aliño de jalapeños, sorbete de gintonic y salsa X.O; la carrillera de cerdo con risotto de coco, los callos de ternera con kimchi y marisco o sus estupendos baos de panceta. Bocas agua en 3, 2, 1…

Precio medio: 20-25€
C/Mancebos 2 (Metro La Latina)

 

La Tasquería: cocina visceral (literalmente)

La cosa se enturbia por momentos, pero de eso se trata este post, ¿no? De poner al límite tus agallas gustativas a base de virguerías para foodies. Por eso… ¡que no decaiga la fiesta! La Tasquería, es un local que no podía faltar. Cuando se trata del tema ‘casquería’, normalmente te diríamos que si no te gusta dejases de leer, pero este no es el caso. Porque el concepto del chef Javier Estévez es cocinar casquería para paladares a los que no les gusta la casquería. ¿Lo mejor? Aquí esos traumas foodies se llevan con cachondeo, y el ‘jueguecito’ empieza con un embutido de lengua de cerdo ibérico servido en lascas finas y del que muchos piensan que es lomo embuchado antes de probarlo. Una carta que te espabila a golpe de riñón, y que va mutando desde que abrieron, aunque en ella siempre mantienen algunos clásicos que nunca fallan. Por ejemplo, los callos con pata y morro de ternera, las manitas de cerdo con alcachofa y cigarra o su famosa cabeza entera de cochinillo de Segovia confitada a baja temperatura durante toda la noche y frita unos cinco minutos. Ahí sí que te enteras bien de lo que vas a comer ?

Precio medio: 25€ – 30€ pp.
C/ Duque de Sesto, 48 (Metros O’Donell / Goya)

 

Doce Chiles: tacos de escándalo (y algún que otro saltamontes)

Ya les metimos en nuestros post de mexicanos más chingones y en la de los puestos de mercado más foodies de Madrid, pero hoy teníamos que repetir. Un rótulo que ‘’reza’’ Doce Chiles y en el que Blanquita te prepara cocina mexicana auténtica en clave street food, de esa que te puedes encontrar caminando por las calles de Oaxaca o del DF. Sus tortillas de maíz para tacos y quesadillas se hacen en el comal (una plancha de hierro) y se rellenan con guisos típicos que les llevan horas de trabajo. Goza con su tinga de pollo o los tacos al pastor, pero si quieres algo atrevido, dale a los tacos con insectos. Ñumi, ñumi, ¿eh? Aquí puedes pedirlos con chicatanas, chinicuiles o chapulines -lombrices, saltamontes y hormigas negras-. Si necesitas olvidar lo que acabas de comer, ¡micheladas para todos! Que aquí las hacen de aúpa…No cuela, ¿no? ?

Precio medio: 18€ por persona.
Mercado de La Paz, C/ Ayala 48 (Metro Serrano)

 

StreetXO: reinvención non stop

Poco podemos decir que no se haya dicho de StreetXO y del chef oficialmente ‘de moda’ en la gastronomía española. Pero si algo tenemos claro es que Dabiz Muñoz fue al que mejor le salió la mezcla de patatas fritas y helado cuando solo era un enano. Y es que atesora una cocina inexplicable en su mezcla de ingredientes, pero con una lógica aplastante en el sabor final de cada plato. Un local que impone con su centro de operaciones a la vista y cocineros enfundados en camisas de fuerza que bailan al son de los fogones y una música atronadora. Aún más macarra si cabe es el show de sopletes y llamaradas que invade el espacio y dan lugar a una cocina de influencia asiática con brochazos de gastronomía española. Una locura, de precio asequible, que ha parido platos como la lasaña koreana de wonton y vaca vieja -con shitakes, tomates escabechados picantes, bechamel de cabra y cardamomo-, el cordero de lechal tandoori, el estofado express en wok -arroz sedoso y vaca roja gallega semicurada y adobada, tamarindo y emulsión de mantequilla tostada-, el dumplin pekinés con oreja confitada, hoisin de fresas, ali oli y pepinillo o la zamburiña ahumada. No te olvides de pedir uno de sus cócteles, ¡porque son otro rollo! Palabra de eat&love ?

Precio medio: 35€ pp
El Corte Inglés Gourmet Experience en C/Serrano 52 (Metro Serrano)

Pues con ésto y un tataki de bizcocho, ¡aquí tienes nuestros ocho! ?

 

MAPA DE LOS RESTAURANTES MÁS GAMBERROS DE MADRID

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